𝐘𝐨 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐠𝐚𝐧𝐨 // 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 𝐑. 𝐚𝐧𝐝 𝐘𝐨𝐮.

✧Suegritos✧

« Horas antes
📍: Hospital.
(Max)

Me dí la vuelta y salí ante la orden de mamá al decir que busque a Ross. No lo dudé dos veces, tenía que encontrarlo, tal vez y todo mejoraría. El y yo terminaríamos en buenos términos, tal vez y mis padres dejarían de lado toda esta homofobia y por fin todos estaríamos en paz.

Al llegar a mi destino, le pagué al taxi y caminé hacia el edificio más cercano y de fachada anaranjada. Mientras más subía por el elevador, más eran mis nervios de encontrarme con aquel rubio.

Suspiré y empecé a dar pasos escuálidos hasta llegar y tocar el timbre. Esperé unos cuantos segundos hasta que la puerta se abrió dejando ver a un molesto Ross de brazos cruzados.

Su pelo estaba desordenado, solo llevaba una playera blanca y unos pants negros. Aún con esas fachas, se veía tan guapo...¡No Max, concéntrate!.

- ¿Qué haces aquí?. Deberías estar con tu papito que está entre la vida y la muerte solo por seguir siendo terco y no aceptar la ayuda de los demás.- escupió molesto.

- ¿Estás...enojado?.

Ok, mi pregunta fue demasiado tonta.

- ¡Exacto!. Pero no solo enojado con el, sino también con el estúpido destino, la maldita vida y contigo también.

- ¿Yo que te hice ahora?.

- La verdadera pregunta es, ¿Qué no me hiciste?.- su voz se quebró un poco.- ¿O qué?. ¿Ya no recuerdas cuando me rompiste el corazón solo para quedar bien con tus padres?.

Sentí una punzada al ver cómo una traicionera lágrima rodaba hasta su mejilla. Lo único que quería es abrazarlo, decirle que todo iba a estar bien, todo mejoraría y finalmente podríamos estar juntos. Pero le sonaría divertido, hasta a mí me suena, diría que estaría jugando solo con él y esa idea no me agrada.

- ¿Te gusta jugar con mis sentimientos o qué?. Finges no conocerme, finges haber olvidado todo de la noche a la mañana y al siguiente día vienes a buscarme. ¡Eres un idiota!.- intentó cerrar la puerta pero lo evité al colocar mi pie quedándome de dolor.

- No me tengas en ese concepto. Se que lo que hice no fue lo mejor no para ti, ni para mí ni para nadie.

- Como siempre, diciendo excusas...

- ¡Bien!. Puedes tomarlo así si quieres. Esto es solo una excusa para no tirarme a llorar a tus pies y rogarme que me perdones. Porque haría eso y más solo por tí. Te amo Ross.- abrió sus ojos sorprendido.- Te amo como nunca he amado, te amo hasta el punto de dar la vida por tí...¡Hice mal y no sabes cuánto me arrepiento!. Tenía todo en mi vida a tu lado pero lo eché a perder.- sollocé triste.

- ¿Por qué hasta ahora Max?. ¿Por qué recibo un te amo sincero de tu parte hasta ahora, demonios?.

- Lo siento. No te lo había dicho antes por cuidado, quería estar bien con mi familia y no meterte a una tóxica y homofóbica, pero fallé. Los perdí a ellos, te perdí a ti...Me di cuenta muy tarde que eras lo único que necesitaba para estar bien. Quería decirte te amo no solo con palabras, sino también con hechos.

- ¿Tanto te resulta difícil decir te amo?.- trató de cerrar la puerta pero puse más fuerza para evitarlo.

- Te he dicho te amo. ¿Lo olvidaste?. Si es así, te amo Ross. Te amé, te amo y te amaré por el resto de mis días. Te he amado desde el día que naciste y te amaré hasta nuestro último suspiro. Quiero casarme contigo y gritar a los cuatro vientos lo mucho que te amo.

En shock, Ross soltó la puerta así que me recompuse rápidamente para abrazarlo fuertemente mientras que el sollozaba. Le besaba el costado de su cabeza mientras le susurraba que todo estaría bien.