─ ¡Gala! ¡Mis ojos! ─ gritó Bree emocionada.

Le miré con una sonrisa, la chica se estaba mirando en el reflejo de una ventana y tenía una gran sonrisa en su rostro. Estábamos la mayoría en el salón luego de estar todo el día ocupados.

Vino corriendo hacia donde estaba y dio un pequeño saltito frente a mí.

─ ¡Mira, mira! ─ insistió.

Solté una pequeña risa y acuné sus mejillas acercando su rostro al mio. Sus ojos ya no eran de un burdeos brillante, sino que el rojo tenía un tono apagado.

─ ¡Que bonitos! ─ dije imitando su tono de voz, haciendo que sonriera  todavía más

─ ¡Dentro de poco los tendré como Carlisle! ─ aseguró.

Me causo ternura lo dicho, Bree le había cogido cariño a Carlisle y siempre decía que quería los ojos igual de dorados que el rubio y tener su mismo autocontrol.

El día que me preguntó por mi corazon no solo le expliqué lo que era, sino que también la conté mi historia y después ella hizo lo mismo. Asi que estaba contenta de ver cuanto estaba cambiando en tan poco tiempo.

La chica asustada y desconfiada del primer día ya no estaba, en cambio había una mini Alice, ya que estaba cogiendo las mismas costumbres de la hadita por compartir habitacion con ella. Y sobre todo, me alegraba ver como el recuerdo de su padre abusivo era cambiado por el de Carlisle.

─ Tenlo por seguro, estás haciendo un buen trabajo ─ dijo Carlisle con su tono tranquilo

Apareció tras de mi mirando a la joven con una sonrisa, giré la cabeza para mirarle y me sonrio a la vez que posaba con suavidad su mano en mi cintura.

Y no pudo gustarme más ese gesto.

─ Siento meterme en la conversación ─ dijo mirando a Bree ─ Pero ya ha anochecido y cierta persona tiene que volver a casa.

Bree no rechistó y me dio un rápido abrazo de despedida. Sin siquiera dejarme corresponderle se separó de mi con prisa y se sentó al lado de Alice en el sofá. Como si las dos fueran unas niñas se cogieron de las manos y soltaron un chillido emocionado para después mirarnos con grandes sonrisas.

Negué con la cabeza divertida. Desde que Alice le contó mi romance con Carlisle siempre se emocionaba cuando me acompañaba a casa.

El rubio soltó una pequeña risa y señaló la salida, asentí y con una despedida en voz alta para todos salimos de la casa.

Cuando llegamos a mi casa abrí la puerta en silencio y entré en ella, me quedé con la mano apoyada en la manivela y le miré con una pequeña sonrisa, me di cuenta que él ya estaba sonriendo

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Cuando llegamos a mi casa abrí la puerta en silencio y entré en ella, me quedé con la mano apoyada en la manivela y le miré con una pequeña sonrisa, me di cuenta que él ya estaba sonriendo.

─ Bueno...─ dije queriendo empezar la despedida, pero Carlisle me interrumpió

─ Jasper me contó que Emmett y él te ayudaron con un neófito...¿Estás bien?

Sempiterno || °Carlisle Cullen° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora