-Waffles.

-Waffles serán.

Eithan pidió la orden. Estaba enamorada del lugar. Todas las paredes eran blancas. Las mesas y las sillas eran de madera natural. Del techo colgaban varios focos y había muchas masetas con flores de todo tipo de colores.

-Hera, sé que es muy pronto para...nuestra primera cita.-Caramba. Era nuestra primera cita y yo ni enterada, creía que solo era una invitación de amigos.-Y bueno, no voy a ser el típico chico que te dirá que desde el día que te conocí me enamore totalmente de ti. No fue así. Seré sincero contigo.-solo espero que no duela.- Conozco miles de chicas hermosas, ya sabes, buenos cuerpos, lindas caras. He salido con muchas de ellas, pero son aburridas. Solo se interesan por su apariencia y eso me aburre. Sin embargo, pienso que tú no te interesas por la apariencia, y eso me agrada. Las veces que llegaba a verte en la biblioteca, te veía con la ropa más cómoda del mundo y te veía bien. Eso me encanta de una mujer. Que se vea y se sienta bien con lo que lleva puesto.

-Deja los rodeos a un lado Eithan-empecé a reír.

-Lo que quiero decir es que, me gustaría conocerte más, claro, si tú quieres.

-Me encantaría. Pero si nos vamos a conocer, que sea divertido e interesante.

-Prosigue...

-Solo podrás preguntarme 10 cosas, de cualquier tipo.

-Pero 10 son muy pocas.

-Por eso, lo interesante y lo divertido de todo esto es qu debes pensar bien.

-¿Me estas retando?

Una chica nos trajo nuestra comida y la puso en la mesa, tome mi jarrón de smoothie y bebí un poco de él.

-Sí es quieres...así será.

-Debes saber que yo odio los retos, son un asco en ellos. Pero esta vez, seré el mejor. Primera pregunta.- me miró seguro.- ¿Cuál es tu nombre completo?

-Hera Riley.

-¿Cambiarías tu pasado? ¿Sí o no y porque?

-No, porque... mi presente sería diferente y no estaría aquí.

-Que linda.- mordió su waffle.- Si tuvieras la oportunidad de cambiar algo de tú cuerpo, ¿qué sería?

Mordí mi labio. Era una pregunta un tanto difícil. Tenía que pensar bien, ya que si decía algo estúpido, Eithan podría cambiar su opinión respecto a mí.

-¿Ser lampiña?

-¿Hablas en serio?-empezó a reír.

-Sí, no sabes lo monótono que es la depilación.

-Me agrada mucho que no hayas dicho, "Tener ojos claros, ser delgada, ser más alta..."-dijo con voz femenil.

-Siguiente pregunta.

-¿Canción que odias, pero te sabes de memoria?

-Aqua, Barbie girl.

-Que canción tan más repugnante. Sí pudieras cambiar tu nombre ¿por cual lo cambiarías?

-No, nunca lo cambiaría. Yo amo mi nombre.

-Yo también lo am... me encanta- balbuceó. ¿Te gustaría tener hijos?

-Sí, me gustaría tener cuatro.

Eithan escupió su comida. Inmediatamente se paró y limpio. No lo miré con asco, sino con una mezcla de ternura y risa. Estaba nervioso.

-Cua-cuatro... wow.

-¿Por qué hiciste todo eso?- señale su batidillo.

-Me sorprendí.

-¿Siguiente pregunta?-le sonreí de lado.

-¿Qué es lo que más te gusta de un hombre? Dime 5 cosas.

-Que sea alto, tenga una espalda ancha, que sea inteligente, que ame la música con todo su ser y...

-que le guste leer-dijimos al unisonó.

Terminamos de comer y el pidió la cuenta. Pagó y nos fuimos. Eithan me dijo que me había llevado ahí porque-aunque era muy pero muy rápido-quería presentarme a su madre, pero su madre no estaba. También me dijo que me llevó ahí porque era el único lugar donde se sentía demasiado confiado como para poder hablar con una chica. Me aclaro que era afortunada de que tuviera una cita con él, yo le dije que el era el afortunado, en fin. Los dos éramos muy afortunados por salir juntos, divertirnos y hacer ese tipo de cosa que hacen los adolescentes.

En el camino, mi celular no paraba de vibrar. Mire la pantalla y mis ojos querían explotar. Tenía más de 30 llamadas perdidas de Luke y 73 mensajes. Lo ignoré por completo y apague mi teléfono.

Eithan me llevó a casa, creí que estaríamos más tiempo juntos. En la esquina, ya para llegar a casa de los Hemmings, sus pasos se hicieron más lentos.

-¿Tienes banda favorita?

-Sí, Coldplay, siempre.

-¿Te gusta el desayuno?

-Estuvo riquísimo.

-Mi última pregunta sería...-di un gran respiro y tomo mis manos-¿te gustaría que nos conociéramos más?

Miré la casa de los Hemmings, Luke estaba afuera de ella devorándose a Mariela. El cielo me daba miles de señales diciéndome que el no me amaba, que lo olvidara, pero mi corazón no entendía. Siempre he escuchado que dicen "Si la vida te quita algo, es porque te tiene preparado algo mejor". Tenía que agregar esa frase a mi vida. La vida me estaba diciendo que a Luke debo quitarlo de mi corazón. Ahora mi corazón debía estar preparado para algo mejor, tal vez, Eithan era lo que la vida me ha estado preparando.

Eithan estaba firme y seguro. Al mirar sus ojos supe que tenía que darme una tercera oportunidad para amar...la tercera era la vencida.

-Me encantaría-admití.

El se emociono como un niño pequeño cuando le entregan sus regalos en navidad. Empezó a brincar y a gritar de alegría. Me tomo de la cintura y me giró. Después beso mi frente y me cargó. Me llevo a casa cargando.

Ya enfrente de la casa, sentí la mirada fría de la linda pareja. Le pedí a Eithan que me bajara. Me despedí de el y le pedí que se fuera, no quería que Luke se pusiera agravioso. El entendió y se fue. Antes de entrar a la casa, Luke le pidió a Mariela que lo esperara en su cuarto, ella como la perrita que es, lo obedeció.

Luke me tomo de brazo. Llevo sus labios hacia los míos y los beso. Trate de pegarle , pero sus reflejos actuaron demasiado rápido.

-Tú no volverás a salir con el bibliotecario. Si no eres mía, no serás de nadie más. Te lo advierto Riley-Liz se asomo por la puerta y nos miró.- Si te vuelvo a ver con él, haré lo posible para alejarlo de tu vida, así como aleje a Noé.- me termino diciendo en el oído.

365 cartas para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora