CAPITULO 56: JUEGOS MALABARES.

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- ¡Chae Suk! -le llamó Eun Jin tan pronto como se bajó del coche.


Me volví hacia la casa y, una vez me hube guarecido debajo del porche, hice señales a Hoseok para que entrase. Oí a Eun Jin saludarlos efusivamente a mis espaldas.


- J Hope, voy a hacer como que no te he visto al volante -dijo con desaprobación.


-En la reserva conseguimos muy pronto los permisos de conducir -replicó Hoseok mientras yo abría la puerta y encendía la luz del porche.


-Seguro que sí -se rió Eun Jin.


-De alguna manera he de dar una vuelta.

A pesar de los años transcurridos, reconocí con facilidad la voz retumbante de Chae suk. Su sonido me hizo sentir repentinamente más joven, un niño. Entré en la casa, dejando abierta la puerta detrás de mí, y fui encendiendo las luces
antes de colgar mi cazadora. Luego, permanecí en la puerta, contemplando con ansiedad
cómo Eun Jin y Hoseok ayudaban a Chae Suk a salir del coche y a sentarse en la silla de ruedas. Me aparté del camino mientras entraban a toda prisa sacudiéndose la lluvia.



-Menuda sorpresa -estaba diciendo Eun Jin.



-Hace ya mucho tiempo que no nos vemos. Confío en que no sea un mal momento - respondió Chae Suk, cuyos inescrutables ojos oscuros volvieron a fijarse en mí.


-No, es magnífico. Espero que os podáis quedar para el partido.

Hoseok mostró una gran sonrisa.

-Creo que ése es el plan... Nuestra televisión se estropeó la semana pasada.

Chae Suk le dirigió una mueca a su hijo y añadió:

-Y, por supuesto, Hoseok deseaba volver a ver a Tae.

Hoseok frunció el ceño y agachó la cabeza mientras yo reprimía una oleada de remordimiento. Tal vez había sido demasiado convincente en la playa.


- ¿Tenéis hambre? -pregunté mientras me dirigía hacia la cocina, deseoso de escaparme de la inquisitiva mirada de Chae Suk.



-No, cenamos antes de venir -respondió Hoseok.



- ¿Y tú, Eun Jin? -le pregunté de refilón al tiempo que doblaba la esquina a toda prisa. para escabullirme.


-Claro -replicó. Su voz se desplazó hacia la habitación de en frente, hacia el televisor. Oí cómo le seguía la silla de Chae Suk.


Los sandwiches de queso se estaban tostando en la sartén mientras cortaba en rodajas un tomate cuando sentí que había alguien a mis espaldas.


-Bueno, ¿cómo te va todo? -inquirió Hoseok.


-Bastante bien -sonreí. Era difícil resistirse a su entusiasmo- ¿Y a ti? ¿Terminaste el coche?


-No -arrugó la frente- Aún necesito piezas. Hemos pedido prestado ése -comentó mientras señalaba con el pulgar en dirección al patio delantero.



-Lo siento, pero no he visto ninguna pieza. ¿Qué es lo que estáis buscando?



-Un cilindro maestro -sonrió de oreja a oreja y de repente añadió- ¿Hay algo que no funcione en el monovolumen? -Ah. Me lo preguntaba al ver que no lo conducías.



Mantuve la vista fija en la sartén mientras levantaba el extremo de un sándwich para comprobar la parte inferior.


-Di un paseo con un amigo.

Crepúsculo [Kookv]Where stories live. Discover now