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RICHARD
¿Me gustan las fiestas elegantes? no ¿estoy obligado a ir? Sí, desde que se me ocurrió enamorarme de niña linda. Ahora debo cuidar mi vestimenta dependiendo del evento.
Veo a Samael ponerse el moño perfectamente mientras a mi ya me pasó por la cabeza ahorcarme.  ¿Estoy nervioso? Sí, voy a estar rodeada de la élite rusa y posiblemente de toda europa, siempre voy a ser el Americano que no pertenece. No tengo ese porte, soy solo un director de teatro, un soldado. Mi amigo por el contrario encaja Perfecto. Mi cicatriz y mi ojo nublado no ayuda a mi aspecto.
- ¿vas a hacerte el moño o qué? Porque no puedes ir así– me lo quito del cuello bajando la mirada del espejo, es lo suficiente grande para que los dos nos podamos ver.
- Creí que sería como una corbata– 
- ¿convenciste a Ell de las pruebas?– me quita el corbatin para comenzar a ponérmelo–
- No, pero le dijiste a Alex, se las hará–
-crees que vas a convencerla siempre con bonitas palabras, y no es así–
- No, creo que ya no– resoplo, me tallo la sien– Me duele la cabeza– miento, comienzo a arrepentirme de ir–
- Ell debe tener algo– le resta importancia y eso no me sirve, da por sentado que voy sí o sí–
- Deben ser mis malestares, creo que voy a quedarme– alza la mirada molesto–
- Solo tomate las pastillas y ya está–
- No, no me siento bien– le quito las manos de la tela y doy un paso hacia atrás– No quiero estar de malas, mejor me quedo–
- Solo te falta el maldito moño ¿y ya no quieres ir?–
- Quiero ir pero me duele la cabeza–
- Entonces tomate un maldito paracetamol o lo que sea– Espeta– ¿cuál es tu maldito problema?–
- no tengo que ir siempre a donde ustedes vayan, caminando tras de ambos–me desabotono los primeros botones de la camisa fastidiado, le doy la espalda caminando al tocador donde dejo el pedazo de tela–
- ¡¿de qué rayos hablas?!–
- ¡hablo que no me necesitan ahí!— lo miro por el reflejo del espejo, no comprende, sus ojos grises me dicen que se esfuerza en entender, meto el corbatín en uno de los cajones sentenciando que no voy–
- Yo te necesito ahí– me mofo de lo que dice quitándome el chaleco –
- ya te dije que me duele la cabeza, no estoy de humor para gente como tú—
- ¿cómo yo?, ¿a qué te refieres con eso?–
- Ricos con aires de superioridad, otro día estaré de buenas para indirectas e insultos, hoy no– 
- Eres un imbécil. Si no te gustaba estar con nosotros, debiste quedarte en tu país con tu novia–
-  Cállate ya– el dolor de cabeza comienza a ser cierto, el fastidio es real, comienzo a quitarme los puños–
- ¿de verdad no vas a ir?– me gira de golpe, reacciono empujándolo–
- ¡no! Ya no fastidies– advierto señalándolo, me da una manotazo y me regresa el empujo estrenándome en la madera, este es el Samael que casi mata a golpes al francés, no se mide, y no estoy para provocarlo más–
- Tu raza es la peor de este mundo, unos corrientes– Espeta– Unos estirados que no ven más allá que sus narices–
- ¿cuál es tu maldito punto o solo es el insultarme como siempre?–
- que tú eres un corriente, pero por años has creado arte, obras exitosas. No eres estúpido, solo te haces, también eres un exitoso marine. Tú lo sabes, no sé que mierda tienes en la cabeza ahora–
- ¿en serio crees que soy inteligente?– me mira unos segundos y saca el corbatín de donde lo puse, me medio siento en la madera– Voy si me lo dices–
- A nadie le importa si eres apuesto–
Sonrío ampliamente dejándome poner la pajarita.
– Ja, crees que soy inteligente y guapo–
- Creo que no eres tan estúpido, y no eres tan guapo como yo—
Siento la tensión, pero ninguno de los dos se va a atrever a hacer algo. No entiendo como es que a esta edad puede gustarme un hombre, si aborrezco la idea de ser tocado por uno excepto por este idiota.
- yo también estoy nervioso– Confiesa terminando con el moño y tomándome la mano para componer los puños de la camisa– ni siquiera sé ruso– me suelta y toma la otra–
- Hay que emborracharnos– propongo, niega rotundamente– ¿por qué no? Así tal vez terminemos lo que tenemos pendiente—
- No me gusta hacerlo ebrio–
- ¿pero hasta arriba de coca sí?–
- ¿no se siente bien?- sonrío cuando guía mi mano a su entre pierna. ¿Nos gustamos? Sí ¿nos tenemos ganas? creo que sí. Me hace sonreír su atrevimiento.
- ¿es tu manera de convencerme?– Me acerco más de lo que ya estamos– No creo que funcione– estampo mis labios con los suyos iniciando un candente beso, lo profundizo llevando mis manos a su rostro, lo jalo hacia mis obligándolo a meter una de mis piernas entre las suyas y apoyarse en donde yo lo hago.
Detiene el beso tomándome con fuerza de la mandíbula.
- Vas a ir– Ordena y ahora es él el que controla el beso, hay cosas que comienzan a levantarse y no precisamente el animo de ir a ese baile. Me obliga a levantar la cabeza enterrándome el dedo pulgar debajo del mentón para besarme la piel descubierta del cuello, la cual no es mucha. Me tiene aprisionado y sometido, cosa que no me gusta del todo, regresa a mis labios con la misma actitud, sé que así es él, pero yo no soy tan diferente.
Lo alejo de un empujón, no comprende mi acción, se molesta en nanosegundos.
- soy mayor que tú–
- ¿y eso que tiene? eso no pensabas cuando nos acostamos en mi departamento, y creo que ya los dos somos bastante viejos–
Niego
- me refiero quien guía a quién–
- ¿quién se la va a mater a quien?– se ríe– Oye,si pretendes que tengamos roles , mejor dejamos de hacer esto– se da la vuelta para ir por el anillo que siempre usa–
- Solo digo que yo debería ser el que guía porque soy mayor—
- Si lo que te molesta es que se te vaya la masculinidad, da lo mismo el hecho que te guste metérsela a un hombre y el que te la metan–
- ¿en serio?– Lo juzgo sin intención, voy a disculparme pero chasquea la lengua–
- Si no vas a verme como hombre, que es lo que soy, terminamos con esto–
- No te estoy discutiendo eso– Frunzo el ceño–
- según tú el más hombre se lo mete al otro– espeta–
- yo dije que el mayor– reitero –
- Olvídalo ¿quieres?– Se pone perfume, lo veo caminar a la puerta, tal vez no fue la manera en abordar el tema, va a girar la perilla pero abren la puerta.
- Que guapo te ves– niña linda alaga a Sam mirándole de pies a cabeza–
- Gracias– Mi amigo le responde con la misma coquetería–
Viene solo en una camisa de Samael con un lindo peinado, cuando se pone de puntitas para darle un beso noto el moño negro que cuelga de sus cabellos y sus bragas, además de la bolsa de tela gris en su mano.
Me mira, espero algún comentario pero nada.
- ¿y yo no me veo bien?–
Me ignora dejando la bolsa a un lado de mi.
- Primero– rebusca y saca una caja, la prueba de embarazo– Saqué tres y todas negativas– Las saca y nos las enseña.
- Tal vez tienes a alguien que sí esté embarazada y lo mismo con el ruso imbécil–
- Yo no...
- Segundo– vuelve a rebuscar sacando una caja de terciopelo negra, la abre mostrando unas sortijas– son mis esposos y...–
Samael agarra uno, lee lo que tiene y lo devuelve tomando el otro, el cual sí se pone, el restante es el mío, hay un lugar vacío así que supongo es el de Pável–
- El otro, ¿se lo diste a Pável?– cuestiono–
–tuve qué. Tercero– saca mi sombrero, quiero disimular mi emoción pues lo creía perdido–Lo encontré junto a sus otras pertenencias– lo recibo y ella saca una caja que se la da a Sam. Él se emociona con la cruz que contiene la caja.
- La creí pérdida, gracias, conejito– la besa–
- Sí, yo también, pensé que se deshizo de él– busco en el interior, y por suerte se encuentra la foto–
- No quiero ir a este baile, pero es tradición familiar asistir, además pagué una fortuna, tratemos de divertirnos un poco– nos mira a ambos, asiento–
- ¿cómo que pagaste? Según internet es un evento anual extravagante—
- El Pakhan lo paga, bueno, el accionista mayoritario de empresas Volkov–
Samael se sienta en el sofá redondo.
- ¿pero como pudo dividir tu abuelo sus acciones con todos sus hijos?– Cuestiona como si nos importara—
- Heredó otras empresas, a mi abuela le tocaba acciones de esa– se encoge de hombros– como sea, el baile está dirigido a beneficiencia– comienza a explicar, según los archivos que me llegaron de esta nueva agencia, los Volkov son una familia rica de Rusia, lo han sido desde siempre, se dedican al armamento, construcción, autos, etc y a ser altruistas, se les conoce por dedicarse a gastar miles de dólares a favor de la beneficencia con distintos actos, no hay nada malo en eso, pero a varios miembros se les descubrió ser parte de la mafia roja, y con ello se sospecha sea toda la familia involucrada. Y yo rogándole amor a  la cabeza de toda la organización cuando se supone yo debo indagar en esta poderosa familia rusa y no entre las piernas de su Pakhan.
- Si quieren comprar algo, ya se les depositó el pago quincenal –
- Creí que era mensual– frunzo el ceño poniéndome el sombrero–
- Bueno,  si tengo un amante debo aumentarles comodidades a ustedes–
- ¿nos pagas por aceptar una infidelidad?-
Samael se queja–
- Yo lo hice gratis–
- Por mi está bien que dividas el pago–comento–
- No lo estoy dividiendo– hace una mueca– Reciben la misma cantidad–
- A ver– Samael niega cruzándose de brazos– Sé que es algo de tu familia, pero no necesitas darnos nada. Llevamos 6 años conociéndonos y solo como seis meses me dejaste consentirte–
- A mi solo como dos–
- ustedes me dieron unos hermosos bebés, no puedo pedirles más– abraza a Sam de la cintura bastante cariñosa, mi amigo le corresponde de la misma manera, parece que se lo cogió a él en lugar de a mi–
- ¿hablaste siempre con el tipo ese? El pandillero– cuestiono–
- ¿sigues hablándote con ese?– Sam la aleja– ¿para qué? ¿Es una clase de respaldo?–
- Es mi socio, no puedo dejarlo en espera tanto tiempo, en algún momento debo de recibir sus llamadas–
- ¿tu socio? ¿De qué hablas? Solo sé que me dejaste por ese imbécil–
- Yo no te dejé por nadie, si dejaras...—
- ¿qué me expliques? No, olvídalo, me queda claro que debo aguantarme verte con otros– Sentencia con ironía – cinco putos años y no puedes perdonarme–
Se va azotando la puerta. Si no está bien conmigo, no lo está con él.
- Bien, estás comenzando a ser el de antes– alza la mirada, me hago el desentendido– Me parece extraño que Pável y tú no sean inseparables si son lo mismo, oh es verdad, lo son, hasta se comparten a las putas–
- Como digas– me mofo– Me falta un anillo ¿dónde está?–
- En media hora nos vamos– Lo intenté–
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SAMAEL
Me siento el peor hombre del mundo al ver a mi esposa y saber que estuve con ella cuando era muy joven. El vestido azul marino largo deja apreciar sus curvas, las cuales siempre existieron pero ahora más notables. Sus pechos crecieron un poco, como sus caderas y trasero.  Se hace aún más preciosa con El Paso de los años.
Algo se mueve en mi pecho cuando se medio agacha para limpiarle la mejilla a nuestro hijo.
Los medio escucho hablar en ruso, mi hijo le toma con tanta delicadeza de las mejillas y le da un inocente beso. Narccise aparece matando el momento, igual a su padre entrometiéndose en las relaciones, Oliver se aparta disimulando su molestia. Tiene muy claro que ese Niño sí lleva la sangre de Ell, pero también sabe que su madre lo ama incondicionalmente–
Se aleja disimuladamente con las manos en los bolsillos.
- Voy a esperarlos afuera o nunca nos iremos– Digo, mi hijo me mira y con un movimiento de cabeza le llamo–
- Solo voy por mi celular– Dice mi esposa, Giro mis ojos, en estas enormes casas eso será una eternidad.
Una vez afuera saco mi cigarrera y saco un cilindro de tabaco, lo enciendo con el mechero que tiene años conmigo, miro al frente acariciando el grabado con el pulgar.
- Mamá estaba nerviosa de estar esperando otro bebé—
- ¿escuchaste si hablaba con su amiga?–
- Estuve ahí para apoyarla no para espiarla, papá– Resopla–  A estas alturas dudo quiera hacer otra familia con otro sujeto– Se cruza de brazos— lo intentó dos veces y no la dejaste, ya lo ha entendido–
- ¿qué te hace pensar que no podría dejarme?— indago–
- Si lo piensas, sabes qué hay Razones suficientes ¿no?– Gira los ojos como ella–  A mi no me importa si te deja a ti, me importa que lo haga conmigo–
- Pues venimos en el mismo paquete, si me voy yo te vas tú y viceversa– espeta–
- Lo sé, y si quieres que te ayude a que olvide ciertas cosas, déjame deshacerme de ese Niño estupido– Lo hago callar mirando a todas partes, me pongo a su altura–
- Lo hagas o no, tu madre me ha dicho que si bien heredas todo, tendrás que heredarle a quien sí lleve sangre Volkov– Explico solo para ambos, se desilusiona, quiere alejarse pero con cuidado de no quemarle le tomo del brazo– Eres mi hijo, nuestro hijo, y no voy a dejar que te dejes intimidar–
- ¿qué me sirve? si terminara eligiendo a sus hijos– Se molesta–
- Escúchame– lo regaño– se listo, esto no lo ibas a tener en ese orfanato, y ten por seguro que tus hijos tampoco lo tendrían– lo centro– No vas a hacerle nada a ese niño porque a ti nadie te molesta, tus hermanos y tú no son ningunos bastardos–
- Es tan fastidioso, y siempre quiere estar con mi mamá–
- ¿crees que para mi está bien que mi mujer tenga un hijo con otro imbécil?–
- No–
- Yo me encargo que mamá te tome en cuenta y tu encargarte de mantenerme al tanto de todo–
Asiente siguiendo el trato que tenemos.
- Eres un pésimo padre–
- Gracias–
- Pero te quiero...como mi consejero– sonríe divertido y yo hago lo mismo, me da un brazo, lo recibo dándole un beso en la mejilla, sí, tal sea un horrendo padre, pero cuando puedo le demuestro mi cariño, el cual jamás recibí del mío. Seré el peor, pero haría todo por mis hijos, como lo haría por mi esposa–
- ¿sabes que te amo, verdad?– lo alejo– 
- Eso creo–
- Dinosaurio–
- Ya sé–
- Se buen Niño y...– me callo cuando veo a la escolta de Ell acercarse, me levanto quitándole el exceso al cigarrillo-
- Señor – George habla, los dos hacen una pequeña inclinación con la cabeza– Hay un problema con el sistema de localización de los autos, según la torre, las antenas  fueron dañadas por unos lobeznos en la madrugada—
- El único que tiene sistemas aquí...es el señor Pável– le doy una calada al cigarrillo– Tal vez él pueda venir a buscarlos–
- Estamos en un bosque ¿cómo podría llegar aquí a tiempo?–
Los dos se miran.
- El señor cree que no sabemos, pero tiene a tres escoltas. Uno en el pueblo, en la entrada y otro en la ciudad. – Daniels niega–
- Sabemos que la señorita no lo quiere ver, pero tal vez es la mejor opción– George carraspea– no podemos ponerlos en riesgo, nos uniremos a la escolta del señor–
- ¿ese imbécil Psicópata nos espía?–
No dicen nada, solo se miran entre sí.
- que sirva para algo, entonces – saco mi móvil para llamarle–
- o lo tomamos como una señal para no ir– sé que esto es importante para Ell, así que ignoro a mi hijo dándole una calada al cigarrillo en tanto escucho el teléfono sonar, toman la llamada–
- Monstruo. Debo ser realmente necesario para que me estés llamando–
- Última opción, ¿puedes venir por nosotros?–
- ¿a dónde? ¿A Irkutst? Yo estoy en San Petersburgo–
- No estoy preguntando dónde estás, ¿puedes o no?–
- Isabel no me quiere ver ni en pintura, y yo tampoco a ella–
- ¿en serio?–
- ¡por su puesto! Es una mal criada niña, grosera, pretenciosa, arrogante, de Metro y medio que manipula con sus ojos grises, pensando que simplemente por ser bonita la gente harán lo que ella mande ¡ja! Pues conmigo no es así, a mi no me mueve así de fácil– habla con coraje– ¿no me escuchó verdad?–
- ¿vienes o no?–
- ¡no! me echó– le doy una última calada al cigarrillo y lo tiro– Pero lo haré por los niños
- Ajá– va a decir algo más pero le apago a la llamada–
Richard, su hijo y Ell salen, ella apresurada nos entrega nuestros respectivos abrigos.
- No se apuren, los autos no sirven– aviso–
- ¿qué?–
La escolta le explica, cambia la cara cuando sabe quien vendrá por nosotros. Se endereza más levantando el rostro, sacude quien sabe que del abrigo de su brazo.
- Bien, pues haz que el idiota desapareza a esos entrometidos, ahora– Ordena–
- ¿a la escolta del señor?– Daniels se atreve a preguntar–
- A ese le tienen prohibido decirle señor–
- Pero antes...–
- ¿qué no entendieron la orden?– Oliver se irrita, esos dos no son su escolta y por tanto no son sus amigos– Primero no pueden resolver el problema de localización ¿y ahora no pueden solo ser la paloma mensajera? Ahora entiendo como no son la escolta principal–
Los dos hombres están atónitos, así como el resto, yo pro otro lado orgulloso.
- Solo vayan– mi esposa dice en tanto toma de los hombros a nuestro hijo regresando a la casa.
Esperamos en la antesala hasta que venga Pável.
- No puedes hablarle así a las escoltas– Eleanor le dice al niño que sentó en la mesa de centro– Mucho menos a la mía–
- ¿por qué si no obedecen?–espeta–
- Porque son las personas que te cuidan, son hombres que darían la vida por ti–
- Pues es su trabajo– Frunce el ceño–
- Franco y James darían su vida por ti porque te quieren, no porque se les paga– Explica– George y Daniels son mis amigos y yo cuido de ellos como ellos de mi–
- O simplemente son leales– replica–
- Muchos darían la vida por nosotros, muy pocos llorarían nuestra muerte. No seas un gobernante déspota, hijo, o nadie será leal a ti–
Mi hijo me mira unos segundos.
- eso no significa que debas ser débil con tus órdenes– acaricia su mentón– Debes ganarte el respeto de unos, y de otros su miedo ¿entiendes, ángel?—
- Sí, mami–
- Ese es mi bebé–
Se aparta de mi y lo pone en medio, paso mi brazo tras de ellos apoyándolo en el respaldo. Estoy furioso con ella, pero no puedo evitar querer darle mimos, me controlo. Me pellizco el Puente de la nariz con la terrible punzada en la cabeza que me hace cerrar los ojos. Disimulo el malestar,ya estuve el suficiente tiempo en el hospital por rehabilitación como para volver a regresar, sin contar el estúpido enfermero en mi desintoxicación.
- Deberíamos poner una televisión aquí– Richard propone–
- La pondremos en la sala de estar— Eleanor dice–
Abro los ojos con el crujir de la leña quemarse en la chimenea, la llama es baja, aporta más iluminación que calor.
Cuarenta minutos después, Pável nos llega con un maldito helicóptero.
- Vámonos, se nos hace tarde– nos alienta a caminar rápido–
- ¿no se te pudo ocurrir otra cosa? Mi cabello se hará horrible– Eleanor se queja, el ruso se regresa.
- oh perdón, jefa ¿querías un caza?– suelta con sarcasmo– Yo estaba en san Petersburgo, teletransportarme no puedo. Te subes o te quedas–
- No, me quedo porque no se te ocurrió mandar a tus espías–
- Hace más de dos décadas tu madre no permite a nadie en estas tierras– comienza– No tengo un hangar aquí, así que, o te subes, o te vas en tu jet sin localizado, me paré increíble que no haya un respaldo–
- Pues me voy en ese, no me importa–
- Bien, pues has lo que quieras, a ver si con buscar mi IPhone encontramos tu cadaver–
- ¡bien!– se da la vuelta para marcharse–
- ¿en serio me hiciste venir para esto?– El ruso hace corajes–
- ¡yo no te hice venir!– Se regresa, me comienza a aturdir el ruido de la máquina–
- Sube el helicóptero, una vez cerradas las puertas te arreglas lo que te tengas que arreglar–
- Vámonos ya, niña linda, ya está aquí–
- Si es tan importe no salir sin localizadores, esta es la opción ¿no?— la tomo del brazo con suavidad, a regañadientes logro hacerla subir. Se está comportando como una niña caprichosa.
El ruso la mira molesto y ella solo mira por la ventana con los brazos cruzados.
- debería darte vergüenza comportarte como si tuvieras tres años– Espeta cuando comenzamos a elevarnos– no puedo creer que mi Pakhan tenga ese tipo de comportamiento–
- Tal vez deberías de dejar de fastidiarla con tus comentarios– Richard se mete–
- Sí, no eres su padre– Añado–
- Como no tiene papá por eso se comporta así, y ustedes no ayudan consintiéndole cada maldito berrinche–
Eleanor solloza, El ruso gira la cara con fastidio.
- Oye– Oliver mira mal al rubio–
- Eres el peor esposo que he tenido—
- ¿en serio yo?- Se mofa– claro, yo. Nos estamos divorciando porque a ti te gustan directores mediocres–
- ¿de verdad quieres pelear aquí, Pável? Porque será fácil echarte por la ventana–
- Inténtalo, Americano– se retan–
- Solo guarden silencio, me tienen harto con tanta palabrería–
- nos divorciamos porque resultaste ser igual a los otros–
- Y al parecer no puedo recibir el mismo perdón porque siempre fui solo otro soldado–
Eleanor se queda con lo que quiere decir y el ruso se mantiene mirando la ventana–
Al menos ya se callaron todos. El viaje es algo largo, llegamos a la ciudad con media hora de retraso.
Tomamos una camioneta de Pável que nos llevaba a la propiedad principal de los Volkov, la cual será la primera vez que conocemos. Salimos de la ciudad, y después de unos minutos, a lo lejos se notan luces.
Pasamos y los flash de las cámaras deslumbran por un momento. Me giro para ver a unos sujetos correr.
Metros más adelante aparecen otros.
Hemos idos a otras recaudaciones, la prensa comúnmente está ahí, haciendo preguntas y tomando una que otra vez fotos ¿pero en la carretera?
- ¿por qué?– cuestiono–
- ¿por qué qué?– Mi esposa se acomoda el cabello–
- Los tipos corriendo a mitad de la noche–
- Paparazzis– Richard suelta obvio—
- El evento es exclusivo, demasiado. La prensa no está invitada, ningún tipo de periodista puede entrar. Se publica sobre el evento lo que debe publicarse y saberse, nada más– explica– Siempre ha sido así, al menos eso recuerdo–
Nos recibe un enorme portón, no debería impresionarme con la inmensidad de la propiedad, se supone que ya estoy acostumbrado a esto, pero aún así lo hago.
Los lujosos autos se hacen presentes, de los cuales personas adineradas salen de ellos.
Esto no es un maldito palacio, es una puta ciudad.
Cuando bajamos puedo notar unos sujetos sin camisa y pintados escupir fuego de la boca, asustan a un par de señoras que terminan riendo.
La alfombra negra nos guía hasta la enorme puerta, el personal con unos gorros con cascabeles, las abren con un poco de dificultad mostrándonos la algarabía que provocan las distintas atracciones en el camino. El lugar es enorme con esas características de un imperio.
Malabaristas, payasos, gente manejando fuego a su antojo, magos y quien sabe que más. Entiendo todo cuando veo el cartel que da la bienvenida.
Recaudación anual Volkov.
Dice con el diseño de circo. Todo el lugar está decorado de esta forma. Entregamos los abrigos.
