─ Oh... está bien. Mañana nos vemos ─ Dijo sonriendo

─ Claro que sí, Charlie

Los dos nos levantamos del sofá, Charlie me acompañó hasta la salida y le di un beso en la mejilla antes de salir

Mientras bajaba la calle hasta mi casa comencé a pensar y ponerme nerviosa

Había tenía uno de esos "sueños" estando despierta, ¿cómo era posible eso? Nunca me había pasado antes.

Dios, entendía tan poco sobre mi misma...

Mis pensamientos cambiaron de rumbo pensando en Sam y ese gran lobo negro, y entonces el entendimiento llegó a mi. Las palabras de Él cogieron sentido.

"Mantente alejada de ellos también, Gala. Sí te descubren no dudarán en matarte. Para ellos eres una amenaza"

Lobos. Hombres. Sam era un metamorfo.

Ya entendía la advertencia que me dio Él.

No tenia que volver a la Push. Sí estaba Sam, habrían otros.

No podia arriesgarme.

Las clases de Jacob podían ser aquí en Forks, no habría problema alguno

Tenía la cabeza hecha un lío cuando llegué a mi puerta, casi llegaba a dolerme. Estaba harta de tener que llevar cuidado con absolutamente todas las personas.

Iba a abrir la puerta cuando mi cuerpo se tensó, mis bellos se erizaron y ese aroma a bosque y húmedo apareció.

Seguí a mí instinto y a aquel aroma y corrí hacia el pequeño jardín detrás de mi casa, donde daba directo a la entrada del bosque.

Allí estaba aquel grandioso lobo.

Me paralicé al verle. Casi se ocultaba en el bosque por estar anocheciendo, los ojos oscuros casi brillaban por la poca luz que quedaba, y el hocico lo tenía arrugado mostrándome sus grandes caninos.

El gran lobo miró a los dos lados viendo si había alguien, y al ver todo libre empezó a caminar hacia mi. Mi cuerpo se tensó aún más y di unos pasos hacia atrás haciendo que el gran lobo gruñiera.

"Quédate quieta" Escuché

"¿Qué?" Pensé sorprendida.

El lobo siguió andando hasta llegar frente a mí. Tenía el tamaño de un caballo pero bajó un poco su gran cabeza hasta la altura de mi cuello, y ahí acercó su hocico y empezó a oler.

Sus músculos se tensaron y volvió a gruñir, pero de todos modos no se apartó, en vez de ello se acercó todavía más haciéndome sentir todo su suave pelo en mi cara.

Indecisa acerqué una mano a su pelaje y lo acaricié, haciendo que comenzara a ¿ronronear? ¿pero ese sonido no era de los gatos?

El lobo pareció satisfecho y se separó de mí. Me miró a los ojos y escuché una voz dentro de mi cabeza

"¿Quién eres?" Me preguntó

Logré ocultar mi sorpresa y le miré fingiendo unos ojos inocentes mientras giraba la cabeza hacia un lado.

─ ¿Que haces aquí, lobito? ¿No tendrías que estar con tu manada? Dentro del bosque, si estás tan cerca de la ciudad puedes causar problemas

Fingí no saber quién era, fingí pensar que era un lobo de verdad, fingí que no había escuchado su voz en mi cabeza. Fingí que no estaba nerviosa e ignoré todos los pensamientos que tenía ahora dentro de mí

El lobo miró mi mano y escuché de nuevo su voz

─ ¿Por qué miras mi mano? ¿Quieres que te acaricie? ─ Le pregunté con voz ñoña fingiendo que no había escuchado su petición

Lo volví a acariciar antes de que me mirara y saliera corriendo hacia el bosque.

Cuando se fue entré a mi casa, cambie mi pijama y me tumbé en la cama, todo el rato con la mente en blanco.

Pero una vez el colchón me envolvió, todos mis pensamientos explotaron

¿Como era posible escuchar la voz del lobo?, eso supuestamente solo lo podían hacer entre ellos, para comunicarse, o eso me explicó Él.

Sabía quién y qué era yo, sabía ciertas cosas que podía hacer, sabía de que se trataba mi don, pero cada vez descubría más cosas, y cada vez tenía más miedo. ¿Por qué estaba viva? Era un error de cálculo, era una equivocación de Dios, el Universo o lo que fuese.

Y ya estaba cansada de mudarme tanto, de huir.

Tenía que salir de Fork. No podía quedarme teniendo metamorfos y vampiros a mi alrededor.

Podría ponerme en peligro.

Sempiterno || °Carlisle Cullen° Where stories live. Discover now