Capitulo 15: Recuerdos perdidos

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- Ten, te relajará -. Natsu me tendió un vaso de tila y se sentó a mi lado. – Ese maldito idiota... menudo susto nos ha dado – su risa estaba al borde del llanto. Bebió un sorbo de té y se echó hacia atrás en el respaldo del sillón. Estábamos en la sala de espera del hospital esperando a que el padre de Natsu nos informara pues su padre era el director del hospital y médico personal de Gray. Yo me enteré esa misma mañana del alto rango de su padre.


Estuvimos varias horas sentados en la sala de espera. Romeo estaba durmiendo en el sofá que estaba a nuestro lado cogiéndome de la mano. Eran las cinco de la tarde cuando el padre de Natsu vino corriendo a la sala de espera. Nos levantamos preocupados pero su sonrisa en el rostro hizo que todos los miedos desaparecieran pero nunca nos imaginábamos que iba a ocurrir lo que más esperábamos.


-Está despierto -. anunció. Nos quedamos en silencio asimilando la noticia. Sus padres gritaron de alegría y se abrazaron en un fuerte abrazo, Romeo incluido. Natsu hizo un gesto con el brazo, me miró y nos abrazamos. La alegría que emanábamos todos inundó la planta entera. Enfermeras y pacientes nos miraban con dulzura y les daban la enhorabuena a los padres.


Romeo cogió la mano del padre de Natsu y juntos fueron a la habitación. Natsu y yo les seguimos.

Llegamos a la habitación y un médico estaba revisando a Gray junto con una enfermera. El padre de Natsu cogió el informe y empezó a hablar con el paciente porque estaba bastante confundido. Le explicó todo lo que había ocurrido y que había estado en coma desde hacía casi diez días pero que todo estaba bien. Luego salió al pasillo y se lo comunicó a sus padres.


-Parece que todo está bien. No presente síntomas de tener alguna anomalía ni parece tener lesiones graves. Aún así le haremos más pruebas a lo largo de estos días para ir descartando posibles daños cerebrales. En cuanto salgan la doctora Minerva y la enfermera podréis pasar a verle. Pero solo unos minutos, no quiero que se agobie ni se ponga nervioso. Lo mejor para él es que esté tranquilo, descanse y vaya asimilándolo poco a poco.


Asentimos con la cabeza y esperamos allí hasta que los médicos salieran de la habitación. Poco menos de media hora el director del hospital nos guió dentro de la habitación. La madre de Gray salió corriendo hacia él y lo abrazó, al igual que Romeo. Gray parecía estar bien, estaba realmente feliz al verles a todos, aunque para él era como si los hubiera visto hacia unas horas.


Natsu también se acercó, pero su saludo no fue tan efusivo como el de su familia, se limitó a levantar la mano y sonreír. Mientras tanto yo estaba en la puerta observando la escena y no sabía si aquello era real o no. Mí mirada solo estaba fija en Gray. En aquel chico que ahora podía respirar, reír y hablar,  con mucho esfuerzo, pero aún así estaba vivo. Y yo era realmente feliz con solo verle así.


-Acércate, no seas tímida... - me decía Natsu mientras se acercaba a mí y me cogía de la mano para acercarme a la cama. Estaba sonrojada y no sabía qué decirle.


-¿Quién es Natsu? ¿Tu nueva novia? – preguntó Gray.


Tanto Natsu como Romeo se quedaron mirándoles extrañados, pero él solo me miraba a mí y su mirada era fría, realmente fría. Esos ojos no eran los mismos ojos que le había visto a Gray cuando le conocí, ahora eran totalmente distintos y reflejaban que la persona que tenía delante no la conocía.


-¡¡Ni-san es Lucy-nee!!  ¿No te acuerdas de ella? – preguntó Romeo.


-Deja de bromear Gray, eso no te pega nada. Venga deja de ser vergonzoso y salúdala.


Pero no estaba bromeando. Hablaba en serio. Natsu estaba perdiendo los nervios porque él pensaba que estaba avergonzado y que no quería saludarme porque estaban allí sus padres, pero se equivocaba. Gray no me reconocía.


-Lo siento muchísimo, perdón por no presentarme antes -. dije mientras me inclinaba hacia delante para presentarme. Natsu  intentó pararme pero no lo permití – Mi nombre es Lucy Heartfilia y llegué al instituto un día después de que tuvieras el accidente. He venido aquí representando a la clase para darte nuestro apoyo – levanté la cabeza  y con la mejor de las sonrisas y aguantándome las ganas de llorar continúe – Espero que podamos llevarnos bien cuando vuelvas a clase. Regresaré ahora mismo al instituto para darles a todos la buena noticia. Adiós a todos.


Me despedí de sus padres, de Romeo  y de Natsu con una sonrisa. Me di la vuelta y en cuanto cerré la puerta salí corriendo de allí. A pesar de que él había vuelto a la vida mi corazón acababa de hacerse pedazos. 

No me olvides (Terminada)Where stories live. Discover now