Primera Cita

105 2 0
                                    

Esta no era la primera vez que tenía una primera cita, tampoco iba a ser la última. Lo conocí por Tinder, a todos los conozco por Tinder. peli negro, ojos negros,voz agradable, el chat que mantuvimos por WhatsApp fue suficiente para que aceptara conocerlo. El encuentro iba a ser en una cervecería, la elegí porque si bien es un lugar público y seguro pero también por su ambiente relajado y oscuro. Caminé hasta la entrada, llegaba unos minutos tarde para asegurarme que él estuviera ahí. Mi vestido era negro con falda corte campana y tirantes finos que cruzaban sobre mi escote hasta desaparecer en mis hombros. Mis rulos rubios sueltos caían sobre mi espalda y enmarcaban mi cara con un aire tan angelical que se volvía en perfecto antónimo de lo infernal de mi pecho. No acostumbro maquillarme mucho, un poco de Rimmel, sombras y un brillo labial son suficientes para realzar mis ojos verdes y mis labios carnoeres. Como dije, no era mi primera cita y sabía que menos es más.

"Estoy con una camisa azul" me texteó. Lo vi de pie en la vereda y quedé satisfecha con su aspecto, era muy alto y se veía descomunalmente hermoso. Lo saludé con un recatado beso e ingresamos al local. Nos llevaron a una mesita en un rincón de la cervecería me senté cerca suyo quería estar a su alcance, por las dudas.

- eres Zabdiel, ¿verdad? – Me reí.

- ¿Qué pasa si te digo que no? – Lo golpee juguetonamente.

- Te pareces mucho a Zabdiel.

- Ah, ¿si? ¿Es lindo?

- Muchísimo.

El coqueteo era tranquilo pero prometía. Pasamos la primera pinta hablando sobre nuestros trabajos, nuestros planes de vida, nuestra vida en general. Las primeras citas son así: una presentación colorida sobre nosotros mismos son los siguientes encuentros los que de a poco van resaltando las partes oscuras de nuestro ser. Lo vi mirarme el escote, no lo culpo me puse este vestido para que centre su atención en mis tetas. El negro del vestido resalta lo pálido de mi piel hasta yo, cuando me miro al espejo, siento unas fuertes ganas de acariciar ese pedacito de cielo.

- Qué extraño, una chica tan linda como tú en Tinder.

Revoleé los ojos - ¿Por qué no? tú también estabas ahí.

- Es que yo...

- ¿...eres hombre? No me canso de explicar que las mujeres también buscamos activamente a los chicos- lo miré picarona y susurré - ¿Sabías que nosotras también estamos en Tinder buscando coger?

Se rió – No me digas que tú eres una de esas! – Actuaba sorprendido pero su sonrisa era la de alguien que por fin se relajaba.

- No te lo digo entonces – apoye suavemente mi mano en su rodilla – Tampoco voy a mencionar las ganas que tengo de mover mi mano.

Zabdiel suspiró, con su mano me guió a su entrepierna y sentí como su bulto comenzaba a hincharse. Él miró a su alrededor nervioso, su respiración se volvía cada vez más fuerte con cada círculo que dibujaba mi dedo sobre su glande. El jean que llevaba puesto cada vez quedaba más tenso, la moza trajo nuestras segundas pintas y comencé a beber sin dejar de acariciar su miembro. Me incliné hacia el sobre la mesa, mi seno derecho estaba cubierto por mi pelo y nadie del bar podría ver que la mano de Zabdiel acariciaba mi pezón sobre la ropa.

- Cómo me calientas loca

COMPLETA EN ELSEY RELATOS. LINK EN MI PERFIL Y EN LOS COMENTARIOS

Imaginator HOT, CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora