Capítulo 29

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Podría decir que los 10 minutos de camino al hostal, fueron los más largos de mi vida. Estaba hecha un manojo de nervios tras la conversación que había tenido con Ainhoa en el baño, ya que podía imaginarme perfectamente las intenciones que tenía. 

Me fui rayada del Chelsea, la verdad, porque al contrario de lo que ambas esperábamos, todos se fijaron en lo mala que era la excusa que habíamos puesto y en que nos marchábamos juntas. Sobretodo mi tía Marta, que tampoco le costó mucho atar los hilos ya que anteriormente había conseguido sonsacarme el tema de Ainhoa.

Fuimos cogidas de la mano todo el camino, sin tener ningún tipo de conversación, ya que no hacía falta. El camino estuvo lleno de silencios, pero fueron silencios tranquilos, nada incómodo. Antes de llegar al hostal, recibí un mensaje de mi tía Marta.

Marta: Disfruta de la noche, sobrina!! Ya me contarás ;) 

Eso me hizo ponerme más nerviosa aún, por muy difícil que fuera. Además, estaba segura de que Ainhoa estaba notando mis nervios, porque el hecho de que yo no dijera ni una palabra, no es que fuera muy normal en mí.

Una vez llegamos, subimos hasta la habitación y al entrar ambas dejamos los bolsos y las chaquetas en una de las sillas del escritorio. Era de admirar que Ainhoa fuera capaz de estar tanto tiempo en esa diminuta habitación, ya que por muy completa que fuera, le faltaba algo de espacio. Lo último que sabía sobre la búsqueda de Ainhoa era que aún no había encontrado ningún piso decente y a un precio considerable. Vera, por mucho que fuera un pueblo, no tenía muchos pisos libres, y por ende, los pocos que había tenían precios desorbitados. 

Yo seguía pensando en lo mucho que necesitaba hablar con Ainhoa y aclarar las cosas entre nosotras. Pero, con todo lo de Hugo, no habíamos tenido tiempo, y no creo que esta noche sea la más adecuada para hablar de ello, la verdad. Ya que, quiero disfrutarla y no estropearla con mis comeduras de cabeza. 

*Punto de vista de Ainhoa*

¿Que cómo estaba? Cagada de miedo. Sí, había estado con otra mujer antes. Pero con Luz... todo era distinto. Yo nunca me había puesto nerviosa a la hora de acostarme con una persona, ni si quiera con Valeria; pero esta vez, me sentía como si fuera mi primera vez.

Que, ojo, no es que yo fuera con intenciones de acostarme con Luz esta noche sí o sí. Sobretodo, porque la conozco, sé que se agobia fácilmente, y no quiero causar eso en ella. Quiero que ocurra, cuando ambas estemos listas. 

Realmente, lo que más me importaba de esta noche, era poder estar junto a Luz, sin preocupaciones (como la de Hugo) y poder darle dos noticias las cuales sabía que le iban a emocionar tanto como a mí. Además, creo que, después de todo lo que hemos pasado con Hugo, nos merecemos un poco de felicidad. Nos merecemos poder estar la una con la otra sin rayarnos ni pensar en qué puede pasar en un futuro. 

Lo que yo no sabía, era que Luz sí estaba rayada por eso último. 

¨¨¨

Cuando llegamos a la habitación y dejamos las cosas en la mesa del escritorio, sólo podía pensar en lo preciosa que estaba Luz con el outfit que había escogido para el cumpleaños de Jose Antonio. ¿Quería matarme de un infarto? Creo que todos sabemos la respuesta a esa pregunta.

Aunque me moría de ganas por probar sus labios de nuevo, quería hablar con ella primero para contarle todo lo que tenía en mente. 

Me senté en la cama, indicándole que se sentara junto a mí, para poder hablar más cómodamente. Una vez estaba a mi lado, me acerqué y deposité un suave beso en su mejilla, una vez me separé de ella sonreí mirándola a los ojos. Pude notar lo tensa que estaba sólo con ver su mirada. 

Éxtasis #LuznhoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora