Capitulo 25: Por primera vez vienen amigos a casa

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(Narrado por Gray)



El domingo amaneció bajo un cielo completamente azul y un sol radiante que poco a poco iba calentando más el ambiente pero no el suficiente para dejar los abrigos y salir con una simple chaqueta a la calle. Eran las nueve de la mañana y los demás llegaría a mi casa sobre las diez, sin embargo yo llevaba despierto desde las seis porque mi madre, loca de alegría, quería tener la casa completamente limpia, sin ninguna mota de polvo. Había comprado todo tipo de dulces y bocadillos; una gran variedad de tés y había contratado al mejor chef para que nos hiciera el mejor almuerzo y cena de todo el país.


Sabía que el mayor de mis problemas, al traer a gente del instituto a mi casa, era sin ninguna duda, mi madre... en cuanto se lo dije la misma tarde en qué quedamos para estudiar aquí su cara tomó otro color y no había dejado de sonreír desde ese instante; y lo peor no era eso, lo peor fue que me tenía de un lado a otro buscando la mejor comida sin dejarme un respiro para estudiar... así que no me quedaba otra que estudiar por las noches hasta altas horas de la madrugada e irme a clase completamente perfecto para que nadie se diera cuenta de las locuras a las que me tenía sometido mi madre. Esa noche también me había acostado tarde, pero no solo estudiando, sino que los nervios me hicieron preso y me costó mucho conciliar el sueño. No sabía porque estaba nervioso, pero sí que intuía uno de los motivos y era que por primera vez iba a traer amigos a estudiar a casa y todo se lo debía a Natsu y Lucy, si no hubiera sido por ellos yo jamás me hubiera integrado tanto en la clase ni me hubiera juntado después de clases ni mucho menos les explicaría las materias para que aprobasen los exámenes. Simplemente hubiera seguido mi ritmo actual de vida con tan solo Natsu como amigo.


Sentí el timbre algo lejano y unos pasos acelerados por el pasillo principal hasta la puerta. Reaccioné bastante tarde cuando me di cuenta de que me había quedado durmiendo en el sofá del salón y todos estaban allí mirando a otra parte mientras se tapaban la boca para que no les viera reírse.


Me levanté corriendo y les pedí disculpas por haberme dormido... les dije que se acomodasen mientras Natsu me hacía señas mientras se tocaba el pelo con la mano. Pasé de él y me dirigí a mi habitación a recoger los libros y empezar a estudiar. Cuando entré y me miré en el espejo me di cuenta de que estaba totalmente despeinado y que eso era lo que quería decirme Natsu. Genial, la mañana estaba siendo peor de lo que esperaba. Entré al cuarto de baño, me lavé la cara y me peiné. En menos de diez minutos estaba de nuevo en el salón y ya todos se habían sentado alrededor de la mesa y habían sacado sus libros listos para que empezase con la "clase".

La campaña electoral del señor Jude-san era a las doce y lo daría en el centro de Fiore, ya que era el lugar más concurrido por los ciudadanos y de esa forma podían acudir cientos de personas. Mi padre llevaba dos días fuera de casa preparando la campaña pues era uno de los políticos que el padre de Heartifilia-san había incorporado a su lista de gobierno, por tanto había estado los últimos días yendo y viniendo de casa al hotel para prepararse. Sobre las diez y media mi madre y Romeo se prepararon para salir de casa y acudir a la campaña para dar apoyo a mi padre y al señor Jude-san. Romeo apareció por la puerta del salón, mientras yo estaba explicándoles física, para decirnos que saliéramos a la puerta Heartfilia y yo. Ambos salimos para despedirnos de mi madre. Romeo ya se había montado en el asiento trasero del coche y miraba hacia el lado contrario donde nosotros estábamos. Estaba enfadado porque él quería quedarse con nosotros pero mi madre no se lo había permitido.


-Os dejo a cargo la casa a los dos. Si pasa cualquier cosa me llamas al número privado ¿Entendido Gray? - asentí con la cabeza.


-Esto, Ur - Heartfilia dio un paso hacia ella mirándola preocupada. En ese momento mi madre se dirigió a ella y la abrazó mientras le decía al oído palabras para que se sintiera mejor y no se preocupase. Luego me dijo que la cuidase y se montó en el coche al lado de Romeo. No entramos de nuevo a la casa hasta que el coche desapareció al final de la larga calle.


Volvimos de nuevo al salón donde los cuatro estaban riendo y hablando de programas de televisión en vez de seguir estudiando. En cuanto me vieron se sentaron correctamente y se quedaron en silencio mirando sus libros. Suspiré y volví a mi sitio, al lado de la pizarra blanca para seguir con las explicaciones. Por suerte no fue tan duro como creí y el estudio se estaba haciendo más fácil de lo esperado. Eran cerca de las once y media cuando dejamos de estudiar para descansar un rato y preparar algo de picar mientras veíamos la campaña electoral por la televisión. Me dirigí a la cocina para calentar el té y sacar algunos bocadillos.


-Gray ¿Necesitas ayuda? - Heartfilia entró por la puerta de la cocina caminando despacio como si temiese que fuera a echarla de allí. Sonreí y le pedí que me ayudase a preparar el té. Al principio me miró extrañada como si no me hubiera escuchado bien, pero ese gesto quedó borrado cuando una amplia sonrisa iluminaba su pálido y preocupado rostro.


-Heartfilia ¿Te encuentras bien? - le pregunté mientras colocaba los bocadillos en varias bandejas y ella ponía a calentar el té. Me giré para escuchar su respuesta pero lo único que obtuve fue un leve movimiento con la cabeza asintiendo. Me acerqué a ella y la miré y vi que tenía la mirada perdida en la llama de la hornilla mientras el té se calentaba poco a poco. Le cogí del brazo y ella me miró. En ese momento reaccionó.


-Lo- lo siento... ¿Me has preguntado algo? - su voz sonaba nerviosa y su tono era más bajo de lo normal. Suspiré y cogí su rostro con mis manos. Sus mejillas se sonrojaron.


-Si te preocupa algo puedes contármelo y si es alguna duda por los exámenes no dudes en preguntarme estamos aquí para eso -. pero ella negó con la cabeza y posó sus frías manos sobre las mías y me sonrío.


-No tengo ningún problema con las asignaturas es solo que siento una presión muy fuerte en mi pecho, tengo la sensación de que algo malo va a pasar. - soltó mis manos y se llevó las manos al pecho.


Le solté la cara y la miré. Seguramente serían nervios y preocupación por no poder estar al lado de su padre en un día tan importante para él. La tetera empezó a sonar, la aparté del fuego y lo apague. Ella ni se inmutó, seguía inmersa en su mundo al cual yo no podía acceder. Tenía la sensación de que ya había vivido eso con ella...

Comencé a echar el té en los vasos y le di un toquesito en la cabeza con mi puño.


-Ten, llévalo al salón. - levantó los brazos y le coloqué la bandeja. Empezó a andar hacia la puerta cuando le grité - Y no te preocupes, todo saldrá bien. Estoy seguro de que tanto tu padre como el mío están protegidos por los mejores policías de toda Fiore además si estás nerviosa por si ganarán o no esta campaña no deberías, ganarán. - le guiñé el ojo y ella sonrió. Su expresión cambió totalmente. La palidez estaba desapareciendo poco a poco para volver a su tono real y su sonrisa hizo que se le iluminasen los ojos de alivio.


-Gracias Gray.- corrió hacia mí y me dio un ligero beso en la mejilla. Se volvió rápidamente y salió corriendo de la cocina. Mi cara comenzó a arderme y me llevé, sin darme cuenta, la mano a la mejilla. De nuevo estaba sintiendo esa sensación que tuve en su casa el día de la tormenta, pero era distinta, como si no fuera la primera vez que sentía ese cosquilleo tras ser besado.


En ese momento escuché un grito que provenía del salón y supe que la campaña electoral estaba a punto de comenzar. Cogí la bandeja con los vasos de té y me dirigí hacia allí. Entré al salón y le di un vaso a cada uno. En el momento en que me di la vuelta para sentarme y beber un sorbo de té, justo en ese momento, comenzó el caos.




No me olvides (Terminada)Where stories live. Discover now