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Sana extendió un vaso de agua fría hacía Nayeon quién lo tomó de inmediato, sintiendo su garganta refrescar.

Demasiado avergonzada para seguir al lado de Mina, Nayeon regresó a su apartamento en compañía de la omega, su naríz seguía doliendo, aunque con ayuda de un analgésico el dolo se había vuelto soportable, seguramente mañanamismo tendría que ir al doctor.

- La cague, Sana. - Declaró. - Mina y Dahyun me odian, seguramente esa alfa también lo hace. No tenía derecho a meterme en los asuntos de Dahyun, ella me pidió que no lo hiciera y la ignore, como sus palabras no valieran nada.

- No seas tan dura contigo misma. - Consoló. - Solo te preocupabas por que Dahyun no estuviera mal.

- Si, pero eso no me da derecho de reaccionar como lo hice. Me comporté como una bestia. - Declaró con culpa. - Definitivamente perdí a Dahyun.

- Hey, no digas eso. Claro que está molesta pero no la perdiste, sólo dale tiempo, ya se le pasará.

-Conozco a Dahyun desde que éramos pequeñas, nunca nos habíamos enojado, no al menos así. Me siento terrible.- Dijo con la mirada baja.

- Entiendo, pero no todo está perdido, deberías hablar con ella, sé que te perdonará. - Insistió. - Pero creo que también deberías hablar con la alfa.

Nayeon hizo un gesto disgustada. - ¿Es obligatorio?

- Si quieres la disculpa de Dahyun, si. Además, creo que ambas fuimos un poco duras con esa chica y su familia. - Mencionó con culpa. - creo que también le debo unas disculpas.

Nayeon se recargo sobre su sillón y suspiró tratando de aligerar todas sus penas mientras ideaba la manera más adecuada de poder disculparse con la alfa que había golpeado, aunque no iba a mentir, aún no le agradaba para nada esa chica, pero no le gustaba estar mal con Dahyun, así que estaba dispuesta a pagar ese "ligero" precio con tal de ver recuperar su amistad con Dahyun.

- Lo haré. - Cedió. - Pero no sé cuándo. Por ahora sólo quiero que mi naríz deje de arder.

Sana la miró con una sonrisa. - Esa es mi chica.

Pasaron unos minutos en silencio, Sana parecía pensar unas cosas y Nayeon simplemente trataba de lidiar con el dolor que sentía.

La omega pareció recordar algo que la hizo sentir su sangre bajar hasta la punta de sus dedos. Con avidez miro su teléfono rogando por qué su cuentas no coincidieran, pero muy pronto se sintió desilucionada al ver la fecha.

- No puede ser. - Exclamó Sana mirando con preocupación la pantalla de su teléfono.

- ¿Que sucede? - Preguntó Nayeon.

- Mi celo. - Recordó. - Con todo lo que había pasado las últimas semanas lo había olvidado por completo. - Miró la pantalla de su teléfono. - Seguramente llegará en este mes.

- ¿Y cuál es el problema? - Cuestionó.

Sana molesta dió un golpe en el hombro de la mayor ganándose un jadeo de dolor. - ¿Cómo que cuál es el problema? No tengo alfa y sabes muy bien que pasar mi celo con supresores no es la opción.

- ¡Por Dios! eres Minatozaki Sana, hablas como si no pudieras conseguir a cualquier alfa que gustes. Sólo pídele a alguien el favor. - Dijo sobando su hombro.

Sana suspiró frustrada. - No puedo hacer eso. - Exclamó. - Mi omega parece volverse más desesperada en cada celo. La última vez que le pedí ayuda a Soyeon, todo salió mal. - Confesó con vergüenza. - Ella terminó diciéndole a todos sus amigos lo cursi y necesitada que era mi omega. - Contestó avergonzada. - Ahora todos saben lo tedioso que llega a ser mi celo.

𝙱𝚕𝚞𝚎 [𝙳𝚊𝚑𝚖𝚘]Where stories live. Discover now