Capitulo 6: Camino del hospital

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La mañana siguiente amaneció lluviosa y fría. Aún faltaba menos de un mes para que llegase diciembre pero parecía que el invierno había cubierto por completo la ciudad de Fiore. Bajé las escaleras para preparar el desayuno cuando me lo encontré ya preparado en la mesa; huevos fritos, tostadas, croissants, beicon, arroz y una jarra de zumo.


-Buenos días, Lucy-Chan -. me saludó Loki-kun trayendo el café recién hecho de la cocina.


-Buenos días, mmm huele delicioso. ¿A qué  viene este manjar? – le pregunté mientras cogía una tostada y me sentaba a la mesa.


Loi-kun se sentó en frente y su risueña cara se tornó en llanto.


-¡¡¡Lo siento mucho Lucy-chan!!! Aún no nos hemos casado y tú ya me has visto desnudo. Tú padre nunca me lo perdonará... – se levantó corriendo de la mesa y se puso de rodillas mientras me cogía de la mano. Estaba completamente anonadada, sabía que el accidente de anoche le había avergonzado pero esto ya era pasarse. Suspiré hondo y le pegué un guantazo. Loki-kun me miró sorprendido.


- Lo siento pero sino hacía eso no ibas a parar -. suspiré de nuevo mientras me untaba la tostada de mantequilla- Mira, solo olvida el incidente de anoche, en realidad no vi nada así que no debes preocuparte por eso. Además... lo de casarnos... ¿No crees que ya es hora de que acabemos con esta broma? Sé que cuando tenía 12 años te dije que me casaría contigo si no me enamoraría de alguien antes de los 18 así que...


-¡AJÁ! –Gritó - Así que sí estás enamorada... ¿eh? – se levantó riendo mientras me miraba con una sonrisa malvada.


-No puede ser... ¿Lo estabas haciendo adrede?- Loki-kun asintió con la cabeza mientras bebía café en una taza en la que salía dibujado una especie de gato alado de color azul. Por lo visto estaba de moda.


 No podía creérmelo, había montado todo ese numerito; el gran desayuno, el llanto ¿Solo para saber si estaba enamorada?  Espera... ¿Enamorada? Me levanté corriendo de la silla y miré en todas las direcciones.  Uffff, suspiré aliviada. Gray no estaba allí. Con las piernas temblorosas me senté de nuevo mientras Loki-kun no apartaba sus ojos de mí.

-Así que tengo razón, ¿Verdad princesa?- le miré con odio – Ya sé que te dije que me casaría contigo pero también sabes que no soy hombre de una sola mujer – Ahora sí que le miré con más odio aún. Eso ya lo sabía. Tomé un sorbo de zumo de melocotón, cogí un croissant y salí del salón. – Espera espera – salió corriendo a la puerta a detenerme – Perdona, pero sabes que puedes contarme todo lo que te preocupe, y eso incluye temas de chicos aunque no sé si sabría darte buenos consejos sobre eso... pero por favor cuando estés preparada para hablarme sobre ese chico me gustaría que me lo contases.


-¿Qué chico? – alguien preguntó desde las escaleras y mi corazón pegó un salto. Gray estaba en mitad de las escaleras mirándonos a ambos con una expresión extraña.


Totalmente colorada hice como si no hubiera escuchado nada y cogí mi cazadora y el paraguas y salí corriendo de casa. Me despedí de Loki-kun a voces y corría todo lo que mis piernas temblorosas me permitían. Al final de la calle me paré para tomar aire. En ese momento comenzó a llover, abrí mi pequeño paraguas rosa y seguí andando camino de la estación mientras me terminaba de comer el croissant.

No me olvides (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora