𝐘𝐨 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐠𝐚𝐧𝐨 // 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 𝐑. 𝐚𝐧𝐝 𝐘𝐨𝐮.

✧Extra ⁶✧

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📍: Hogar, dulce hogar.
(J)

"Adolescencia"

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(Años atrás)

- ¿Aún sigues procesando la ducha que nos dimos juntas? ¿Es por eso que estás tímida y no quieres acostarte conmigo? No hay necesidad de estar apenada, te acabo de ver...

- Suficiente, por favor.- me pidió Olivia.

Mi ahora esposa.

- Lo siento, tal vez fui demasiada directa. Oye, sino quieres acostarte conmigo, lo comprendo. Solo permíteme tomar mi pijama para irme a dormir a la habitación de huéspedes.- me levanté de la cama.

- Descuida, no es necesario.- murmuró acostándose a mi lado.

Hoy es nuestra primera noche juntas como casadas y al parecer Olivia aún lo sigue procesando.

- Espera...

- ¿Sí?.

- ...No, nada.- negué respirando profundo.- Mejor olvídalo, buenas noches.- le di la espalda para poder lograr conciliar el sueño.

No se cuánto había pasado desde que fingí dormirme y finalmente lo había conseguido en verdad pero escuché un susurro que me despertó.

- Demonios.- de reojo noté como mi esposa se levantaba de la cama y salía de la recámara así que la seguí encontrandola sentada en un sofá de la sala y viendo la TV.- ¿Que sucede? ¿No puedes dormir?.- negó con pocos ánimos así que me senté a su lado y cambié de canal.- Veamos esto.- coloqué un documental acerca de los leones.- ¿No te gustan los animales? Son curiosos y graciosos.- asintió levemente.- ...¿Estás enojada?.

- Seré honesta contigo, J ¿Tú lo serás conmigo?.

- Es que yo ...yo ...

- Se está haciendo tarde y tú solo me confundes más.- se levantó dispuesta a irse.- Lo mejor será irse a dormir y luego seguimos con el juego de palabras ¿Te parece?.

-  Espera...¿No tienes hambre?.- sonreí nerviosamente.

- ¿Hambre?...No, no tengo pero si a ti se te apetece algo, te lo puedo preparar.- cansada empezó a caminar hacia la cocina pero la detuve poniéndome en su camino.

- Te lo agradezco pero siempre ceno a estas horas así que ya es algo normal que me traigan mi pedido a domicilio, y bueno, apenas acabo de cambiar la dirección a esta, nuestra nueva casa.- de repente el timbre sonó así que empecé a caminar hacia la puerta.- ...Ahí está, siéntate ¿Quieres? Vuelvo enseguida.- le pagué al repartidor y nuevamente regresé donde mi esposa.- ...Estoy de regreso.- dejé las tres bolsas sobre la pequeña mesita del centro.

- Wow, es mucha...comida.- murmuró asombrada.

- Por supuesto, ahora tengo a mi esposa, no solo soy yo.- empecé a sacar la comida.

- Entonces, sabías que desde un principio cenaría contigo ¿No?.- se cruzó de brazos.

- Exacto, que inteligente eres amor.- le toqué la punta de la nariz para luego seguir con lo mío.- Vamos, sonríe y deja de estar enojada conmigo ¿Sí?.

- ¿Soy tan infantil contigo que necesitas de una cena para reconciliarte conmigo?.- la miré confundida.

- Vamos, no me refiero a eso. Mira, pedí tus galletas favoritas.- se las mostré.

- Gracias pero es demasiado tarde y me pueden caer pesado.- trató de levantarse pero la detuve tomándola de la muñeca.

- Bonita ¿Me podrías decir que hice mal? Es que hasta este punto yo aún no comprendo. Ví algunas telenovelas incluso para encontrar alguna solución pero nada se asimila a lo que está pasando.- admití con miedo a que se estuviera arrepintiendo de haberse casado conmigo.