Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola.
Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar relaciones tan íntimas, haciendo que esa soledad creciera hasta hacerla una chica fría y dura ante...
No voy a mentir diciendo que me daba igual lo que significaba, porque en realidad me había llevado una pequeña decepción, pues esperaba encontrarme unas bonitas palabras, de esas que solo él me decía.
Sí, me había decepcionado un poco la carta.
Y sí, puede ser que sí tengan esas palabras que yo esperaba leer, pero ¿por qué escribirlas en un idioma que no entendía?
Lo único que sacaba de aquí es que Carlisle no tiene la cara para siquiera escribirme algo que entendiera, porque ni para eso tiene fuerzas.
Resoplé y tiré la carta sobre mi cama, sin meterla de nuevo en el sobre y sin siquiera doblarla.
Ahí se quedaría.
Ya no podía perder más tiempo, llegaría tarde sino
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Cuando llegué al instituto tuve la atención de las personas y todos sus ojos puestos en mi.
Era normal, llevaba el último mes de clase sin aparecer por aquí.
Cómo siempre hacía cuando iba al instituto, ignoré a todos, cuadré mis hombros y fui hacia donde se haría la ceremonia.
En la puerta me encontré con Charlie, quien estaba siendo saludado por, literalmente, todo el mundo.
─ Vaya Sheriff, hoy no pasa desapercibido ─ dije poniéndome delante suya.
─ Gala, ya llegaste ─ dijo con una sonrisa
─ No, soy su fantasma ─ dije irónica en tono bromista.
Charlie entonces viró los ojos y me empujó suavemente hacia el interior de la gran sala.
─ Venga, busca tu sitio.
Anda más poner un pie dentro sentí su aroma, la presencia de todos los Cullen y el aroma de mi padre cerca.
Alcé los ojos del suelo y enseguida me topé con los de Carlisle, quien ya me estaba mirando estando sentado al lado de Esme.
Ignoré su mirada y me caminé hacia los asientos de los graduados, pero antes de llegar Alice se me puso por medio.
─ Gala...si que has venido...─ dijo sorprendida.
─ ¿No habías visto mi decisión? ─ pregunté seria con la ceja alzada.
─ Si, pero...no sabía si la cambiarías en el último momento.
─ Agradécele a Charlie. No estaría aquí si no fuera por él ─ le respondí igual de sería.
Entonces, Jasper, quien iba vestido de amarillo y azul como todos los demás, se puso al lado de su pareja.
─ Estamos muy contentos de que hayas venido, de verdad ─ dijo con una de sus suaves sonrisas.
