Capitulo 18: ¿Feliz... Navidad?

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Llevábamos como unos veinte minutos montados en el coche cuando llegamos a una urbanización donde las casas eran impresionantes, todas elegantemente decoradas con adornos de navidad, los árboles y tejados blancos por la nieve y sobre todo... con un gran silencio a sus alrededores que parecía que aquello estaba abandonado. Me quedaba embobada viendo los adornos de papa Noel que colgaban desde los balcones, o las grandes esferas de colores que estaban colocadas alrededor de los altos árboles que rodeaban las casas. El vecindario estaba precioso.


-Antes vivíamos aquí, los tres juntos -. me dijo mi padre.


Me volví hacia él muy sorprendida. Nunca me había contado que habíamos vivido aquí, en Fiore pues que desde que tengo recuerdos siempre estuvimos viajando a raíz de la muerte de mi madre.


-¿En este mismo barrio? – pregunté mientras volvía mi mirada a las casas repletas de colores.


-Jajaja sí, nos mudamos a este vecindario justo después de que nacieras. Siempre habíamos vivido en un pequeño apartamento pero desde que entré en la política las cosas mejoraron y decidimos venirnos aquí que es la misma zona donde vivían nuestros amigos. Pero cuando tenías cinco años tu madre enfermó y me pidió que nos fuéramos a una casa más pequeña porque no quería que tú te quedases sola en una casa tan grande sino estaba ella. Así que pasamos nuestras últimas navidades aquí y nos mudamos a la casa de mis padres, que es la misma casa en la que estamos ahora.


-Así que mamá sabía que se iba a morir... - susurré. Toda esta época me traía nostalgia. Tenía muy pocos recuerdos de mi madre y aunque mi padre intentaba hablarme de ella yo quería recordarla por siempre pero me era imposible. Conforme vas creciendo las personas que dejas atrás van desapareciendo de tu mente y sus caras son tan borrosas que no lograrías reconocerlas aunque te topases con ellas de frente.


-El médico nos dijo que su enfermedad estaba muy avanzada y que le quedarían pocos meses de vida, por eso averiguamos rápidamente la mudanza para que pudierais estar juntas en la nueva casa todo el tiempo posible. Aún así  estuvisteis juntas durante dos años más. Siempre me sorprendía la fuerza que tenía tu madre... - sonreía y yo quise sonreír pero tenía un nudo en mi garganta que no me dejaba respirar ni pronunciar palabra alguna – Ten – me tendió una pequeña nota con una dirección - Tú mira las casas de esa parte y yo miraré estas porque me temo que nos hemos perdido – No podía creérmelo. Mi padre era muy torpe conduciendo y ya me lo veía venir cuando me dijo que él conduciría esta noche... por esa misma razón Loke-kun siempre era quién le llevaba a todas partes.


Estuvimos unos quince minutos dando vueltas por la misma zona o eso nos lo parecía a nosotros porque todas las casas eran iguales. Al fin pudimos preguntarle a un vecino que estaba dando un paseo con su perro y nos indicó la dirección. Habíamos pasado por la casa dos veces y ninguno nos habíamos dado cuenta. Éramos tal para cual. Llamó al porterillo, nos abrieron las puertas y entramos por un largo camino rodeado de grandes árboles iluminados de lucecitas de colores. A lo lejos se veía una gran casa iluminada con pequeñas bombillas de un color blanco apagado pero aún así era igual o más hermosa que las casas que habíamos visto. Bajamos del coche y un señor con un traje negro me ayudó a bajarme. Me imaginé que se trataría de su mayordomo y me puse nerviosa; "¿Qué clase de amigos tenía mi padre?" pensaba mientras subía las escaleras y otro chico nos abría las puertas para darnos la bienvenida a la casa.


Si era increíble por fuera, por dentro era espectacular. El recibidor era tan grande que no sabía a dónde mirar. Me pidieron el abrigo y se lo entregué totalmente embobada con la decoración. Había plantas, estatuas y adornos de navidad por todas partes y solo con mirar el techo me daba vértigo. Nunca me hubiera imaginado que nosotros también habíamos vivido en un sitio así; pero aún así me alegraba de que mi padre le hiciera caso a mi madre y nos mudásemos a una casa más pequeña porque sino ahora yo estaría viviendo sola en una gran casa parecida a esta.

No me olvides (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora