Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola.
Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar relaciones tan íntimas, haciendo que esa soledad creciera hasta hacerla una chica fría y dura ante...
Cerré la puerta de casa una vez Charlie se marchó y sonreí al saber quién estaba en mi casa.
Al subir a la segunda planta me encontré con Carlisle, quien estaba sentado en la butaca al lado de la ventana, mirando al bosque.
Caminé hacia él y me senté en su regazo. Él siguió mirando la ventana serio a la vez que acariciaba mi brazo
─ Eh, Carlisle ─ Llamé su atención tocándole la mejilla ─ ¿Qué ocurre? ─ Pregunté al verlo serio.
Me miró a los ojos notandolo un poco intranquilo.
─ Tengo que llevarte a casa. Hay...una cosa que hablar
─ ¿Qué ha ocurrido? ─ Pregunté levantándome de su regazo
Carlisle se levantó y suspiró.
─ Edward ha encontrado a su Tua Cantante
─ ¿Tua Cantante? ─ Pregunté extrañada
─ Te explico en el coche. Vamos
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Estábamos todos en el salón. Algunos tenían caras largas, como Jasper, Carlisle y Rosalie, y otros emocionadas, en este caso Esme y Alice, después estábamos Emmett y yo quienes estábamos normales, y luego teníamos a Edward, quién estaba tocando el piano metido en su propio mundo.
─ Entonces...─ Corté el silencio que había ─ Has encontrado a tu Tua Cantante, su sangre es la más sabrosa para tí y no quieres hacerle daño. ─ Resumí todo lo que me dijo Carlisle en el coche ─ Bien, no te acerques a esa persona y listo ─ Alcé los hombros sin pensar mucho.
Edward me miró molesto dejando de tocar el piano
─ No puedo, ese es el problema
─¿Y por qué no?
─ Porque está en el instituto ─ Frunció el ceño.
─ ¿Y quien es? ¿Lo conocemos? ─ Pregunté. Edward soltó un suspiro.
─ La chica nueva, Isabella Swan
Miré sorprendida al cobrizo. Justo esa chica tenía que ser. Hice un morrito descontenta
─ Vale, ya entiendo. Será más complicado, además compartes clase con ella ¿verdad?
─ Sí, biología. Intenté cambiarme pero dicen que es imposible
─ ¿Y qué vas a hacer? ─ Le pregunté.
─ Había pensado irme con los Denali unos días.
─ Son otros vampiros con nuestra misma dieta. Los consideramos familia ─ Me explicó Carlisle al notar mi expresión de no entender.
─ Ah, eso estaría bien ¿Pero qué harás? ¿Tranquilizarte y no pensar en saltarle encima y dejarla seca? ─ Edward me miró molesto
