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La vida de Kim Dahyun está llena de lujos y privilegios desde que tiene memoria, viajes de lujo, ropa de las mejores marcas y comida de los mejores restaurantes de Corea, todo lo que a simple vista alguien podría desear, ella lo tenía.

Desde que era niña fue alguien dotada de una belleza inigualable, digna de la raza de los omegas a las que ella pertenecía, es por eso que desde que nació, participó en pequeñas sesiones de fotos para ropa de bebé, comerciales, etc. Actualmente era una modelo con una carrera emergente que estaba recién empezando a llamar la atención de las agencias más importantes de su país, Dahyun tenía la aspiración de algún día ser una modelo reconocida en todo el mundo, sueño el cuál se veía que iba por buen camino.

Sin duda su vida estaba en el mejor punto.

Su día había comenzado igual que siempre, se había levantado, desayunando y alistado para el trabajo, con la diferencia que hoy era uno de esos días en los que la carga de trabajo parecía estarle cobrando factura, pues desde que puso un pie fuera de la cama se sentía como si hubiera cargado una tonelada de peso.

Una hora después llegó al edificio dónde trabajaba, pronto iniciando un día más de trabajo.






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- ¡Dios, estoy tan cansada!. - Exclamó tomando asiento dentro de la sala de espera y echando la cabeza para atrás. - No entiendo por qué me siento tan cansada.

- Bueno, no has tomado ningún día libre en dos meses. - Comentó Sana, su amiga, sentándose a su lado. - Tu cuerpo está pidiendo un descanso.

Dahyun suspiró. - Eso no pasará. Sabes que el trabajo es lo único que me mantiene viva.

- Y será lo que pronto te mate . - Advirtió. - ¿Por qué no nos vamos de viaje? Tú y yo a las Bahamas toda una semana, te vendrá bien. - Dijo con una sonrisa ladina.

La contraria suspiró. - Suena bien, pero no creo poder, si llego a tomar un descanso será para dormir.

Sana hizo un sonido de frustración. - Dahyun , llevas semanas sin salir de fiesta, lo único que haces es venir a la agencia y regresar a tu departamento a dormir. - Dijo molesta. - ¿Sigue Kim Dahyun entre nosotros?. - Preguntó tocando la frente de la contraria la cual estaba algo tibia pero sin tomarle importancia. - Alguien traiga a mi mejor amiga devuelta. - Bromeó

- No lo sé. - Se encogió de hombros. - No me he sentido muy bien estos últimos días.

Aunque realmente Dahyun estaba mintiendo, desde hace un mes que las fiestas y salidas habían parado pues al igual que hoy en ocasiones se sentía algo desanimada y con falta de apetito, pero hasta hace una semana esos síntomas se habían intensificado, tal vez Sana tenía razón y necesitaba con urgencia unas vacaciones.

- Oye, fuera de broma, si te ves algo pálida... Más de lo normal. - La contraria tocó su frente inspeccionando su estado. - ¿No estarás cerca de tu celo?

Dahyun negó. - No, aún faltan tres semanas, imposible.

Sana hizo una mueca. - Creo que necesitas ver a un doctor.

- Tal vez, pero.... - Sus palabras fueron interrumpidas por la voz de su asistente.

- ¡Señorita Dahyun!. - Exclamó acercándose a las dos jóvenes. - Los estilistas ya la están esperando.

- Gracias Hye. - Dijo Dahyun levantándose con algo de dificultad de su asiento. - Diles que ya voy.

La mencionada simplemente asintió dando una leve reverencia y cumpliendo la orden de la omega.

𝙱𝚕𝚞𝚎 [𝙳𝚊𝚑𝚖𝚘]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora