Capítulo 33

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Jeon Jungkook

Me levanté en la mañana muy cansado. Apenas había dormido dos horas, consumido por la preocupación por Gaeul. Había intentado llamarla varias veces, pero no había recibido respuesta.

La comprendo. Prometí cambiar, pero no lo hice, y terminé volviendo a Jennie. Sin embargo, esta vez la elegí solo para cumplir mi promesa, no porque la ame.

Mi corazón solo pertenece a Gaeul. Al principio, estaba confundido y pensé que ella no era el amor de mi vida. Pero en estos días que pasé con ella, me di cuenta de que me equivoqué. Descubrí que la amo más de lo que pensaba.

El sonido de mi celular me sacó de mis pensamientos. Al ver el nombre de Jennie en la pantalla, cualquier esperanza de que fuera Gaeul se desvaneció, así que simplemente colgué.

Al levantarme, encontré la casa completamente vacía. Decidí no desayunar y me limité a ducharme y vestirme para ir al trabajo. Al terminar, tomé las llaves del auto y me dirigí a la oficina.

Cuando llegué, vi a Dahyun sola en la oficina de mi esposa, lo cual era extraño. Supuse que Gaeul había pasado la noche con ella.

—Buenos días, Dahyun. ¿Puedo preguntarte algo? —dije, tratando de sonar tranquilo.

—Buenos días, Jungkook —respondió con una sonrisa. —¿Sucedió algo?

—Ayer tuve una pequeña discusión con mi esposa. ¿No has sabido nada de ella? —pregunté, tratando de ocultar mi preocupación.

—La última vez que le escribí fue ayer por la tarde, pero solo me dijo que ya había llegado a casa —explicó Dahyun, visiblemente sorprendida.

—Gracias, Dahyun. Supongo que ya aparecerá —dije, tratando de aparentar tranquilidad, aunque en realidad estaba muy preocupado.

Fui a mi oficina y traté de concentrarme en el trabajo, pero fue imposible. Mi mente comenzó a divagar, pensando en dónde había pasado la noche mi esposa.

¿Y si volvió a los brazos de ese hombre al que estaba conociendo?

De repente, Jimin entró a mi oficina con mi café de la mañana, pero la verdad es que no tenía ganas de tomarlo. Lo único que deseo es ver a mi esposa.

—¿Se encuentra bien? —preguntó Jimin.

—Estoy preocupado por Gaeul. ¿Tal vez sabes algo de ella? —pregunté, buscando alguna señal de esperanza.

—Sí, acaba de llegar hace unos minutos con el señor Kim Seokjin —dijo Jimin, y no esperé un minuto más para ir a buscarla.

Al llegar a su oficina, la vi y tuve ganas de abrazarla, de decirle que estaba preocupado por ella. Sin embargo, al verla conversando con Jin, como si fueran buenos amigos, los celos se apoderaron de mí.

—Gaeul, necesito hablar contigo a solas —dije, entrando a la oficina sin anunciar mi presencia.

—Ahora estoy discutiendo los detalles finales del proyecto con el señor Kim —dijo, visiblemente molesta. —Será después.

—No tengo más opción que hacerlo así. Espero que no le moleste, señor Kim, pero necesito saber dónde pasó la noche mi esposa —dije, sintiéndome cada vez más molesto.

—En un hotel, ¿felíz? —contestó Gaeul.

—Es verdad, señor Jeon —dijo Jin, y lo miré con molestia. —Ayer, su esposa llegó al hotel de mi familia y ordené que le dieran alojamiento gratuito porque somos socios.

—Le agradezco sus buenas intenciones, pero a la próxima no lo haga, porque no lo quiero cerca de mi esposa —dije, conteniendo mi enojo.

—Por favor, solo la ayudé porque Gaeul es muy eficiente en su trabajo —dijo Jin, y solté una risita sarcástica ante sus palabras.

—¿Cree que no he notado cómo la mira y lo innecesariamente amable que es con ella? —dije, molesto. —Es obvio que le gusta mi esposa.

—¿Y qué si me gusta Gaeul? —dijo Jin, desafiante. —Ella es una mujer maravillosa y muy inteligente.

—Ella no puede gustarle porque es una mujer casada, y su esposo soy yo. Entiende que jamás la voy a dejar ir —dije, sintiendo cómo mis celos se intensificaban cada vez más.

—¿Hablas en serio, Jungkook? —preguntó Jin, soltando una risita sarcástica —qué raro, porque en los pasillos de este edificio, andan diciendo que tienes una aventura con tu exsecretaria.

Esa fue la gota que colmó mi paciencia. Me acerqué a Jin con la intención de tomarlo de la camisa, pero Gaeul se interpuso, extendiendo sus brazos para protegerlo.

—¿Es en serio, Gaeul? —pregunté, sintiéndome decepcionado por su reacción.

—Él solo quiso ayudarme, y no importa lo que Jin diga, tú sabes muy bien si esos rumores son ciertos o no —respondió Gaeul, sorprendiéndome con su defensa.

—¿Vas a defenderlo a él? —dije, sin poder creer lo que estaba escuchando.

—A ninguno de los dos. Jin, por favor, no provoques a mi esposo. Estamos en la oficina y no necesitamos otro escándalo —intervino Gaeul, con firmeza en su tono.

—Yo me retiro, pero que quede claro que ella sigue siendo mi esposa —declaré, saliendo de la oficina de Gaeul.

Regresé a mi despacho y me senté en mi silla. Estaba tan molesto que no quería ver a nadie en ese momento, así que cerré la puerta con fuerza, encerrándome en mi oficina.

¿Acaso Jin acaba de confesar abiertamente que le gusta Gaeul? La idea me inquietaba mientras intentaba controlar mis emociones.

The one ||Jeon Jungkook y Kim Seokjin|| Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang