Medianoche

282 9 0
                                    

—Por favor ¡Suéltame! ¡No, No Basta!

Estoy en mi cuarto. ¿Cómo ha entrado? Estoy segura de haber cerrado la puerta.

—Detente por favor, no lo hagas... llévate lo que quieras pero no me hagas nada. ¡Déjame!

¿Por qué me siento tan débil? Mi cuerpo no responde, estoy dejando que mi contrincante lleve la ventaja. Estoy desnuda. ¿Cuando pasó esto, si hace un momento tenía mi ropa puesta?

Le grito que me deje, pataleo, pero es como si no me oyera. Está sobre mí, y ni siquiera se inmuta ante mis quejidos. Es una lucha sorda, y está persona está ganando. No puedo ver quién es, está oscuro. Siento sobre mí el peso de su cuerpo, la textura de su ropa, su calor y sus labios.

Dios mío, ¿Qué va a hacerme?

Lo único que hice ayer fué llegar del trabajo como todos los días, ducharme, cenar y ver televisión un rato. Incluso cerré la puerta con candado y todo. No sé cómo puede haber entrado.

Empiezo a temblar y simplemente me congelo. Mi cuerpo no responde a mis pensamientos, los brazos y las piernas los siento igual que cuando fuí a un gimnasio por primera vez. No puedo creer que esto esté pasando. Su boca roza mi piel, se acerca a mi cuello y succiona. En cuanto siento el tacto de su lengua me mojo inmediatamente...¿Pero qué carajo? ¿Por qué?

Entonces reúno fuerzas e intento gritar pero sólo sale un susurro:

— Au...xilio

Aún así siento que este personaje me ha escuchado porque inmediatamente pone sus labios sobre los míos. Siento su sabor y aunque su textura es extraña no me desagrada. Igualmente mi boca se abre rechazando la suya. Intento decirle que no, pero siento que sus labios atrapan mi grito. Al mismo tiempo los míos están ignorando mis propias órdenes, quedándose inmóviles y dejando pasar su lengua, haciéndome sentir el sabor de un criminal a través de su saliva.

De pronto una risa ahogada atrae mi atención y el rostro del ser que me está ultrajando toma forma. Su cara me parece familiar, pero no logro reconocerla. Tiene una sonrisa bonita, los ojos cafés y los labios pequeños y rosados. ¿Pero quién es?

Como una respuesta ante mi impresión suelta una leve carcajada y se separa de mí, descendiendo lentamente en dirección a mis partes íntimas. Ante lo obvio, intento cerrar mis piernas, pero las siento pesadas como rocas.

Con una sonrisa lasciva va bajando poco a poco hasta llegar a mi clítoris y 

Si quieren seguir leyendo pueden encontrarlo completo en Elsey relatos. Link en mi perfil .

Imaginator HOT, CNCODove le storie prendono vita. Scoprilo ora