Seguimos el camino, captamos las miradas de algunos así como susurros. Pasamos otro arco donde las atracciones anteriores quedan como pocas. Desde aquí puedo ver todo el gigantesco lugar donde se celebra la recaudación. La fuente de en medio tienen luces que la hacen ver llamativa. El imponente edificio que se ve a lo lejos es precioso, Rusia tiene palacios imponentes, y mi esposa al parecer es dueña de uno.
Me dan un codazo, me volteo hacia al idiota Americano, miro lo que él mira, nos detenemos para ver a un par de elefantes y más atrás hay una jirafa. Si es un circo, por ahí debe de estar el tigre o el león.
Seguimos el camino que nos guía Ell,  bajamos unas escaleras que nos une a la gente.
Un hombre con zancos me pasa por arriba y termina saludándonos entre sus piernas.
- Eso dio miedo– susurra Richard. Los jardines son preciosos, en el día debe ser toda una maravilla, así como el edificio principal, el cual no se ve con totalidad desde aquí.
- La subasta comienza a las 9– Avisa mi esposa– Disfruten...
- Bambi– Un emotivo hombre le toma de la cintura y le da un beso en la mejilla, si no se quita lo Mato aquí– Por un momento creí que no vendrías–
Richard me golpea.
- es el según Pakhan– le logro ver la cara y lo recuerdo–
- Estaba pensando no hacerlo– gira los ojos- Creo que no conoces a mis esposos, formalmente– El hombre nos mira a los tres– él es Yelesei–
- Un gusto– no le respondemos, si son engreídos, nosotros también podemos– Tu bastardo, se parece a ti, llegó con su padre y Eric–
La hace caminar, seguimos el camino, la ira me mantiene alerta.
- Si no fuera un bastardo, sería un gran elemento...–
- pero su futuro es otro– se une otro hombre–¿o no bambi? El tuyo tal vez– se burla–
- Eres una mala vibra, ¿por qué no te vas?–
- Me agrada tu bastardo. Pero, ¿dónde está el heredero?– se detiene obligándonos a hacerlo también– En los Palacios se dice que te llaman Príncipe–
Oliver lo mira con esa típica cara de pocos amigos.
- Él es un primo como de la quinta esposa del abuelo. Es un respetado torpedo–
- Respetado– el otro sujeto se mofa–
- Driver– se presenta– es un gusto conocerlo, príncipe– Le da una pequeña reverencia a un niño–
- Ellos son mis esposos, y mi hijo pequeño–nos  presenta al resto, no nos da tanta importancia–
Pasa un payaso con una bandeja de copas, Yelesei toma una y se la entrega al sujeto.
- Sigue bebiendo y no molestes al niño– lo obliga a irse– Quiero hablar contigo un par de cosas antes de la subasta–
- Tendrá que ser después. Quiero pasar tiempo con mi familia–
- sí, pero esto...–
- Eric y Aretva están aquí– lo interrumpe– Trata de disfrutar esto también– le aprieta el antebrazo, el hombre asiente–
- Estaré cerca, bambi– le da un beso en la mejilla y se marcha–
- No sabía que Fritz estaba invitado– Richard comenta guardándose todo el odio—
- ¿alguien quiere un algodón de azúcar?– lo ignora—
- ¡yo!– Oliver da un saltito y lo sigue el hermano–
Me propongo observar todo, tal vez no sea tan malo.
- Mamá ya llegaste– El hijo de Pável hace presencia con una sonrisa, el menor la abraza recibiendo cariño sin querer se va con Oliver, a mi hijo le cambia la cara dejando un poco de amargura–
- Te ves muy guapo, Serkan— Le acomoda el moño– Te extraño muchísimo, cariño–
- No lo trates como Niño, se llevan como cinco años y es mucho más alto que tú– Pável la regaña– podría ser tu novio–
- Tendría mucha suerte, es muy guapo– Serkan se ruboriza–
- ¿Con esa cara de idiota?– Yakov dice con asco–
- Los dos se parecen...ah ya sé a quién se parecen, lo siento tanto–
- No deberías hacer que me respeten menos– Pável se molesta mas–
A los niños les entregan su algodón de azúcar.
- No te ensucies, Eliezer, por favor– Advierte a Narccise—
- Creí que no estarías con nosotros– Come un poco del algodón–
- Iré con mi padre–
- ¿tienes padre?– hago una mueca–
- Lo que no tiene es madre– Richard dice metiéndose algodón a la boca–
- Para su información, mis padres están vivos, y casados—
- ¿casados, enserio? Contigo como hijo eso es impresionaste– Richard sigue y no puedo negar que es gracioso– 
- tus papás se divorciaron porque no eres rubio–
- Pito chico– se le acabaron los insultos tan rápido, me impresiona, el ruso se ríe, se da la media vuelta y se larga. Ya le vimos el pene mientras estábamos secuestrados, no va el insulto–
Disfrutamos de las atracciones, me quedo un momento en el lugar donde está una mujer con una barba realmente larga. Se pasea en una tarima en un conjunto pequeño dorado, el presentador dice no sé qué en ruso. Menea la barba.
Miro a mis costados, no soy el único que la observa, hasta niños.
La mujer con barba que conocí en la feria del pueblo no era así.
Niego siguiendo el paseo encontrándome con Lio y el hijo de Pável, están observando cómo un sujeto va a lanzar varos cuchillos en dirección a la mujer parada frente a un blanco.
- Ojalá le de en tirante del brazier para que se le caiga– Dice Yakov y mi hijo niega–
- ¿qué no tienes madre?–
- ¿eso qué? A mi me gustan las tetas–
Todos aplauden cuando el hombre tira y le da Justo arriba de la cabeza, continua con otros hasta dibujar en todo el blanco con cuchillos, la mujer sale y modela el que jo la hayan matado.
- Uy no mira ese trasero- me voy antes de seguir escuchando esa conversación–
- Oye– Richard me alcanza, come unas palomitas– ¿viste a la mujer con barba?–  no respondo– Me sorprendió–
Me pone la caja de palomitas en el pecho.
- No gracias– sigo mi camino a los animales, donde debe estar Ell–
- ¿sigues molesto conmigo, papi?–
- llegas a esa conclusión solo porque no quiero palomitas, wow–
Se me pone enfrente, camina de espaldas como el imbécil que es.
- te dejo hacerme lo que quieras– Propone—
- ¿cómo qué?–
- Lo que quieras–
- ¿hasta golpearte?–
- Depende– Sonríe, giro los ojos, lo salvo que se estrelle con una anciana deteniéndolo– ¿me perdonas, papi?–
Un tipo nos mira raro cuando pasa a nuestro lado.
- Si no lo haces voy a dejarte en vergüenza en frente de todas estas personas, ¿quieres saber cómo? No me perdones– se come una palomita   Y me extiende la caja, voy a creerle, acepto la caja y se pone a mi lado-
- ¿No te impresiona que Niña linda pueda pagar por esto?–
El lujo y extravagancias son de un evento muy costoso.
-tal vez– observo el lugar, no hay tanto niños, y es normal siendo estas horas de la noche–
- Quiero comer algo, vamos– Me golpea el brazo y me guía a la mesa enorme de aperitivos, parece no ser suficiente con todo lo demás.
- No puedo creer que hayan hot dogs– Celebra tomando uno, parece un Niño–
Un tipo detrás de la mesa le dice algo, no sé ruso pero se nota que lo regaña, Richard lo mira mal.
- Mi esposa pagó por este hot dog, lo voy agarrar yo si me apetece–  resopla–
- ¿ahora usando el " no sabes quién es mi esposa"?– me da gracia–
Se encoge de hombros.
Agarra otro y me lo da.
- cómetelo–
- No tengo hambre–
- Anda, comételo. Los llevaré algún día a Nueva York–
- Yo ya he ido–
- pero jamás has comido un hot dog de un carrito, son los mejores–
- No sabía que estarían aquí– me giro para notar de quién es el acento italiano, Max toma un pastelitos y lo pone en un papel decorado.
- ¿por qué? Somos los esposos– Richard dice obvio–
- Bueno los conoce hace años y jamás habían venido a una– Tiene razón–
- ¿y tu novia?– Cambio de tema, no voy a hacerme una película ahora mismo–
- Fascinada con el tipo que se come una espada– toma otro pastelito– ¿vieron a la mujer con barba?–
- Sí– soltamos en unísono. Hay silencio ¿cómo es posible que solo pueda tener una conversación con el idiota de mi amigo?–
- mira, yo le presto mi navaja, mi espuma y estamos– Dice y no evitamos reír– Sé que deben regresar a sus labores en Inglaterra, pero deberíamos hacer algo mañana. Ir a montar o lo que les apetezca–
- Por mi está bien– Richard acepta y no me queda de otra que hacer lo mismo–
- Genial, los veo más tarde–
Le quito el hot dog que está apunto de comerse Richard.
- ¿qué te pasa?–
- oye–
- Contrólate, vamos a estar mucho tiempo aquí, vas a vomitar–
Lo saco de ahí, antes dejo la comida que tenía en las manos.
Se detiene en una de las fuentes de soda, es feliz cuando tiene el vaso en la mano y nos vamos.
- Diviértete ¿quieres? Es un circo y mucha gente aquí parece que estuviera oliendo mierda. Como tú– se sube el sombrero, me lleva hasta dónde se encuentra un tipo sentado arriba de un tanque de agua, la gente paga por tirarle. No sé qué anuncian pero Richard se ríe.
- por cada invitado que se suba, se estará donando 300 mil rublos–
El sujeto que nos encontramos con anterioridad se sube y todos le celebran, deja su copa en mano del conductor, se sienta y mientras otro intenta darle al blanco, no lo intenta, lo logra de inmediato haciéndolo caer. La gente se ríe y el otro nada saliendo haciendo lo mismo.
- Te doy el doble si vas– le digo–
- Te compro otro Tesla si tu vas–  propone—
- Te compro la camioneta que quieres y convenzo a Ell que vayamos a esa competencia de cerdos–
- Es de cabras pero hecho– nos damos las manos, sonrío ampliamente, esto será bueno– pasamos entre la gente, Richard me entrega su sombrero y sube las escaleras. Lo ánimo como lo hacen los demás.
- ¡¿pero qué haces?!– dejo de aplaudir cuando escucho a mi pequeña esposa gritar a mi lado, me alejo, tal vez no me vio. – ¡Baja de ahí!–
Hay muchos gritos en ruso, algunos en inglés diciendo que desobedezca.
- ¡no lo haré!–
- ¡Richard Amadeus Green!–
Me río por debajo cuando lo veo rabiar pero bajarse con los abucheos de la gente.
- Es por una buena causa– Se excusa, hago como que no estoy ahí–
- No eres un invitado– Lo jala, pasan a un lado de mi, pero él me toma del brazo llevándome con ellos casi a rastras.
- Él me dijo– Me acusa quitándome el sombrero–
- yo ni siquiera te conozco–
- Me parece excelente que quieran contribuir, pero debes estar presentable para la subasta de media noche– Le acomoda las arrugas del traje–
- ¿me lo dices en un circo?–
Las alarmas de una nueva persona siendo tirada en el estanque llama nuestra atención.
- ¿y Narccise?– Desvía el tema–
- Con Eric–
- ¿con el sujeto que no lo quiere?– se enfada–
- hay barra libre, vamos–
- No, quiero tirarme, y lo voy a hacer, porque no vas a mandarme y a dejarme en ridículo–
- Mi familia está aquí– dice entre dientes–
- lo sé, que se vayan enterando que no tienes a unos perros como esposos–
- ¡sí!– Me gano la mirada horrible de mi esposa, Richard le pone el sombrero y se regresa.
Lo va a hacer el hijo de perra, se para a medio camino y vuelve.
- Gracias– Mi esposa le entrega el sombrero y él asiente– vamos por unos tragos–
- Alguien es una gallina– Imito al animal en tango mi esposa enreda su brazo con el mío, hace lo mismo con Rick–
- me acordé que ya estaba enojada conmigo– Resopla–
- Estaba pensando qué tal vez quieran quedarse un par de días aquí– Comenta– Vivía aquí con el abuelo–
- ¿solo ustedes dos?– Me sorprende eso–
- No, es muy grande. Nos gustaba venir aquí porque era solo para divertirnos, la otra casa era como un feo internado– cuenta– Aveces lo extraño–
Desde que murió su bisabuelo es la primera vez que la escucho lamentarse.
- Es normal, era tu abuelo– Richard le acaricia el torso de la mano–
- Solíamos discutir todo el tiempo. Me encantaba llevarle la contraria, con el tiempo me di cuenta que comenzó a manipularme con eso– Gira los ojos–
Llegamos a la barra el barman está disfrazado, nos sirve lo que pedimos.
- ¿por qué de circo?– cuestiono inclinándome el vaso–
- Siempre se hace de los caprichos de la princesa— muevo la mirada para toparme a esa niña que le declaró la guerra a mi esposa, tiene 15 años pero medirá un poco más de los 1.70, se inclina sobre la barra para pedir un trago, deja ver el escote de su espalda y en ella un tatuaje de un alacrán. Cabellos y ojos negros, la piel blanca como la de mi mujer.
- ¿no eres muy joven para eso?– Eleanor dice poniéndose enfrente mío–
- Con tu historial no puedes decirme eso– Se burla– tal vez por ello ya no tengas neuronas–
Un hombre de quizá nuestra edad se une manoseando a la chica, de él es el trago.
- ¿así de mal nos veíamos?– Richard me susurra–
- Esperemos no– musito fingiendo beber del vaso–
- ¿tu novio?–
- Su esposo– El tipo suelta con un acento ruso muy marcado, le extiende la mano a mi esposa pero esta no se la recibe, lo mira de abajo hacia arriba– Justo así me miró Tania cuando nos conocimos–
- ¿por qué? ¿Porque tiene 45?– Richard me vuelve hablar–
El tipo nota que no tiene nada que hacer aquí y se va con su trago.
- Fue una sorpresa recibir la invitación– es una víbora– Como eres tan infantil estaba segura que no me invitarías–
- Es un evento familiar– Responde serena–
- Sabes, conejito, muchos se niegan a tener a alguien que no es un Volkov en la cima– la chica se acerca, nosotros nos alejamos.
- Soy un Volkov–
- ¿si? No pareces– Le toca un mechón de cabello a mi esposa– eres corriente– la suelta con asco– No van a elegirte, ni siquiera eres fuerte–
- Se te olvida que no es una democracia–
- y a tu Se te olvida que en la manada solo gana el mas fuerte– amenaza. Tiene quince pero su forma de expresarse y su complexión es de una mujer adulta, no aparenta la edad , mi esposa se ve mas joven que ella– Nadie va a querer a un Krysha en el puesto del abuelo–
Eleanor asiente tomando del alcohol que pidió.
- Mucho menos a alguien que derrama su propia sangre–sigue– o quien ni siquiera le puede cumplir una promesa a sus esposos–

MY BUNNYWhere stories live. Discover now