─ No ─ respondió Jacob por mi.

─ Jacob ─ le reté cruzándome de brazos. Miré a Sam ─ Sí, ya sabéis dónde está mi casa. Avisad antes de venir y ya.

Jared saltó en su sitio emocionado, Paul sonrió prepotente y Sam asintió con la cabeza

Después de dirigirse una mala mirada con Jacob y sus amigos, los tres lobos se alejaron de nosotros sin decir nada más

Nos quedamos en un silencio tenso en el que todos me miraban, Jacob molesto por aceptar y los demás extrañados por la escenita

─ Me voy ─ avisé

Cogí mi toalla, el neopreno que me cambie al salir del mar y la tabla de surf.

─ ¿Qué? ¿Ya? ─ preguntó Tyler

─ Si, me esperan para cenar ─ mentí.

En realidad me esperaba Carlisle y los Cullen, pero no lo diría. Aunque también era porque no quería responder ninguna pregunta que sé que me harán

Jacob suspiró

─ Te acompaño ─ Se ofreció

─ No, quédate con Isabella

─ Gala está oscuro

─ Tu casa está cerca

─ Te acompaño ─ volvió a repetir

─ Que no niño, quédate y sigue divirtiéndote. ─ fui hasta él y le di un beso en la mejilla ─ Luego acompaña a Isabella a su casa, estará más oscuro.

─ ¿Y tu si puedes ir sola por la noche? ─ me dijo jocoso cruzándose de brazos

─ Si, si puedo.

Fui hasta Embry y Quil chocando palmas en forma de despedida, y después hasta Tyler para hacer el choque de manos que me enseñó en el comedor.

─ Adiós chicos ─ me despedí de los demás

Cuando llegué a la casa de los Cullen Edward y Rosalie ya me esperaban fuera

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Cuando llegué a la casa de los Cullen Edward y Rosalie ya me esperaban fuera.

─ Regresé sana y viva ─ Bromeé abrazando a Rosalie

Los dos giraron los ojos

─ ¿Todo bien? ─ preguntó Edward

─ Si, todo bien.

─ ¿Te encontraste con ellos? ─ preguntó esta vez la rubia

─ Sí ─ los vi fruncir el ceño ─ pero solo me abrazaron y se tranquilizaron.

─ ¿Te abrazaron esos lobos? ─ preguntó Carlisle llegando de la nada.

─ Si, eso he dicho ─ dije con una sonrisa.

─ Mmh...─ se cruzó de brazos mirando hacia el interior de la casa.

─ Me voy a dormir, ¿me acompañas? ─ pregunté divertida.

Se me hacía gracioso ver a Carlisle al menos un poco celosito.

No recibí respuesta del rubio, pero al comenzar a entrar por la puerta me siguió agarrándome de la cintura.

─ Buenas noches chicos, Esme ─ saludé al verlos a todos en el salón.

Entré y fui a darle un beso en la mejilla a todos, incluida Esme

─ ¿No vas a cenar? ─ me preguntó dulcemente la mujer

─ No, estoy bien. Hay más sueño que hambre ─ dije sonriendo

Subimos los dos las escaleras hasta la habitación del doctor. Saqué mi pijama del armario y empecé a sacarme la camiseta. Estaba por quitarme el sujetador cuando Carlisle habló

─ ¿Siempre te tienen que abrazar para tranquilizarse? ─ preguntó mirándome de brazos cruzados.

Me reí levemente y caminé hacia él. Al estar enfrente suya rodee su cuello con mis brazos, él puso sus manos en mi cintura desnuda, haciendo que mi cuerpo se estremeciera por su fria temperatura.

─ No hace falta, con estar cerca mía ya se tranquilizan ─ le respondí a su pregunta

─ ¿Entonces para que te abrazan? ─ volvió a preguntar apretando mi cintura. Sonreí juguetona

─ Supongo que para sentirlo más cerca. Como yo hago contigo al abrazarte para sentir mejor tu aroma

─ ¿Me estas diciendo que esconden la nariz en tu cuello? ─ preguntó con el ceño fruncido imaginando la cena.

─ Solo dime que no te gusta y les pondré un tope ─ respondí jugueteando con su pelo.

Carlisle subió una de sus manos lentamente por mi espalda erizando mi piel hasta llegar a los enganches del sujetador y hacer fuerza para apretarme contra su pecho.

─ Que no lo hagan ─ me pidió con sus ojos dorados brillando.

Escondió su rostro en el hueco de mi cuello y aspiró mi aroma para después darme un beso en el mismo lugar.

Cuando volvió a mirarme sentí como el sujetador se desabrochaba, Carlisle me quitó suavemente los tirantes quitándomelo por completo. Me empujó a la cama haciendo que me sentara en el borde, se acercó a mi y empezamos un dulce beso.

─ Levanta los brazos ─ extrañada le hice caso

En un santiamén tenía puesta mi camiseta del pijama. Le sonreí divertida virando los ojos.

─ Ponte el resto. Voy a hacerte un vaso de leche.

Cuando salió de la habitación suspiré haciendo un mohín.

No podía quitarme el sujetador y después no hacer nada.

Me puse el pantalón del pijama y me metí a la cama esperando ese vaso de leche aun después de haber dicho que no quería cenar.

Sempiterno || °Carlisle Cullen° Where stories live. Discover now