Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola.
Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar relaciones tan íntimas, haciendo que esa soledad creciera hasta hacerla una chica fría y dura ante...
Una vez todos empezaron a moverse para cumplir el plan yo hice lo mismo. Arranqué la Vespa y llegué a casa, tocando la puerta de la casa Swan antes de entrar a la mía.
─ Gala...¿Que haces a estas horas aquí? ─ me preguntó Charlie nada más abrirme la puerta.
Le miré con una dulce y pequeña sonrisa, tenía sus ojos cansados más notorios, y su mostacho estaba bajo por los labios inclinados hacia abajo, se le veía mal.
─ He tenido una pesadilla...─ mentí
Charlie me miró preocupado, me miró de arriba a abajo notando un pequeño detalle
─ ¿Te has ido a dormir con la ropa de día? ─ preguntó extrañado
Miré mi conjunto, como él decía, llevaba la ropa de todo el día en vez del pijama
─ Después de cenar me he dormido en el sofá con la tele encendida ─ volví a mentir riéndome tontamente ─ El caso tío...me preguntaba si podrías dormir hoy en mi casa, acompañarme por la noche por si tengo otra pesadilla
Charlie suspiró y en menos de un segundo asintió.
─ Espérame en tu casa. Voy a por la mochila y enseguida estoy allí.
─ Gracias tío ─ le dije dándole un abrazo
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Una hora después los dos estábamos en el sofá con el radiocasete de mi abuelo encendido. Cada uno en sus propios pensamientos, pero los dos con el mismo nombre en la cabeza: Isabella
─ ¿Sabes lo que le ha pasado a Bella con el chico Cullen? ─ preguntó Charlie rompiendo el tranquilo ambiente
Suspiré
─ En el partido de beisbol se han peleado
─ ¿Tu también estabas? ─ me preguntó interesado
─ Sí, ya sabes, soy amiga de la familia...
─ Sí, cierto... entonces ¿Que ha pasado allí?
─ Una simple tontería... Edward se ha burlado de broma por como jugaba Isabella, ella se ha enfadado y se han peleado muy fuerte ─ inventé
─ Antes de irse...me ha dicho que le ha dejado ¿Es verdad?
─ Sí, pero seguramente volverán en nada. Isabella quiere mucho a Edward, y él...para él Isabella es su vida
─ ¿Como es eso posible? Si solo se conocen de poco tiempo ─ preguntó el sheriff tocándose la cara cansado
─ Están enamorados, Charlie. Simplemente eso, pero más que suficiente ─ dije igual de cansada
Los dos nos quedamos en silencio, pero esta vez fui yo quien lo rompió
─ Isabella antes de irme me ha llamado...llorando. ─ Charlie me miró preocupado ─ Está arrepentida con lo que te ha dicho...me dijo que realmente no pensaba eso. Ella te quiere Charlie, te quiere mucho aunque no lo demuestre tanto
─ ¿Entonces por qué me dijo eso? Eran las mismas palabras que me dijo su madre...─ me dijo dañado con sus ojos tristes
─ Porque necesitaba un descanso de Forks, alejarse y pensar con claridad sin ver cosas que le recordasen a Edward. Y todos sabemos cómo eres, no le ibas a dejar marchar...
Ante lo dicho Charlie se rió levemente aceptando lo que había dicho
─ Solo quiero protegerla...
─ Lo sé, tío, lo sé.
Le di un dulce beso en la mejilla a la vez que le abrazaba.
Unos minutos después los dos decidimos ir a dormir, él en mi habitación de invitados y yo en la mia.
Después de ponerme el pijama me asomé por la ventana sintiendo mi piel ponerse de gallina, pero con una sonrisa en la cara al oler ese aroma de frutos del bosque. Carlisle estaba en la primera linea del bosque con una dulce sonrisa aunque tenía las facciones marcadas por la seriedad de la situación. Me lanzó un beso que bromeé con recibirlo y se metió de nuevo al bosque siguiendo con la vigilancia.
Me tumbé en la cama pensando en lo ocurrido. Centrándome más en Charlie y lo estúpida que había sido Isabella con él.
Había arreglado un poco la situación, mintiéndole al Sheriff, pero al menos tranquilizandole.
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A una hora temprana sentí como me daban caricias en la mejilla. Abrí los ojos poco a poco encontrándome a Carlisle frente a mí con cara seria.
─ Cariño, despierta ─ me dijo susurrando.
Sin entender nada por estar aún medio dormida me enderecé en la cama y me miré extrañada después de bostezar
─ ¿Que pasa? ─ pregunté con la voz ronca
Miré a Carlisle de pie frente a mí, quien estaba de brazos cruzados totalmente serio
─ Hemos perdido a James, se ha dado cuenta de que lo estábamos despistado
Ante lo dicho me levanté de la cama preocupada
─ Nos vamos a Phoenix a por Bella y los demás. Edward y ella se van a ir lejos hasta que todo se arregle, nosotros mientras tanto buscaremos al rastreador. Esme y Rosalie se quedarán aquí contigo para protegeros.
Miré totalmente extrañada al rubio, sin saber que decir, ¿en qué momento se torció todo? Emmett entonces apareció agarrado por el marco de la ventana
─ Carlisle, tenemos que irnos.
El doctor me miró con los labios apretados, se acercó a mi, acunó mis mejillas y me dio un profundo beso que correspondí, dejándole notar mi preocupación.
─ ¿Cuando volveréis? ─ pregunté al separarnos
─ No lo sé...cuando todo esté arreglado
Suspiré y miré a Emmett mientras que Carlisle iba havia la ventana
─ Cuídate, grandullón ─ le pedí preocupada
─ Tu no hagas ninguna tontería, rarita ─ me dijo con su típico tono de voz bromista
Cuando los dos se marcharon me senté en la cama preocupada. Miré la hora viendo que era demasiado temprano. Miré la foto de mi madre
─ Saldrá todo bien ¿Verdad mamá? ─ pregunté al cuadro preocupada
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Algunos me habéis pedido capítulos más largos...¡A la orden mi capitán!
Pero serán a partir de Luna Nueva, que no queda mucho.
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