Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola.
Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar relaciones tan íntimas, haciendo que esa soledad creciera hasta hacerla una chica fría y dura ante...
─ Tú me das igual, como si vas hasta China a por el otro estúpido. ─ dirigí mi mirada a Alice, estando hasta más enfadada. ─ Pero que vayáis a los Vulturis...
Alice apretó los labios, me acerqué a ella lentamente.
─ Vais a ir directos a Aro, Alice. Sabéis que lleva años buscándome.
─ G-gala...Edward te obviará de sus recuerdos, Aro no te verá. ─ dijo con su voz dulce. Volví a reírme irónica.
─ Nadie puede evadir el don de Aro... ¡¡Nadie Alice!! ¡¡Nadie!! ¡Ni el superdotado de vuestra asquerosa familia! ─ dije con asco ─ Vais a ir a salvar a uno de los vuestros... ¡¡Pero me vais a condenar a mí!! ¿¡A caso ya no hay ni una pizca de cariño por mí!? ─ pregunté preocupada
Pero preocupada por mí...tanto tiempo diciéndome que me iban a proteger...y ahora van a la guarida del lobo a decirle el paradero de la oveja.
─ ¡No! ¡Gala no pienses eso! ¡¡Todos te queremos!! ─ dijo con angustia
─ ¡¡No lo parece!! ─ grité con fuerza empujándola levemente ─ ¡Volveréis a joderme la vida! ¡Tendré que huir de nuevo! ¡¡Y todo por vuestra culpa!!
─ ¡¡Gala por favor!! ─ pidió Alice cogiendo mi mano
─ ¡No me toques! ─ rechacé quitándola enseguida.
─ ¡Gala! ¡Edward va a morir si no llegamos a tiempo! ¡¡Entiendenos!!
─ ¡Entenderme vosotros a mí! ¡¡Sois una panda de mentirosos!! ¡¡Todos!! ─ me separé un par de pasos hacia atrás ─ Y espero que tu conciencia esté intranquila cuando Aro diga mi nombre...porque ahí sabras que has firmado mi sentencia ─ dije entre dientes.
Los ojos de Alice se aguaron pero me dio completamente igual. Miré a las dos con rostro serio y sin importarme que se preguntaran como...salí corriendo de vuelta al bosque.
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Pasaron dos días en los que estuve únicamente por y para Seth y su familia.
Al día siguiente de todo lo ocurrido enterramos a Harry...Seth no quiso hablar con nadie y solo se mantuvo a mi lado, incluso tuve que obligarle a comer.
