Europa

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Matias no podía o no quería escuchar una sola palabra más, sentía que la cabeza le iba a explotar en miles de pedazos.

Se sentó en la cama apoyándose una mano en la nuca y respiró hondo mientras Enzo, apoyado en el mueble justo en frente suyo, esperaba su reacción.

Sin embargo el silencio era total, no podía leer sus pensamientos, no registraba molestia, enojo ni sorpresa. en su cara no había nada.

-sé que todo suena mal,como si fuera una película...

-no te quiero escuchar más, Enzo, basta-le pidió llevando su cara hacía abajo, estaba mareado

-pero tenés que escuchar, te estoy diciendo que las fechas no concuerdan

-deben estar mal entonces

-Mati-le dijo acercándose para apoyar una rodilla en el piso, y quedar así a su altura- sé que estás emocionado, pero te estoy diciendo la verdad, las fechas no concuerdan, cuando supuestamente ella se embarazó, vos estabas conmigo

-esas cosas no son exactas-le dijo mirandolo

-si lo son

-Enzo, entiendo que estás celoso...

-¡pero escuchame! ¡no es eso! te digo que no hay forma de que sea tuyo...

Mati se levantó bruscamente, necesitaba alejarse un poco de él

-capaz tenías razón y necesitábamos un tiempo...

-Mati,no hagas esto, escuchame una vez en la vida,habla con ella, mira los estudios, hace las cuentas,no me creas si no querés, comprobalo por vos mismo-insistió poniéndose de pie

Ser padre nunca había sido parte de su plan de vida, pero hacía un mes que eso era la realidad y él estaba feliz, podía imaginarse con un hijo.
ahora todo era más confuso y siniestro, algo en su cabeza le decía que Malena no era capaz de algo asi.

Sin embargo, también le decía que Enzo no diría esas cosas de no creerlas realmente.

Aturdido, tomó su campera y salió de la habitación del hotel, ignorando las llamadas de su novio.
tenía que sacarse las dudas.

●●●

El viaje hasta la casa de Malena le resultó eterno y fue un tiempo suficiente para convencerse de que Enzo no podía estar mintiendo.

Al llegar, ella lo recibió y dejó pasar sorprendida.

-no te esperaba ¿todo bien?-le preguntó al ver que Mati no hablaba, solo entró a la sala y daba vueltas rascándose la cabeza, gesto perfecto de nervios

-no es mio ¿no?-la increpó mirandola a los ojos-tu bebé no es mío

-¿eh? ¿otra vez con eso?-le preguntó ella indignada

Él busco con la mirada los sobres de los análisis que Enzo había visto horas antes, para su fortuna seguían allí, asi que no dudó en revisarlos

-Matias ¿que haces?-le gritó Malena intentando sacarselos, pero era tarde, él estaba comprobando con sus propios ojos toda esa historia que Enzo le había contado.

En una mezcla total de enojo, decepción y angustia, se sentó en el sillón y tomó la cabeza entre sus manos, nuevamente le parecía que iba a explotar

-no quise hacer esto-dijo ella nerviosa, había empezado a llorar

-fue sin querer-ironizó él sin mirarla

-¡me sentía sola! el tipo no se va a hacer cargo, no pretendía nada más que tener un papá para mi bebé...

-vos sos una enferma-le dijo poniéndose de pie,listo para irse

-Mati...

-no quiero volver a verte nunca ¿me escuchas?

Supo que ella dijo algo más y que intentó detenerlo, pero él se fue sin mirar atrás, finalmente había dado por terminada esa historia.

●●●

Volvió al hotel casi corriendo, Enzo tenía un viaje esa misma noche, tenía que volver a Uruguay y de allí tenía programados varios viajes por algunos países de Europa.

Sin embargo al entrar a la habitación lo encontró allí, sin ninguna valija lista.

-no te fuiste

-no, lo cambié para mañana, no sabía dónde estabas y no quería irme sin verte antes

Mati se sentó en la cama. ahora la cabeza no parecía explotar, parecía más bien despegada de su cuerpo.

Enzo, con cierta precaución, se sentó a su lado.

-tenías razón, no es mio-dijo totalmente apagado

-lo lamento

-sé qué no

-no digas eso, sé que estabas feliz, y yo también, no era lo ideal, pero...

Enzo no pudo seguir hablando, Mati había empezado a llorar, y su llanto era desesperante.

Sin decir nada, Enzo lo abrazó y él se escondió entre sus brazos,como si fueran su principal refugio en la vida.

-¿me puedo ir con vos mañana?-le preguntó sin dejar de llorar

-podes irte conmigo siempre vos

Mati levantó la cabeza y lo miró.
Enzo le secó las lágrimas con el pulgar y luego besó sus mejillas húmedas con una tranquilidad reconfortante

-perdón por no creerte, es que...¡es una mierda esto! ¿a quién le pasan estás cosas? ¡soy el único pelotudo!

Enzo sonrío y, acariciandole el pelo, le besó la frente

-te propongo dejar esto atrás y que vengas conmigo a Europa, como vacaciones de toda esta demencia

-no sé si Europa...

-¿dejas que papi te lleve a Europa?

eso hizo sonreír a Matias, Enzo tenía una gran facilidad para hacerlo sonreír en cualquier circunstancia

-callate,pajero, en la cama sos papi nada más

-estamos en la cama-le dijo sonriendo. Mati sintió como algo aleteaba en su estómago, casi literalmente, al notarle los hoyuelos que se le formaban en las mejillas

-te mojé todo el buzo-le dijo notando las marcas de sus lagrimas en la tela azul

-bueno, ahora si o si tenés que venir conmigo, me arruinaste un buzo y todos sabemos que eso se paga con un viaje

Mati sonrío y miró sus valijas, no tenía tiempo que perder, debía armarlas pronto ya que Europa los esperaba.

Mirando el fuego: 𝐞𝐧𝐳𝐨 𝐱 𝐦𝐚𝐭𝐢𝐚𝐬Où les histoires vivent. Découvrez maintenant