The one ||Jeon Jungkook y Kim Seokjin||

Capítulo 17

Kang Gaeul

Después de nuestra charla, seguía algo impactada. No puedo creer que le haya dado una nueva oportunidad a nuestro matrimonio. Odio ser tan débil ante él.

La verdad es que no sé cuánto dure esta reconciliación, pero al menos si me divorcio después, podré estar tranquila de que di todo de mí para que funcione.

—Bunny, ¿en qué piensas? —dijo Jeon, acostado con su cabeza sobre mis piernas.

—En nada, Jeon —él se levantó y medio miró.

—Deja de decirme así, no me gusta —me reclamó.

—Jungkook —dije y lo miré—¿así está mejor?

—No, puedes decirme Kook o amor.

—No lo haré —dije, y él me tumbó en el sofá, quedando encima de mí—Jeon, ¿qué haces?

—Dime Jeon una vez, y vas a tener que pagar las consecuencias —me advirtió.

—Jeon, ya basta de juegos, es muy raro que te comportes así —dije, y él me empezó a dar muchos besos en el cuello—basta, me haces cosquillas.

—Lo haré, solo debes decirme Kook —dijo y siguió repartiendo besos en mi cuello.

—Kook, basta, por favor —dije, y él paró.

—Hasta que al fin —dijo y dejó un beso en mi frente.

—Ahora sal de encima mío —él negó.

—Me gusta estar así con mi bunny.

Su celular empezó a sonar, él se levantó de encima mío y me mostró la pantalla.

—Jimin —dijo, mostrando el nombre en la pantalla—. Está trabajando conmigo.

—Así que está trabajando contigo ahora —dije emocionada.

—Sí, cuando vuelvas lo verás —sonreí—pero no te emociones demasiado, porque no los dejaré estar tan cerca.

—Olvidé lo celoso que eres —él sonrió y me pellizcó la mejilla con suavidad.

—Ya regreso, bunny.

Mientras él se fue, decidí enviarle un mensaje a Jin. Me duele tanto dejarlo ir, pero debo hacerlo, nuestro amor es prohibido después de todo.

"Jin, no podré ir a verte hoy, mi esposo se quedó en casa."

Después de un minuto, él respondió:

"¿Sucedió algo malo?"

Suspiré y mis manos temblaron un poco:

"Tenemos que hablar, lo siento, Jin, en verdad lo siento mucho."

Apagué mi celular y salí corriendo de la sala para ir un momento a la cocina, para que Jungkook no viera que estaba llorando.

Soy una tonta, lo admito, pero no puedo abandonar mi matrimonio, menos cuando hay una oportunidad para salvarlo.

—Bunny, ¿qué te pasó? —dijo Jeon entrando a la cocina, al parecer igual me encontró.

—Nada, no es nada —dije y traté de controlar mis lágrimas.

—Ya amor, no llores —dijo y me abrazó—haré que lo olvides poco a poco.

¿A caso me lee la mente?

—Jungkook, cómo... —él me interrumpió.

—No sé quién es, pero Taehyung te vio con un hombre la última vez, y tus cambios de actitud confirmaron mis sospechas —confesó.

—Él... —me volvió a interrumpir.

—No quiero saber nada sobre él. Tal vez te devolvió la ilusión, pero Gaeul, si quieres que esto funcione, debes borrar todos esos recuerdos que tienes con ese hombre —dijo tranquilamente.

Cómo olvidar al hombre que me dio todo su amor cuando me sentía tan vacía.

—Jungkook, deseo que esto funcione, en verdad lo quiero. Pero necesito tiempo para procesar lo que está pasando —dije, y él asintió.

—Voy a pedir el almuerzo —dijo y me dejó sola.

Di un respiro profundo y golpeé la mesa con mis nudillos, porque todo tenía que ser tan difícil.

Tomé un vaso de agua y me senté en una de las sillas del comedor por unos minutos, hasta que decidí volver donde mi esposo.

—Solo dile que no eres quien él piensa, sino su hermana gemela —lo encontré viendo una novela.

Esta vez, caminé hasta el sofá y me recosté con mi cabeza en sus piernas. Él no dijo nada, solo acarició mi cabello con suavidad.

—Tenerte así, me hizo recordar aquella vez que estabas triste por una discusión con tus padres —bajó el volumen de la televisión para que me escuchara—viniste a mi departamento y te acostaste en mis piernas.

Soltó un suspiro profundo para continuar con su historia:

—Ese día me hiciste que te prometiera algo, ¿lo recuerdas? —yo negué con la cabeza—. Me hiciste prometer que no te haría preguntas cuando te sintieras así, que mejor solo acariciaría tu cabello para mostrarte que tienes mi apoyo, y todo estaría mucho mejor.

—¿Cómo puedes recordar todo eso? —pregunté sorprendida.

—Te amaba demasiado, tanto que cuando me dijiste que querías casarte conmigo, no pude dormir de la emoción —confesó—Gaeul, ahora yo te prometo que haré todo lo posible para volver a amarte como lo hacía antes.

—Kook, solo no quiero que me hagas arrepentirme de esta decisión —dije e hice que me mirara a los ojos—no sé cuánto dure esto entre nosotros, pero hagamos que esta oportunidad valga la pena.

Asintió, y el momento que acabamos de tener realmente conmovió mi corazón, porque me hizo saber que no todo su amor fue fingido.

Tal vez, darle una oportunidad a mi esposo, no va a ser tan malo como me lo imaginé. Cerré los ojos por un momento, apoyándome en su regazo, tratando de asimilar todo lo que había sucedido en tan poco tiempo.