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Sabía lo que significaba ese dulce aroma, y no quería aceptarlo. Más todavía viniendo de alguien como él.

¿No podia mi vida seguir igual? Solitaria y aburrida

Comencé a sentir la necesidad de al menos tener un roce de manos o tenerlo unos centímetros más cerca, haciendo que quisiera salir rápidamente de allí.

─ Estoy bien. Los señores Weber querían comprobarlo pero estoy bien ─ Dije mientras el doctor Cullen escribía algo en una hoja.

Me miró de reojo con la cabeza un poco inclinada, y soltó aire por la nariz de forma divertida

"¿Que le parece tan gracioso? " Pensé intentando no verme molesta

Dioses, me quería ir de aquí. Ya

─ Habla bien y su cuerpo reacciona con naturalidad ─ Avisó a la familia Weber

─ ¿Cómo es posible, doctor? Nuestro coche tiene una abolladura a causa del golpe, y ella estaba de pie. Tiene que tener algo en la cadera al menos ─ Explicó la señora Weber aún preocupada

Ante lo dicho por ella el doctor Cullen me miró con una ceja alzada.

"Mierda..." Me quejé en mi mente

─ ¿Segura que no le duele nada? ─ Preguntó. Como respuesta aparté la mirada hacia la pared e hice una mueca. ─ Póngase de pie, por favor.

En ese momento decidí que tenía que hacer algo para no levantar más sospecha de la que ya tenía el doctor Cullen en su mirada.

Me levanté de la camilla y me paré delante de él, viendo cómo mi frente le llegaba justo a la altura de los labios. Alejé rápidamente mis pensamientos sobre su altura -que me había sorprendido- y me toqué levemente la cadera derecha fingiendo que me dolía. Vi como el doctor había notado ese mínimo gesto

─ ¿Le duele la cadera, señorita? ─ Preguntó cuidadoso y con ese tono de voz calmado. No le contesté, simplemente fruncí el ceño.

Aparté mi mirada de la de él de vuelta hacia la pared, me parecía mucho más interesante que esos ojos caramelo que parecían brillar.

Sin esperármelo, el doctor Cullen apoyó su gran mano en ese lado de la cadera haciendo presión. Solté un quejido y me alejé un paso hacia atrás a la vez que le miraba.

No me había dolido, claro que no, había sentido una chispa recorrer todo mi cuerpo empezando por la cadera y sabía que el hombre frente mia había sentido lo mismo en su mano por como me miraba.

Sus ojos se habían oscurecido un tono y esa mirada suave ahora era intensa, pero su sonrisa no salía de su cara.

─ Al parecer el golpe si que ha causado algo. Le tendremos que hacer una radiografía para ver si su cadera no haya salido dañada.

No. Me negaba completamente. Solo quería salir de ese hospital y hacer como si nunca me hubiera cruzado con este hombre

─ No hace falta. Si es cierto que me duele un poco, pero puedo moverme. Mañana se hará un moratón y listo ─ Mentí

─ Gala...es mejor prevenir. No pasa nada ─ Me dijo la señora Weber

Ante la mención de mi nombre vi como el doctor Cullen me miraba con curiosidad y una sonrisa más grande en su rostro, como si le pusiera contento saber mi nombre, además noté como sus ojos habían vuelto a ese color caramelo brillante. Aparté la mirada de nuevo hacia la familia Weber suspirando.

─ Está bien ─ Me crucé de brazos ─ Pero iros a vuestra casa. Es muy tarde y mañana es día de descanso. ─Dije

Necesitaba al menos no estar con ellos, había visto que eran muy curiosos y si Cullen descubría que no era real mi dolor me haría preguntas

Y suficiente tenía con Charlie a mi lado como para añadir tres nombres más a la lista.

─ Dejarme algún número y os llamaré al salir de aquí, para que estéis tranquilos ─ Dije ya casi desesperada porque se fueran al ver la duda en sus ojos.

Al parecer el doctor notó las ganas que tenía de que se marcharan, pues accedió a mi pedido

─ Yo me encargaré personalmente de que realice esa llamada, también os diré si vemos algo en la radiografía

Después de lo dicho por el doctor Cullen la familia Weber accedió. La mujer me dio un corto abrazo y el hombre un pequeño saludo

─ Espero que nos volvamos a ver, Gala ─ Dijo Ángela, recibiendo una simple sonrisa cerrada

"De verdad espero que no..." Pensé. Con Charlie ya me estaba arriesgando, pero ese hombre era esa pequeña luz que necesitaba en esta vida aburrida y solitaria.

En menos de dos minutos el doctor Cullen y yo nos quedamos a solas en el habitáculo ya que la enfermera se fue a preparar las cosas para la radiografía. Él apuntaba unas cosas en la hoja que tenia y yo miraba la blanca pared en un silencio tenso.

─ Entonces...Gala ¿No? ─ Preguntó volviendo su mirada a mi.

─ Sí ─ Respondí seca.

Me arrepentía de haber pedido que la familia Weber se marchara, no había caído en cuenta que me quedaría sola con él, haciendo que quisiera irme con más ganas

"En qué momento salí a pasear..." Me quejé rodando los ojos

Sentí la profunda mirada del Cullen puesta en mi persona, haciendo que sintiera demasiadas cosas de golpe. Mi corazón comenzó a bombear deprisa y notaba como mis mejillas cosquilleaban. Respiré hondo para relajarme y que él no notara lo que su mirada causaba en mi, aunque seguramente ya lo habría hecho.

─ ¿Tiene a algún adulto al quien avisar de que estás aquí?

En ese momento el rostro de Charlie con su característico mostacho apareció por mi cabeza, pero era de noche y no quería molestarlo, sobre todo preocuparlo. En esos tres días nos habíamos vuelto cercanos

─ No ─ Al ver su mirada extrañada añadí más información ─ Vivo sola

─ ¿Que edad tienes? No es correcto que un adolescente viva sol- ─ No le dejé terminar

─ Dieciocho. Puedo valerme por mi misma ─ Interrumpí un poco molesta, pero no por él, si no por todo en general

No quería darle mi información, no quería que supiera nada de mi. Nada. Que no me conociera al igual que yo no lo hacia de él.

─ Bien...─ Suspiró al ver mis ánimos ─ Soy Carlisle Cullen, un placer. ─ Se presentó alargando su mano hacia mí

Miré su mano tendida esperando a que le correspondiera el saludo, pero me daba igual parecer maleducada, no quería volver a sentir esa chispa recorrer mi cuerpo, así que me crucé de brazos antes de presentarme

─ Gala ─ Dije simplemente

El doctor Cullen rio suavemente mientras negaba con la cabeza divertido y alejaba su mano sin ser correspondido.

Enserio, ¿que le hacía tanta gracia? Porque a mí esta situación, esto que yo sentía y que él seguramente también sentiría, no me gustaba para nada

─ ¿Gala a secas? ─ Preguntó con ojos risueños.

─ Gala Jones ─ Dije seria y sin mirarle

─ Bonito nombre, Gala ─ Dijo haciendo que mi corazón saltase exaltado

Carlisle rio de nuevo sabiendo que había notado el cambio en mi pulso

"Genial..." Viré los ojos hastiada

Sempiterno || °Carlisle Cullen° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora