Willingly Baited [GL]

Capítulo 11

Capítulo 11

Qin Wanshu asocia a Zuo Qinghuan y Han Shibin juntos, no sin dejar rastro. La primera vez que Zuo Qinghuan la vio, esa mirada de asombro, junto con su breve interacción, a Zuo Qinghuan no le pareció desconocida. Vagamente sintió que Zuo Qinghuan la conocía desde hacía mucho tiempo, aunque no la reconociera. Sólo cabía una posibilidad: ella conocía a alguien que ambos conocían y, a través de esa persona, tomó conciencia de su propia existencia. Irónicamente, anteayer Zuo Qinghuan dio a entender que ella tenía ese tipo de identidad, razón por la cual Qin Wanshu relacionaría a Zuo Qinghuan y Han Shibin.

Qin Wanshu miró el informe de investigación que tenía en la mano, y no supo decir si era decepción o enfado. Sus manos sujetaban con fuerza el papel de grosor medio, haciendo que se arrugara. Qin Wanshu piensa que no es una santa, pero hizo un voto de lealtad de por vida cuando se casó. Sin embargo, Han Shibin había traicionado ese juramento. El hombre que siempre había sido cariñoso y atento la había traicionado, algo que a Qin Wanshu le costaba aceptar. Qin Wanshu también se sentía incómoda por culpa de Zuo Qinghuan. Cuando Qin Wanshu pensaba en el nombre de Zuo Qinghuan, era como si su corazón se retorciera, desigual, atascado allí a la fuerza, como una espina de pescado atascada en la garganta, y ni siquiera pudiera escupirla. Nadie le había provocado a Qin Wanshu una emoción tan molesta como Zuo Qinghuan. Sólo de pensar en Zuo Qinghuan preguntándole repetidamente si era frígida, Qin Wanshu no pudo evitar agarrar el papel aún más fuerte. Zuo Qinghuan se estaba burlando claramente de ella, y nunca nadie se había atrevido a tratarla así desde que era una niña.

Qin Wanshu caminó desde el vestíbulo hasta la sala de estudio, tocar las frías cuentas de piedra en sus manos alivió mucho sus emociones. Desde la infancia hasta la edad adulta, su abuelo le enseñó a cultivar su salud, y al final lo consiguió. Qin Wanshu no siempre había sido así. Cuando los demás la veían en su momento más elegante, nunca imaginarían que había pasado horas practicando meditación de niña, bajo la vigilancia disciplinaria de su abuelo, obligada a cultivarse. Un genio sin esfuerzo acabaría al final como la tragedia de Zhongyong*. Así que todos los hijos de la familia Qin tienen diferentes requisitos debido a sus diferentes aptitudes. Cuanto mayor es el talento, más estrictos son los requisitos. Cuanto mayor es el potencial, más estrictas son las exigencias. Esta es la razón por la que la familia Qin se mantuvo próspera durante siglos, inseparable de su estricta educación.

[*un ensayo argumentativo de Wang Anshi, una historia sobre un hombre llamado Fang Zhongyong que poseía una inteligencia natural pero no siguió aprendiendo, lo que finalmente le llevó a la oscuridad entre las masas.]

Qin Wanshu se tranquilizó y pensó: bueno, llegados a este punto, no era la única que se sentía enfadada. Lo que más importaba era cómo decidiera proceder. No quería divorciarse de Han Shibin ahora, a pesar de su decepción con él. Qin Wanshu estaba segura de que el comportamiento de Han Shibin se debía más a una falta de autocontrol que a una infidelidad. Lo más inteligente para una mujer como ella era mantener la compostura y seguir aparentando un matrimonio armonioso. Al fin y al cabo, su decisión inicial de casarse con Han Shibin se había sopesado teniendo en cuenta varios factores. El matrimonio se había producido porque ella estaba en edad de casarse, y Han Shibin apareció por casualidad en ese momento. Sus orígenes eran similares, él era sobresaliente y la trataba bien, y a ella le gustaba, si no le disgustaba.

Zuo Qinghuan, ¿cómo debo tratar a esta mala mujer de piel inocente? Qin Wanshu frotó ligeramente con la mano izquierda el antiguo brazalete de jade de su muñeca derecha, con una mirada insondable. 'Zuo Qinghuan, eres la primera mujer que me hace sentir enfurecida. Te traté bien de verdad, y tú jugaste conmigo.' Sólo pensarlo enfurece a Qin Wanshu.