Un par de días después estaba con Emily en su casa, nos hacíamos compañía mientras que la manada daba caza a Victoria.

Las dos estábamos cocinando un par de dulces, pues sabíamos que cuando los chicos volvieran estarían hambrientos como siempre. Pero a pesar de estar ocupada mantenía mi don activo, pues no sé porqué tenía una mala sensación, así que estaba vigilando a todos por si de verdad ocurría algo malo.

Es entonces cuando dejé de ver a los lobos correr tras Victoria para empezar a ver a Charlie, sabía que hoy habia ido junto con Harry y otros en busca de los lobos, por lo que también estaba preocupada por él.

Lo que no me esperaba era encontrarme a Charlie intentando encontrar el pulso de Harry.

De mis manos cayeron los cubiertos que tenía agarrados por el miedo que sentí al ver que Harry no respiraba.

Emily se acercó corriendo hasta mi con gesto preocupado.

─ Gala ¿Estás bien? ¿Te has cortado? ─ me preguntó mirando mis manos buscando algún corte.

Antes de poder contestarle solté un hipido y mis ojos se aguaron

─ E-emily...Harry ha...Harry ha muerto.

Al decirlo Emily se separó de mi instantáneamente, ni siquiera dudó de mi palabra.

Fui hasta el teléfono fijo de la casa y llamé al número de Charlie, quien me contestó en el segundo pitido.

─ C-charlie...¿Qué...? ¿Qué ha pasado? ─ pregunté yendo al grano

G-gala...─ me llamó con la voz rota ─ Harry ha tendió un ataque al corazón ─ me dijo carraspeando ─ Ha...ha muerto G-gala

─ ¿Donde estás? Voy ahora mismo.

Al colgar me sirvió con una simple mirada para que Emily me entendiera y las dos saliéramos de su casa. Nos subimos a mi Vespa y con prisa conduje hasta la casa de Harry.

Justo cuando aparcaba llegó a mi una visión



Isabella saltó de un acantilado sin pensarlo más de una vez. Ahora estaba dentro del mar, las olas golpeaban su cuerpo fuertemente llevándola hasta las rocas.

Cuando parecía que las olas se calmaban y que ella podría subir a la superficie una cabellera roja empezó a ser visible entre el agua alborotada, haciendo que la muchacha se pusiera nerviosa y golpeara su cabeza con las rocas



Cuando volví a mi Emily estaba corriendo hacia el interior de la casa, mientras que yo de nuevo estaba llenándome de preocupación.

La estúpida de Isabella había saltado de un acantilado.

Con prisa entré a la casa de los Clearwater, encontrándome a toda la familia llorando mientras que Charlie estaba apartado en una esquina aguantandose las lágrimas y Billy mirando por la ventana

Mi corazón se estrujó al ver al pequeño de Seth llorando en los brazos de su madre.

Empecé a estar dividida...¿Pedía un teléfono para llamar a Sam y avisar de la estupidez que había cometido Isabella? O...¿Me quedaba con ellos y les apoyaba en este momento tan duro?

Estaba preocupada por Isabella, puede morir si nadie sabia lo que habia hecho, pero por otro lado...al ver a Seth, volver a mirar a Charlie, ver que Emily no tenía su brillante sonrisa, ni Sue la suya cálida, incluso a Leah llorando...supe que tenia que estar al lado de mis seres queridos.

Que Isabella se hiciera cargo de sus actos

Fui hacia Charlie y le abracé con fuerza, él tardó un poco en reaccionar, pero cuando lo hizo me envolvió entre sus brazos con necesidad y empezó a soltar unos suspiros entrecortados por aún seguir aguantando las lágrimas.

Unos largos segundos después nos separamos, acaricié su mejilla dándole una pequeña sonrisa triste y con la cabeza señalé a la familia Clearwater, dándole a entender que iba a ir con ellos.

Fui hasta ellos y toqué con cuidado el hombro de Sue, los tres se separaron del abrazo que tenían y me miraron. Abrí los brazos para darle un abrazo a Sue, pero antes de que ella reaccionara ya estaba siendo abrazada por otra persona.

Suspiré entrecortada al escuchar los hipidos del llanto de Seth en mi hombro, le abracé con fuerza triste por verlo así.

─ Lo siento, mi vida ─ le susurré en el oído.

No me respondió sino que apretó nuestro abrazo y siguió llorando. Comencé a darle caricias en el pelo y miré a su hermana y a su madre, las dos nos estaban mirando por lo que les sonreí un poco para mostrarles mi apoyo.

─ Llévate a Seth...necesita tu apoyo. ─ dijo suavemente su madre.

Asentí e intenté separarnos, pero el pequeño de los Clearwater no quiso.

─ Seth...ya has escuchado a tu madre...vamos a tu habitación ¿Sí? ─ dije con voz calmada ─ Allí estaremos más cómodos

Esta vez Seth si que me dejó romper el abrazo, sonreí, le limpié con cariño las lágrimas de sus mejillas y le cogí de la mano para ir hacia su habitación.

Nada más cerrar la puerta no me dejó hacer nada más, pues volvió a lanzarse a mis brazos y a llorar, dejando salir todo el dolor que sentía ahora.

Estando abrazados comencé a caminar, haciendo que Seth fuera hacia atrás, y conseguí que los dos nos sentáramos en su cama.

A partir de ahí no me preocupé de nada más. No pensé en Charlie, ni en Sue, ni Leah, ni Emily, ni Jacob, ni Sam, ni...en Isabella. Me centré únicamente en el chico que estaba en mis brazos.

Y para no mentir...el estar los dos solos sin nadie interrumpiendo y el no pensar en nadie más que en Seth, me relajó un poco a pesar de la mala situación en la que estábamos.

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