-Entonces yo te ayudo- sentí una palma sobre mi cabeza despeinándome, observándole acercarse, empezando a instruirme cosas básicas. 

Dallen era definitivamente un buen profesor, tanto que entendí muy bien su forma de explicar y logré hacer toda mi tarea tan rápido que ni yo mismo me lo creía

-¡¡Muchas gracias por ayudarme con la tarea de hoy Dallen!!- dije muy feliz, abrazándolo de la alegría de ya no tener que preocuparme por nada el resto del día

-No es nada, sólo hice lo que pude para que me entendieras- dijo mientras me correspondía mi abrazo

Pero, ¿cómo fue que mi abrazo era así? Con mi cuerpo sobre él, con sus manos en mi cintura y nuestros pechos pegados, ¿en qué momento lo abracé así que no me di cuenta hasta ahora? No lo sabía, pero lo estaba disfrutando aún cuando reconocía que era una posición comprometedora y que cualquier cosa podría suceder ahora mismo

Mi cuerpo se estremeció cuando sus brazos me pegaron más a su cuerpo, haciendo que su manos tocaran mi cadera, y yo chocara mi mejilla con la suya, y cerré los ojos, y mis manos acariciaron su cabello, y estaba perdiendo el control de la situación, otra vez...

-Dallen...- susurré cuando mis manos acariciaban sus hombros

-¿Si, Kenneth?- murmuró a mi oído, haciéndome vibrar muy ligero, sintiendo sus manos acariciar mi espalda

-Yo...-

''Ring ring... Ring ring''

¡¡MALDITO TELÉFONO!!

Me sorbesalté y miré el teléfono de mi casa como si lo quisiera romper en mil pedazos -Disculpa- dije muy avergonzado, levantándome con una sonrisa torpe para responder la llamada -¿Hola?-

''¡¡HIJO!! ¿Cómo estás? Ya llegamos, acabamos de bajar del avión, queríamos decirte que te amamos y que...''

Escuché todo con una sonrisa en mis labios, me gustaba saber que estaban felices, y que confiaban en mi como para irse por todo el mundo a vagabundear como la pareja que son 

-Espero que se diviertan mucho, los quiero- cortando la llamada luego de que papá se despidiera, dejé el teléfono en su respectivo lugar y cuando me di la vuelta para regresar a sentarme a lado de Dallen, éste estaba frente a mi, haciendo que chocara con su pecho, colocando mis manos sobre este y él sus manos en mi cintura -Perdona, no te vi venir- dije muy apenado, sonrojado hasta las orejas

-Descuida, todo esta bien- dijo con ese tono tan seductor, tan delirante, tan envolvente -¿Te importa, si te abrazo por un rato más, como hace rato?- dijo a mi oído, caminando hacia atrás, tomando mi cadera para que lo siguiera, sentándose en el grande sofá individual que había en la sala, llevándome a sentarme encima suyo como hace unos momentos

-N-no, está bien- dije embobado por su cuerpo, su voz, sus gentiles tactos, sintiendo sus manos, su brazos apresar mi cuerpo, uniéndolo al suyo, tan pegados que podía sentir su perfume calentar mi piel 

-Perfecto- dijo en un murmullo, abrazándome, llevando su nariz a mi cuello, olfateándome con tanta intimidad que yo sólo respiré un poco torpe, suspirando con un poco de temblorina

Adiós orgullo, sucumbiría antes las caricias y palabras de Dallen, y no tenía contemplado negarme a ninguna de ellas

Sus manos tomaron mi cadera, yo acaricié sus hombros, su nariz olfateó mi cuello, yo solté un suspiro, dobló un poco más sus piernas, mi cuerpo se elevó y me apegó a su cuerpo otra vez, besando mi mejilla, tocando mi espalda sobre la ropa, llevando yo mis dedos a hundirse en su oscura cabellera, tan densa y abundante, tan profunda y de olor fascinante

-Kenneth...- susurró a mi oído, haciéndome enloquecer

-¿Si...?-

-¿Estás incómodo o... te molesta algo? No quiero que te sientas obligado a hacer esto- dijo muy amable a mi mejilla, besándola con suma calma, como una sutil caricia

-Para nada, estoy... Muy cómodo, ¿y tu? ¿te molesta algo?- pregunté, animándome a ver su rostro, se veía tan sereno, como si verdaderamente lo estuviese disfrutando tanto como yo, eso me hacía sentir una sensación de paz tan intensa que por inercia sonreí al ver sus orbes encima de mi

-Estoy disfrutándolo mucho...- susurró antes de besar mi otra mejilla, vagando por mi espalda con sus largas y grandes manos, eso me ponía muy nervioso pero me gustaba la sensación

Iba a decir algo, pero lo olvidé por completo cuando sus manos tocaron mi cadera y la hizo chocar contra la suya, haciendo que de mi boca saliera un quejido de ¿placer? ¿se había sentido bien? si, se había sentido muy bien incluso cuando yo mismo me preguntaba el por qué de la sensación. Sus manos me sostenían con fuerza, pero sólo la necesaria, mis manos por inercia lo tomaron de los hombros con rigidez y algo en mi cabeza despertó

''¡¡Cucú!! ¡Acuérdate de que ni siquiera son novios, algo así no sería más que casual y tal vez deje de tomarte en serio Kenneth!''

Ooooh no, todo menos que me tome el pelo

-A-ah, D-Dallen- dije justo antes de que volviese a dirigir mi cadera a la suya, haciéndome estremecer muy lento -C-creo que debes irte, acabo de recordar, que vi-vives lejos y.... No quiero que llegues cuando sea ya muy oscuro a tu casa- dije muy nervioso, levantándome a regañadientes de su regazo, verdaderamente sonrojado

-Tienes... Razón- caminé muy torpe hacia la entrada y lo esperé ahí a que llegara, lo escuché tomar su mochila y caminar hacia donde yo estaba.

Voltee para ver cuando de repente sentí su cuerpo abrazarme, su boca besando mi mejilla, su nariz oliendo mi cuello, y yo enamorándome de su esencia pura, llevando mis manos a su cuello, sintiendo las suyas en mi cadera, cargándome y yo aferrándome a él, sintiendo el choque provocado con nuestras caderas, haciéndome suspirar, enarcar la espalda, soltar un quejido de placer, enredando mis piernas a su cintura, dejando que sus manos tomaran de nuevo mi cadera y la guiaran a la suya, haciéndome cerrar los ojos. Descargas eléctricas era lo que sentía por todo el cuerpo, sobre todo mis muslos y espalda baja, aún más cuando sentí un intruso en mi cuello, una lengua y boca devorarlo, eso me hizo estremecer sin tapujos, al igual que un gemido lleno de placer, haciendo que abriera los ojos otra vez, no, no podía permitirme hacer esto, aún no

-T-tienes que irte- suspiraba a su oído, moviendo ahora yo mismo por mi cuenta mi cadera hacia la suya, jalando sus cabello, soltando bocanadas de aire a su oído, gemidos que no pude contener

-Lo sé... Ya me voy- dijo a mi cuello, lamiéndolo, haciéndome suspirar, poniendo mis manos en sus hombros, tratando de separarlo de mi cuerpo

A los segundos lo logré y lo saqué de mi casa, cerrando con llave y apagando la luz de la entrada, suspirando, tratando de recuperar el aire. Caminé a la sala para juntar todas mis cosas y correr a mi habitación, dejando todo en el escritorio de mi habitación, tirándome en la cama, suspirando, aún teniendo muy presentes sus caricias, sus palabras, sus acciones.

-He sido dominado por Dallen... Por la Tentación en vida misma- 

Te Deseo Mucha SuerteWhere stories live. Discover now