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2014

Los toquidos en la puerta de la casa de los Hirai no cesaban, con este ya era el decimo cuarto día que venían a tocar a su puerta, Momo estaba muerta de miedo, no sabía por cuánto tiempo más podía seguir manteniendo a Tzuyu con ella.

– ¿Por qué no se van?. – Preguntó una pequeña Tzuyu de diez años escondida en una gaveta junto con su hermana. – ¿Por qué nos quieren separar? – Preguntó de nuevo con las lágrimas saliendo de su rostro.

Momo enmudeció sin saber que decir. – No lo sé pequeña, pero no lo voy a permitir. Ahora, guarda silencio ¿Si?– Pidió tratando de escucharse tranquila. – Es para que no sepan que estamos aquí, cómo cuando jugamos a las escondidas.

La pequeña simplemente asintió en un puchero mientras escondía el rostro sobre el torso de su hermana, tratando de aspirar un poco de su fragancia para calmarse. Esos hombres malos no habían dejado de venir para llevarse a ambas a un orfanato, Tzuyu ya había perdido a sus padres hace menos de tres semanas, no quería separarse de su hermana también.

– ¡Señorita Hirai! – Grito la servidora social desde el portón. – Sabemos que está ahí, sólo queremos ayudarla. Piense en la menor que  está con usted. – Gritó. – Sólo queremos llevarlas a un lugar mejor.

"Miente" pensó Momo "Sólo quiere llevarse a Tzuyu"

Momo no era tonta, sabia lo pasaría. El gobierno solo se haría cargo de ellas hasta que cumplan los 18 años, después las votarían a su suerte a la calle si es que nadie las había adoptado para ese entonces. Tzuyu aún era niña, había oportunidad de encontrar una nueva familia para ella, pero para Momo apenas faltaban dos años para ser mayor de edad, nadie iba adoptarla, era obvio que las terminarían separando, no podía permitirse eso, Tzuyu era su única familia ahora, lo único que le quedaba.

Cada día que pasaba el miedo la carcomía, la comida en la alacena se estaba acabando y los pocos ahorros que sus padres habían dejado también lo harían, eso sin mencionar que Tzuyu tenia que seguir con sus estudios si no, iba a perder el año. Tenía que conseguir un empleo cuánto antes, no importaba si tenía que dejar la escuela, tenía que velar por el bien de su hermana ahora, ella ya no importaba, sólo Tzuyu.

– No dejes que me lleven. – Suplicó Tzuyu escondida en el cuello de su hermana mientras su cuerpo temblaba de miedo. – No quiero que nos separen.

La mayor envolvió a la pequeña con sus brazos y beso su cabeza. – No lo haré, pequeña. Estás a salvo conmigo.

De ahora en adelante Tzuyu era la única prioridad en la vida de Momo.


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Actualidad.

Esto  no podía ser, Sana no podía sentirse atraída a esa alfa, debía ser un falló en el sistema, es decir ¿Por qué le gustaría en primer lugar esa vulgar?  Si , Tzuyu era guapa, alta, tenía un aroma increíble...

"Y tiene un buen cuerpo"  Pensó

–¡Basta!– Se dijo así misma mirándose frente al espejo, tenía la mirada más oscura y las mejillas teñidas de rojo, faltaba sólo una semana para su celo pero su loba parecía querer salir en cualquier momento.

– Debe ser el celo, si. – Se dijo así misma – De otra manera no me sentiría atraída a esa tosca. No estoy pensando con la cabeza. – Se auto convenció. – Mi loba sólo quiere un alfa para pasar el rato.

Su mente la desvío a Miyeon, en cómo estuvo apunto de estar con la alfa pero de repente todo se había vuelto oscuro y la falta de aire se hizo presente haciéndole casi ahogarse, su omega había rechazado a una alfa que conocía de hace tiempo y con la cuál siempre se había sentido cómoda solo para después sentirse deseosa por el alfa de Tzuyu.

𝙱𝚕𝚞𝚎 [𝙳𝚊𝚑𝚖𝚘]Where stories live. Discover now