11

549 37 15
                                    

SAMAEL
Jamás debí recibirle ese vaso de Vodka a Richard, jamás. Ahora estoy con un tremendo dolor de cabeza y con náuseas. La fruta frente a mi me parece asquerosa. Al menos al estúpido Americano parece irle peor, desde aquí escuchó sus lamentos.
- Solo a ustedes se les ocurre embriagarse de ese modo en una recolecta de fondos– Eric nos reprende– parecen adolescentes–
- Y este adolescente no irá a trabajar hoy– George me entrega un vaso con dos pastillas de antiácido.
Se me revuelve el estómago, me trago mi vomito, esto es verdaderamente asqueroso.
Me tallo las cienes.
- muy bonitos– Eleanor deja caer algo en la mesa, fue como bomba–
- Ell, Amor, por favor...— la miro, parece furiosa–
- Preparé esa fundación hace meses, y ustedes provocaron que la mitad de mis donadores se retiraras esta mañana– Reclama–
- Pues que se la vean con Dios, eso es inmoral– Richard se pone el vaso con hilos en la frente–
- Las fundaciones son el mejor negocio, Richard– Silas, habla– Acaban de rompen relaciones con gente muy importante del norte de Escocia e Irlanda–
- ¿conservadores? ¿Desde cuándo está casa es conservadora?– Richard vuelve a atacar–
- Oh no te preocupes, ya toda la sociedad sabe que no lo somos. Uno se desnuda— me mira–y el otro se vomita en los zapatos de un conde–
- Es que tenía calor– Susurro–
- ¿y por eso te pusiste a bailar como prostituto? ¿Y cuál era la necesidad de bailar single ladies como locos?—
- Serán la comidilla en el club–
- ¿en serio bailamos eso?– Que vergüenza por Dios–
- Y muchas cosas más, parecían idiotas riéndose por todo– Eric contesta–
- Le quitaron la peluca a la esposa de un empresario– Pável ríe por debajo– eso si fue gracioso, los perseguía con su bastón— Carraspea ante la seriedad de Eleanor, sigue comiendo.
- Samael, el profesor Federico, quien se había fascinado por tus ideologías e inteligencia,  te ha descartado totalmente para su proyecto, pues no permitirá en  su cuerpo de profesores un hombre con tan pocos modales y preso de sus vicios, cosas que podrían aprender sus estudiantes– suspiro regañado, eso era una gran oportunidad para mi carrera– Y respecto al profesor Homero, te quita su completo apoyo en el consejo, olvídate de ser parte de este y del presupuesto en tu departamento–
- él no puede hacer eso–
- Oh claro que puede– Me calla— ¿sabes que me dijo? " ¿cómo puede ser este una de las mentes más brillantes de Cambridge?"– Cita con sarcasmo–
- Lo siento—
- No es mi carrera la que pusiste en peligro. Y Richard–
- Ay no– Rick susurra–
- Ya no está en tus responsabilidades mantener la imagen de esta familia, sin embargo, no solo te llevaste entre las patas a Samael, si no también a tu hijo–
- No es para tanto– Uy no, Alicia, debiste quedarte callada—
- Discúlpame, pero te pediré no te metas– Eleanor de nuevo mira a Richard– Tu hijo en seis meses asistiría a la real academia Winston,  una prestigiosa institución en todo europa, ahora, su lugar lo tendrá un Niño que si reciba altos valores y modales en casa, no como los deficientes que Narccise recibe de sus padres–
- Buscamos ese lugar hace meses– Estoy sorprendido, gracias a que Richard, Alex y yo somos respetables en nuestras profesiones accedieron a dárselo –
- Para la señora Hamilton tú dejaste de ser un prestigioso catedrático – vuelve al americano– y tú un director respetable, cosas que habían asegurado el lugar de nuestro hijo–
- Dime cuánto cuesta ese lugar y lo pagaré– Richard habla con un tono que no debería–
- No todo se resuelve con dinero—
- Eso es sorprendente viviendo de ti. ¿Qué le enseñarán en esa academia? ¿A ser un racista?¿ o supremacía racial? ¿O a ser un blanco pretencioso y arrogante como tú?–
- No, lo enseñarán a no ser un grosero y estirado Americano como tú.  Tú hijo pertenece a una sociedad a la que tú no podrías, porque personas como tú simplemente no pueden– Eleanor alza un poco la voz, está más que molesta, así que nadie dice nada–
- ¿cómo yo? ¿americanas? Pues te recuerdo que por muchos años este Americano te Cogía y jamás te quejaste – Richard se pone de pie– 
- Si, y me arrepiento de darle  a mi hijo un padre americano–
- Pues ahora te aguantas, porque ya está hecho. Y no eres la única que se arrepiente, yo jamás quise a ese niño en mi vida, ahora estoy aquí discutiendo una estupidez, niña tonta–
- No le hables así a mi mamá– Oliver se enfrenta a Richard también dejando su lugar– Basta– Richard relaja un poco el rostro, pero sigue enfadado–
- largo de mi casa, ya has hecho suficiente–
- No es necesario que me corras, Eleanor , yo ya me iba–
- Ya conoces la salida– Eleanor se sienta y Richard echando fuego se va, creo que igual a él se le olvidó la resaca, Alicia va detrás de él. Nos quedamos en silencio mirándonos entre sí, se siente la tensión.  Solo a ellos se les ocurre discutir frente a toda la familia, Frente a Lio– Oliver, no vuelvas a faltarle de esa manera  a Richard–
- Él estaba lastimándote– Mi hijo gruñe– y no es mi padre, no tengo que respetarlo–
- Lo tienes que respetar como tal, ahora siéntate y termina de comer–
En lugar de obedecer, se va corriendo.
- ¿no es tarde para irte a trabajar?–  me mira–
- Si, claro– No deseo ser echado como Richard, es claro que no iré a trabajar con tremendo malestar, pero quizá mi departamento sea lo más seguro en estos momentos. Como detesto que Pável siempre termine como el bueno, da ganas de golpearlo.
Termino por dejar mi desayuno en la carretera, el vodka es imposible, solo de recordarlo de nuevo tengo nauseas, aún más si Richard insiste en ponerle sodas.
Al llegar a mi departamento no llego a la cama, solo me tiro en el sofá. ¿Por qué no me he puesto una línea? Porque soy un imbécil. Unas tres horas  después me despierta el terrible tono de mi celular. Richard. Contesto cerrando de nuevo mis ojos.
- No debería hablar contigo–
- Me dejó el avión y también Alicia–
Me rio.
- Y aparte tienes resaca–
- Es bueno que te rías de mis desgracias–
- ¿hoy te ibas? No me dijiste–
- No te enojes ahora tú conmigo–
- Enojaste...enojamos demasiado a Ell. Te dije que esas personas eran importantes–
- Perdón lo de tus profesores–
- No te preocupes, después de estar más de un año en coma es difícil seguir el ritmo. ¿Dónde estás?–
- en mi departamento–
- ¿Londres?–
- Ajam ¿y tú?–
- En el mío, debería estar trabajando–
- Yo te saco de trabajar, papi–
- No puedes mantener a un hombre como yo– lo escucho reír–
- Ven a mi departamento–
- ¿con esta resaca?– Resoplo descartando la idea, busco entre mi saco el polvo blanco– Ni loco, no voy a conducir–
- Ven en tren –
- No, ven tú si quieres–
- Te mando un Uber– Dejo de buscar para analizar– ¿si o no?–
- ¿quieres cogerme? Si es así no soy yo el que iré. Tengo dignidad y valores– Sigo buscando– y tampoco haré eso con resaca–
- Como eres mal pensado. Estoy solito, y molesto y triste– Río–
- ¿por qué discutiste con Alicia?–Suspira–
- Tu ganas, voy para allá, métete una línea, eso te pone al 100%–
- En eso estaba pero no lo encuentro, tendré que subir–
- Era broma, Dios–
- Te espero, Animal—
Cuelgo y busco bien, al encontrar el pequeño recipiente me siento. Pongo el celular en la mesa para hacer el ritual que hago siempre desde hace dos décadas, cuando término dejo caer mi cabeza hacia atrás y me limpio lo que pudo quedar pasándome los dedos en mi nariz un par de veces. Esto es de lo peor, ojalá pudiera dejarlo, pero ya me he resignado a que mi adicción me llevará a la muerte.  Aún recuerdo al sujeto que me la dio por primera vez, fue mi primera vez en casi todo, porque cogido desde los 11 por un tipo con alzacuello. Tenía no más de 19 años, y él bueno...era lo baste mayor para que pareciera ilegal. ¿Qué hacer para rendir mis pruebas y a la vez prostituirme para tener libras y no morirme en el proceso? Cocaína. Se me revuelve el estómago de solo recordarlo, en ese tiempo era lo suficiente pobre para no poder conseguir ni un solo gramo, o pagar la renta. Seguramente ese sujeto debe ser un hombre de 60 con hijos, gordo y feo. Abro mis ojos sorprendido, ¿yo seré el esposo viejo, gordo y feo de Eleanor?. Es mejor que aumente mis horas en el gym o seré eso. 
Cierro de nuevo mis ojos y me recuesto en el respaldo del sofá. Me duermo de nuevo. Me levanto ante los golpes a la puerta, miro mi reloj, me he dormido más de una hora y media, así que debe ser el idiota, efectivamente es él.
- traje Helado– alza una bolsa del minisuper a unas cuadras de aquí, lo dejo pasar dándome la media vuelta.
- Y aspirinas, pero lastimosamente tú no puedes– cierra la puerta–
- Con cinco de esas me muero— me siento de nuevo, se sienta a mi lado– Ahora si, cuéntame– chasquea la lengua, saca las pastillas y una botella de agua de la bolsa.
- Eleanor podrá ser la peor ex de este universo, es tan odiosa como bonita–
- ¿cuál es tu punto?– lo miro tomarse dos y tomar casi toda la botella–
- Pues en resumen, la insultó y yo la defendí, Alicia se enojó, yo ya estaba enojado, me enojé más y bueno, me hizo llevarla al aeropuerto, y no iba a subirme al mismo avión que ella, esa mujer está loca y además con entrenamiento militar–
- Si, se ve que no le agrada, creo que es la primera, debe estar celosa–
- Pues mirabas mucho a mi esposa– Lo golpeo en el brazo– Las mujeres se dan cuenta de eso–
- estás mal, ¿Eleanor y yo ? Nah–
- más te vale, porque esta vez no solo te romperé la nariz. Ah, y déjame advertirte que eso que dijiste sobre Narccise y no quererlo, uy no, te costará mucho–
- No dijo nada–
- Eso no se le olvida, te lo aseguro. Yo le dije que Oliver no era mi hijo y estuvo a muy poco de quitarle mi apellido–
- Si, Frederick me contó hace meses–
- que chismoso– no es secreto que Frederick sabe todo de todos– ¿sabías que Serkan tiene mas sexo que tú y yo juntos?–
- ¿cómo sabes?–
- Frederick, digamos que aveces igual chismeo con él. Los que si no sueltan nada son Esos cuatro guardaespaldas– Comento–
- Yo sé algo pero debes guardar el secreto–
Asiento– Ni cuándo estés enojado, ni cuándo estés más que eso, debes guardártelo–
- Que si– Giros Mis ojos como Eleanor me enseñó–
- Escuché por ahí, que Pável no puede tener hijos–
- tiene tres–
- pues ya no, el mes pasado Eleanor perdió un bebé– eso me confunde y me molesta–
- No pongas tu cara de mierda, ya pasó y no sucedió–
- Si pero no me dijo–
- No sabes si es cierto, es lo que se escuchó por ahí. El punto es, que debe ser él porque con nosotros si tuvo bebés, cuándo estabas en coma lo intentaron y también perdieron uno– me ofendo en lugar de molestarme– Si, y conmigo dormía, según, como sea, yo ya me enojé con eso también–
- Eso no se hace–
- Es pasado, Sam. Cómo sea, creo que fueron a una clínica para resolver eso–
- pues me alegro, así jamás tendrá un bebé de ese ruso. No le ha servir el pito por esas mierdas que se puso. Al menos el de nosotros si cumple su función– Richard se ríe por lo que acabo de decir–
- Yo me sentía mal por alegrarme pero ya que somos dos...iremos los dos al infierno–
- Primero la embarazo yo, de trillizos—
- No seas cruel, eso duele–
- Lo que me gustaría hacer es meter en problemas a ese tarado, a mi se me hace que se pone más idiota que nosotros Ebrio. Siempre quedamos mal y él como el bueno–
- Agh si, maldito Psicópata ruso–
Los dos nos cruzamos de brazos como evidencia de nuestra molestia.
- ¿te metiste de esa mierda?— Lo miro y después a dónde él, dejé todo sobre la mesa—
- Odio la resaca–
Se queda un rato callado.
- ¿cómo se siente?– Me mira– Ahorita¿cómo te sientes?–
- No me metí mucha, así que no...se siente tanto–
- Bueno ¿pero que siente?–
- Nada, se me ha quitado el dolor de cabeza y no tengo el sueño que tenía, es todo, pero es porque ya estoy acostumbrado–
- ¿y qué si yo lo hago?— me río, al no verle pinta de broma lo dejo de hacer–
- No, tú eres el bueno, lo único malo en ti es el tabaco–
- Solo quiero probarlo—
- Esto no es marihuna, Richard–
- Lo sé imbécil, anda, dame una línea– lo pienso– somos adultos,no adolescentes–
- por eso lo pienso— Si le doy la misma cantidad que yo he consumido tendrá suficiente para la experiencia si es que jamás la ha probado. Eleanor me regañaría, pero aún así accedo. Le hago la línea, le doy el celular– Cómo en las películas, hazlo rápido–
- Esto me emociona aunque no lo creas– sonríe–
- Si, eres como la nerd probando cosas nuevas–
- idiota– hace lo que le digo y se agarra la nariz– ¿en serio esto te gusta?– Se la suelta, ahora la tiene roja–
- Te sentirás eufórico, hablarás más de lo normal,más alerta, ya sabes, en todos los sentidos...en los casos positivos, en otros te puede dar una taquicardia y morirte, o vomitar, o algo así. A mi no me ha pasado–
- Que bonito que me alientes de esa manera–
- Puedes sentirme más caliente. Eleanor y yo solíamos drogarnos y hacerlo–
- Están enfermos–
Recuerdo eso viejos tiempos, eran maravillosos, solo ella y yo.
- Un poco– reímos–
- Siento haber insultado a Ell, decirle blanca pretenciosa no fue correcto–
- De pretenciosa no tiene nada, pero entiendo tu enfado. El que en verdad te detesta es Oliver, te hubiera dado una paliza de haber podido–
- Fue incorrecto discutir frente de Él. Oliver no debería entender muchas cosas que ya entiende—
- Yo le expliqué hace poco que los dos éramos esposos de Ell al mismo tiempo, ya lo sabe–
- ¿y cómo se lo tomó?–
- sorprendentemente me dijo que quiere lo mismo de grande– Asiente sorprendido–
- ¿y Eleanor sabe que le dijiste?–
- se lo dije después. Ella aún te considera el otro padre de Oliver¿lo sabías?–Niega– Te ha insultado diciéndote Americano, Eleanor lo abofeteó, le dijo que te respetara, hoy también se lo dijo–
- ¿En serio?– se le iluminan los ojos un momento– Pero Lio ya no me quiere, me dice señor y me habla de usted—
- Te lloró mucho el día de su cumpleaños. Dijo que ya no lo querías por Narccise, y ahora que viniste a su cumpleaños al parecer se lo confirmaste–
- Sabes que quiero a Oliver tanto como a Narccise– Comienzo a notar lo dilatado de sus pupilas– ¿crees que si le regalo cosas me quiera de nuevo?–
- ya tiene nueve, lo dudo. Debiste verlo, Rick, en verdad te quería ahí. Es un milagro que no odie a Narccise como antes–
- Es un niño, pero parece que tiene 16– susurra–
- Abajo de todo ese mal humor, mal carácter, inteligencia y todo eso, sigue ese niño que conociste– suspiro– Al menos para mi jamás dejara de ser un niño. Te recomiendo pasar todo el tiempo que puedas con tu hijo, después los abrazos serán escasos–
- Gracias– Toma agua– Arreglaré las cosas con Lio, ya lo verás— se mueve la camisa– ¿hace calor?–
- No, estás drogado–
- Carajo– Se recuesta más en el sofá y me mira– Siento como si hubiera corrido dos kilómetros pero no estoy cansado–
- Si, lo sé–  Me divierte verlo de esa forma– Ya te pasará, disfrútalo, que de mi no recibes más de esto–
- No soy estúpido– se toma todo el whisky del vaso–  En serio discúlpame por hacer una escena, debí quedarme callando–
- Yo no quería provocar otra escena, Pável y yo entendimos que no nos correspondía meternos-
- Creí que en cualquier momento te pararías a hacerme lo mismo que a Emile–
- Jamás te haría algo así–
- Puedo agarrarte de malas–
- No lo hice cuando embarazaste a mi esposa, ya no lo haré– le golpeó el muslo para tranquilizarlo–  Ese día...fui un completo monstruo, he decidido cambiar—
- Por ello Pável vive– Afirma, tiene toda la razón, de ser ese Samael de antes, ese ruso ya estaría muerto– ¿qué si me encuentras con Ana?–
¿Ana? ¿Por qué insisten en recordármela?
- Ella no me interesa– ¿miento? La verdad es que me intriga a dónde se ha marchado, Richard se ríe, se sirve más alcohol y me entrega el mío–
- ¿quieres embriagarme? No creas que soy así de fácil– tomo del líquido, niega  divertido–
- Si lo hacemos ¿contaría como infidelidad?– me mira como suele mirar a Eleanor cuando estamos follando, y de paso drogado.
- Sería un abuso de mi parte acceder a eso estando tú drogado–  hay un poco de preocupación en mi broma–
- No lo creo, estoy bastante consciente–  alcohol, cocaína, enojo y tristeza no es la mejor combinación. Lo alejo de mi cuándo está muy cerca, me agarra de la corbata y me jala brusco. Eso dolió...auch ¿auch?. Me lo quito empujándolo.
- No– Me ignora por lo que terminamos forcejando, esto ya no va en serio, es un juego–
Eres un mentiroso, Samael, esa línea si te ha pegado, quizá no tanto como a Richard, pero lo suficiente para aceptar esto. Tengo un poco de conciencia entre el alocado e impuro beso que tenemos, si ya nuestras manos están más abajo que del pecho, eso es una señal de alerta, lo separo.
- No quiero que te arrepientas de nada, Rick–
- ¿y qué hay de ti?– no sé qué decir, hace mucho no hago esto, quita el sombrero de en medio dejándolo en la lámpara de aún lado, me quita el saco y después la corbata– Jamás he hecho esto, déjame tocarte–
Entiendo a lo que se refiere, no es lo mismo nuestros anteriores encuentros a esto, tal vez para mi esto es un poco extraño, pero para un heterosexual drogado como Richard no. Debo admitir que mi 1% homosexual es este tipo frente a mi, y estoy seguro que el de él soy yo. He estado con otros hombres cuando era un niño, pero esto definitivamente no es lo mismo. Cada beso, cada juego, cada tacto es diferente, porque este imbécil si me gusta. Ojalá mi padre entrara por esa puerta y le viera cogiendome a un hombre, ojalá así le dé un infarto al maldito cura.
Me apoyo en el sofá con mis manos dejando que Richard me toque sobre la camisa hasta llegar a mi cuello. 
- ¿has hecho esto con otros, cierto?–
- No– miento–¿y tú?— se ríe–
- No digas estupideces, Sam. Le rompo la cara al maricón que se me acerque–   Dice eso mientras se endereza– Quítate la camisa–
- No, quítamela tú— chasquea la lengua, comienza a hacerlo– Quiero darte igual a ti–
Se detiene y me mira–
- No, parezco el que da y soy el que da–
- ¿qué perezco muy maricón yo o qué?– me ofendo–
- No, pero eres menor, sería raro–
- Entonces así yo no juego–  niega–
- Tal vez...déjame pensarlo– me abre la camisa hasta quitármela–
Sus manos recorren mi torso, lo veo inclinarse para comenzar a besarme la piel desde donde comienza el cinturón. Maldito hijo de perra, mi pene da un ligero brinco ante eso. Cuando está en mi pecho me pasa la lengua desde ahí pasando por mi cuello y hasta introducirla en mi boca.  ¿Excitado? Si, ya. Lo empujo hasta sentarlo, me incorporo metiendo una rodilla entre sus piernas y con el otro pie en el suelo.
Sube su mirada hasta mi cara con esa sonrisa cínica que siempre trae en la cara.
- Hay que reforzar la amistad ¿no?– me rio ante su ocurrencia, él hace lo mismo antes que sea yo quien une nuestros labios.  Me obliga a sentarme en sus piernas, y gracias a que no dejo de apoyarme en el suelo tiene la facilidad de subir su mano hasta mi entre pierna ¿se siente bien? Claro que si ¿lo imaginaba de Richard? Jamás. Me sorprende más cuando con su otra mano sube por mi hombro hasta mi mandíbula, me alza el rostro, me besa y chupa el cuello con la misma respiración pesada que yo también tengo. Ahora entiendo porqué Eleanor se acostó con este imbécil.
- No vayas a marcarme porque a mi si me matan– Lo siento sonreír, toma aire por la nariz. Richard con coca encima es sorprendente– Vamos arriba– Me quito, cierro la puerta con seguro y regreso a la sala donde agarro mi vaso de alcohol, le tomo un sorbo y con un movimiento de cabeza lo hago seguirme, muy en el fondo siento que estoy abusando de él. Es obvio que está así por los efectos, un Richard sobrio jamás me hubiera atacado una vez en la habitación, casi ni me da tiempo de dejar el vaso en un lugar seguro.
Caigo sentado en la cama, desde aquí puedo ver cómo está duro, se le marca en el pantalón y estoy seguro que le duele como a mi.
- No es tan Grande como la tuya, pero sirve–
Río–
- Eso lo veremos, ¿quién se cansará primero?–
- No me retes– termino acostado con un americano restregándome su verga en mi pierna y tocándome la mía con su rodilla mientras nos besamos. Se hinca para quitarse la camisa mostrando todos esos tatuajes, algunos lastimados por cicatrices.
- Ja, voy a cogerme al machito militar tatuado–
- Pero no se lo presumas a nadie–
- Solo disfrutaré cuándo Alicia te presuma " Ricky" – Agudizo mi voz con lo último, pega una carcajada– Si supiera que ahora su novio está duro por mi– le jalo del cinturón, cae sobre mi–
- A la única mujer pervertida que no tomaría esto mal, es Nuestra Ell–
- Definitivamente– El aroma de Richard es agradable, sin embargo, hay algo distinto, se ha ido tanto tiempo, algo pudo cambiar, bajo mi mano hasta su entre pierna, sin dejar de recibir tremendos besos salvajes, luchamos entre nosotros, estamos excitados, y eso lo sé por nuestras pelvis pidiendo mas contacto, nuestras respiraciones están más que pesadas, y antes que sigan doliendo nuestras vergas, Richard deja de besarme para hacerlo con mi torso y volverse a hincar, copio lo que hace, me quito el cinturón y desabotono mi pantalón tan rápido como él. Me jalo más arriba.
- Anda, voltéate–
Como toda una zorra obedezco, me tiene entre sus piernas, por lo que mi respiración se corta cuando me escala y lo siento demasiado Cerca.
- hay condones en el mueble–
- Mierda, Sam– Se Baja y busca en el mueble de noche, lo veo regresar, siento en mi trasero sus manos, me baja el pantalón, que obvio yo le ayudo, de ahí, creo que es incensario decirlo.
Solo puedo decir que solo se usó un condón en dos horas y que Richard a sus más de cuarenta años experimentó ser el pasivo.
Había olvidado completamente lo tan asqueroso o repugnante que era esto. Me siento sucio, y no solo por el hecho de tener Semen de otro sujeto en mi combinado con el mío. Asqueado tal vez por todo lo que hicimos . La camisa de Richard está tirada a un lado de la cama después de limpiar varias de nuestras corridas, pobrecita. En la alfombra hay una mancha de alcohol junto al vaso que se ha caído, carajo.
Me limpio el líquido blanquecino que aún puedo ver sobre mi abdomen después de un pequeño descanso, me las quito de encima y me siento para beber lo que resta del whisky. Mi pantalón sigue en la cama, lo jalo y me lo pongo.
- iré a ducharme, pronto debo regresar a casa– hablo sin mirarlo– Puedes ducharte en la habitación de alado y tomar alguna de mis camisas si quieres–
- Está bien– Me levanto aparentando que el trasero me incomoda. Mierda, es obvio. Me meto a la ducha fría, no tardo mucho en sentir náuseas, cuando siento que están por llegar salgo y dejo nada más que saliva y posible material para hacer bebés en el Wc. ¿Es aún la resaca o lo tan extraño que me siento? Ha pasado tanto tiempo, que en mi vida creí volver a esto.
Termino de ducharme, salgo y me visto con los mismos pantalones, no puedo llegar a casa con diferente ropa. Al bajar aún no está él, busco mi camisa y comienzo a abrocharla, me la fajo y me cuelgo la corbata en el cuello, en mi saco esta mi cigarrera y el mechero que Ell me regalo hace unos años, enciendo uno para calmar los nervios. Camino hasta la cocina en busca de hielos por el dolor de cabeza que me llega de golpe, dejo los cigarrillos en la isla y busco los hielos, los pongo en unas servilletas, lo llevo a la sien, cierro los ojos unos segundos.
- ¿estás bien?– Asiento sin voltearlo a ver, unos segundos más tarde un taburete es arrastrado, se ha sentado frente a mi, le doy una calada al cigarrillo– ¿seguro?– asiento de nuevo– le quito el exceso al cigarrillo en un salero, lo miro finamente–
- ¿por qué no lo estaría?–
- No te arrepientas de lo que hicimos, no quiero ser un pesar para ti–
Le ofrezco mi cigarrillo, él lo acepta.
- ¿tú lo haces?–
- Lo haré si tú lo hiciste–
No digo nada, voy al sofá donde ha dejado ese sombrero, me lo pongo y regreso a dónde está.
- Hemos reforzado la amistad varias veces en varias posiciones, es más, hubiera sido gran material para una pagina porno– Da una profunda  calada y asiente– Necesito sabes la historia de este sombrero ¿por qué siempre lo traes puesto? ¿Por qué es terapia?– cambio una incómoda conversación por algo mucho mejor.  Me mira varios segundos y después al cigarrillo.
- El doctor que me salvó me lo regaló, lo compró para mi con unos vendedores ambulantes. Seguro era de algún turista o altruista– Se rasca la ceja– Le debo todo a ese hombre, he mandado infinidad de ayuda a su comunidad por medio de la Fundación " раны", Eleanor ha donado millones, así que le agradezco...lo sigue haciendo–
- ¿eso no es ruso?– Asiente–
- Eleanor me la dio, me dijo que yo era el indicado para ayudar a toda esa gente, son de las pocas cosas buenas que pasaron cuando no estabas–
- Lo eres– le palmeo el hombro–¿por eso siempre lo traes?–
- Cuándo me lo entregó me dijo " Solo un hombre con propósito sobrevive al feroz mar"– Cita mirando sus manos– Jamás olvidaré eso– me quita el sombrero y busca algo dentro de él, saca un papel, se pone el sombrero– Después entendí cuál era– Me entrega el papel desdoblado para ver una foto de nosotros. Eleanor, Oliver, él y yo– me mantuve vivo porque quería regresar con ustedes. Sonorá estupido, pero me ha servido para superar todo–
- Esto me hace sentir una asquerosidad de persona–
- ¿qué por qué?– se la devuelvo–
- hemos sido una mierda contigo, no te merecemos–
- No, yo los quiero demasiado– Se guarda de nuevo la fotografía– Para que veas que yo soy igual de mal amigo– Se saca otra foto, al verla lo miro– Esa me la llevé a la guerra–
- seguro te pajeaste con la foto de mi esposa– Lo golpeo, le devuelvo la foto, ya he aceptado que no soy el único hombre que ama a Ell y que ella ama de vuelta–
Niega Divertido
- No se lo digas a Ell, por favor.–
- Mientras tú no le digas que follamos, todo bien–
Niega.
- Me voy mañana–
- No te vayas sin arreglar las cosas con Ell. Tienen un hijo juntos, sean amigos por el bien de él–
- No le gusta que su hijo tenga un padre como yo, creo que tú eras el indicado–
Eso me divierte, Si no me muero, ella se hubiera seguido negando a darme hijos.
- Ella me dijo mil veces que no quería hijos conmigo, pero eso ya no importa. Si quieres a Narccise, lo harás–
Se rasca la ceja y fuma.
- Tal vez hable con ella mañana antes de irme–
- Que ganas de que Alicia encuentre la foto de Ell en tu sombrero–
- No dejo que lo toque ella ni nadie. Solo los que están en la foto pueden hacerlo–
- Era lo mínimo después de follar– es mejor tomarlo a broma como Richard suele enfrentar lo que le incomoda o molesta–
- Lo molesto que es sentarse, mierda, admiro totalmente a Ell, Eric y Alex criaron a una guerrera–
Soltamos una carcajada. Maldito imbécil.
- Fue divertido, Richard, pero mejor no lo repetimos– ríe, no niego no haberlo disfrutado, esto me sirvió para entender cómo Eleanor aceptó hacerlo con él y haberlo hecho su esposo. Lo Hacemos diferente, eso es claro, pero no está tan mal, le ofrecemos diferente sexo y me calma no ser iguales, no puede compararnos a menos que sus gustos se inclinen por alguno de los dos– No me mal interpretes, estuvo bien–
- Te entiendo completamente, fue mucho homosexualismo en un solo día, hay que quedarnos en donde estábamos, muy cerca de la línea pero sin cruzarla–
- Jamás te volveré a dar cocaína porque seguro quieres cruzar de nuevo–
Me extiende su mano, se la recibo sin problemas. Fue lo bastante simpático para no seguirme sintiéndome como una mierda. El asco se ha ido, de igual forma él no tendría la culpa porque yo acepté.
- Dios, no puedo creer que lo hayamos hecho–
- Y varias veces– Asiento
- Carajo, cuando vaya a confesarme voy a reírme cuando el padre me escuche–
- Uff si, y a la iglesia qué vamos nos conocen– Nos reímos–
- Ojalá pudiera quedarme para verle la cara al Padre Patrick. No vayas a reforzar la amistad con Pável– me advierte–
- No es mi tipo–
- soy yo en ruso–
- No, su personalidad es horrenda y no tiene nada de mente abierta–
- más te vale, o con ningún otro—
- Que posesivo– Camino al otro lado de la barra– Los hombres no me van, Richard. Eres la excepción como yo soy la tuya. Jamás me ha gustado un hombre. Tú...no lo sé–
- Dímelo a mi– carraspea–
- No quiero que esto sea incómodo, somos amigos, así me gusta–
- No ni yo– niega varias veces, dejo los hilos en la isla– Oye Sam, ¿qué hiciste con mi anillo?– me señala el mío–
- se lo devolví como me dijiste. La obligamos a que use el suyo–
- No creo que sirva de mucho– abre un poco más los ojos soltando un suspiro, eso fue sarcasmo–
- ¿por qué lo dices?–
Se encoge de hombros y me mira.
- Tenía anillo y mírame, ahora tengo un hijo con ella–
- eres un cínico, vergüenza debería darte–
- me la aguantaba, Eleanor es lo suficiente bonita para volver loco a cualquier hombre, a nosotros nos pone como idiotas–
- Ya tienes novia–
- ¿y?– Es un maldito–
- No diré nada, seguro te sigues dándote buenas jaladas con las fotos que tienes de ella–
- ¿esa pregunta trae trampa?–
- Ay Richard–
.................
RICHARD
Después de insistirle mil veces a Eleanor que hablemos, accede. Mi vuelo sale a la una de la tarde, así que la cito en mi departamento en la mañana. Estoy un poco nervioso, Eleanor a pesar de su corta edad ha dejado de ser esa niña que conocí alguna vez, su carácter es aún más fuerte y dejó admitir que intimida un poco a pesar de medir metro y medio.
Le doy un sorbo al whisky 100% escocés, pues no solo la fábrica está en Escocía, si no también sus dueños lo son, Samael me tiene totalmente prohibido mezclarlo con alguna otra cosa.
La puerta es golpeada un par de veces, me levanto, camino hasta ahí y la abro encontrándome con Eleanor y sus dos guardaespaldas.
Mira lo que tengo en las manos y después a mi .
- Son las nueve de la mañana, Richard–
- Es que...–
- Tengo que regresar al trabajo– Me interrumpe, la dejo pasar junto a los dos hombres– ¿de qué deseas hablar?–
- Sobre nuestra discusión– la guío al sofá, se sienta y yo a un lado–
- ¿en al que me llamaste egocéntrica blanca pretenciosa y arrogante? Te faltó decirme nazi–
- Me dijiste...–
- sé lo que dije, y me disculpo. No debí insultarte de esa manera–
- Yo tampoco debí decirte esas cosas...especialmente lo que dije sobre nuestro hijo–
- Solo dijiste la verdad, y no te culpo, Narccise no estuvo en nuestros planes jamás. No es un niño deseado por ninguno de los dos, no te sientas mal. ¿Pero lo quieres?– me mira con esos ojos tan brillantes–
- Niña linda, yo amo a nuestro hijo–Asiente.- lo que hice en la fiesta de Narccise...lo siento, no debí embriagarme y hacer que Sam lo hiciera, ni siquiera recuerdo toda la noche–
- No te preocupes, quería todo Perfecto...por eso me enojé, pero no es para tanto– Suelta una risita– El lugar en la academia era perfecta para Narccise, a él le encanta pintar y esa institución está dirigida al arte y ciencias. Oliver fue aceptado pero discutió una mañana con Samael e hizo un desastre el laboratorio–
- ¿en serio crees que nuestros hijos pertenezcan ahí?–
niega divertida, me río junto con ella.
- Para nada, tienes razón. Son muy inteligentes, pero no están criados para esas escuelas, aceptaron a Narccise solo porque eres mitad inglés–
- Te dije que lo enseñarían a ser una mierda de persona–
- No si lo educamos bien en casa, Oliver varias veces hizo escándalos para defenderlos, y cuándo te decían Americano—
Es eso tiene toda la razón
- Pero debes admitir que se ha vuelto un mini cabrón una vez fue a Rusia–
- Le enseñas muchas cosas erróneas, pero lo hemos reprendido. Lo que hizo ayer fue inaceptable–
- solo estaba defendiéndote, no dudo que Narccise vaya hacer lo mismo, o esos dos bebés –
- Estuvo mal– Mira a todos lados– ¿Alicia está en tu habitación?–
- se ha ido por trabajo ayer– miento–
- Entonces, puedo pedirte disculpas por lo que dice esa noche en el closet–
- ah si...eso. No te molestes– Eso me incomoda–
- Richard– Veo su linda mano sobre mi muslo, ¿cómo puede provocarme tanto con un solo tacto? La miro, la quita avergonzada– Estaba molesta contigo, no debí ofender tu masculinidad con mentiras–
- ¿mentiras?—
- Jamás fingí contigo, solo el hecho que no me haces llegar y fue una tortura– Los dos guardaespaldas deben estar escuchando– Ellos no dirán nada–
- Estabas con otro– reclamo–
- Bueno, me dejaste con las ganas en la tarde–
- ¿y por qué él?–
- tú me enseñaste que a escondidas es más divertido–
- No cuando es a mi a quien le ponen los cuernos– 
- ¿y qué hay de la rubia?¿ella no cuenta?—
- Me echaste, y ella...
- ¿ te ama?– Me interrumpe–
- tal vez –
- ¿y tú a ella?– Por favor, es obvio que no es así–
- No lo sé–
- Yo no creo que la ames– Me toca la barbilla, ve mis labios y después a los ojos–
- ¿cómo estás tan Segura?–
- porque me amas a mi–
- ojalá tú me amaras igual–
- Yo te amo– tardo en asimilar que pega sus labios en los míos, cuando quiero regresarle la acción ella se separa–
- Dilo otra vez–
- Te amo. Y ya que estoy diciendo cosas inapropiadas tú teniendo novia...– ¿dirá que me quede? Por favor– Me encanta hacerlo contigo, solo que al parecer a ti ya no conmigo–  no es lo que esperaba, pero me encanta–
- Chicos, es mejor que se volteen– George y Daniels se miran, veo en ellos una muy pero muy pequeña sonrisa cómplice– ¿cómo voy a cambiar a mi blanca privilegiada?– Sonríe divertida, me acerco a ella, me abraza rodeándome el cuello con sus brazos–
- ¿sabes qué tú también lo eres cierto?–
- Es diferente– la subo a mi regazo y me pongo de pie– No tienes que ir a trabajar–
- Si tengo–
- pues llegarás tarde– la llevo a mi habitación, la dejo en el suelo para ponerle seguro a la puerta–
- No la trajiste aquí ¿ o si ?–
- ¿a Alicia?– asiente– No, aún no–
- Está bien – Se quita las mangas floreadas dejando caer entre sus pies el conjunto que tenía puesto– ¿esta vez si vas a aceptarme?–
No se quita el brazo que cubre sus pechos, estoy babeando por esta bella mujer que me quedo viéndola como un maldito loco enamorado, me acerco a ella, me agacho hasta su mejilla y aspiro su aroma.
- Estúpido será el hombre que no se te arrodille– Intenta besarme, pero yo ya he me he puesto de rodillas ante semejante mujer, beso sus lindas piernas hasta llegar a donde quiero, le quito las bragas y cuando mi boca se estampa en su humedad ahoga un gemido al mismo tiempo que se agarra de mis hombros. ¿Cómo dejar de amarla? ¿Cómo dejar de desearla? Adorar a niña linda es lo que mejor me sale. Al sentir sus piernas temblar y más humedad entre sus piernas me detengo para incorporarme, le tomo de la cintura atrayéndola más a mi– Mi niña linda–
- Te amo– susurra–
- lo sé–
Terminamos en mi desordenada cama haciéndolo como estamos acostumbrados, la única diferencia es que el tiempo está limitado. Sé que esto no es simple sexo, Eleanor podrá negarme las veces que sea, podrá decir que soy un pésimo amante, decir que me odia, que me detesta, pero sus ojos grises jamás mienten.
- No tan rápido– Pone una mano sobre mi abdomen– no tan rápido– repite entre jadeos–
- Creí que tenías prisa–
- puede esperar–
Me inclino hasta llegar a sus labios, cuando termina de besarme dejo que haga lo que desee con mi piel, me enciende más cuando siento que me marca, chilla al clavarme en ella por completo de un solo movimiento, vuelvo hacerlo un par de veces mientras nuestras lenguas se sienten. Esto es maravilloso.
Vuelvo a hincarme entre sus piernas para estimular ese hinchado botón. ¿Qué puedo pedir más que la mujer que amo retorciéndose por mi? Con mi otra mano desesperado toco sus lindos pechos, los dos pezones duros solo para mi, me bajo hasta ellos para poder saborearlos. Quiero hacerle de todo, me faltan manos para poder tocarle cada centímetro de su cuerpo.  Queda atrapada bajo de mi, puedo sentir su aroma a fresas impregnarse en mi cuerpo y eso me encanta. Acelero mis movimientos al sentir como mi cuerpo se calentaba más de la cuenta y todo se sentía aún mejor. Eleanor me entierra las uñas en el brazo hasta llegar a mis muñecas, me encanta, me fascina lo que hace, duele pero el deseo es mucho mayor, termina en mis muñecas y se aferra a ellas. No puedo besarla porque mis jadeos y los de ella no me lo permite. Suelta un gemido que me inunda los sentidos  y su interior me atrapa provocando que la llene de mi líquido.
Beso su mentón, ella sonríe y me mira.
- Mi Tony– Me quita los mechones de la frente un tanto húmedos, aún su respiración está agitada como la mía, acaricia mi barba– Tengo que irme–
- Si, perdón– Me quito de encima, al estar aún entre sus piernas puedo ver como las Sábanas tienen gotas de nuestros fluidos, eso me vuelve a encender, toco sus pliegues hasta llegar a su entrada, de la cual aún sale ese blanco líquido–
- No, ya me tengo que ir— resignado me quito acostándome a un lado— ¿puedo usar tu...–
- No tienes que pedirme permiso para nada– la interrumpo—
- Gracias– me da un rápido beso que me hace sonreír, se va al cuarto de baño, no tarda en regresar, pero me da el tiempo suficiente para vestirme. Le doy la privacidad que necesita para vestirse acomodándome la camisa, mis antebrazos arden un poco, pero no me molesta ser marcado por ella.
- perdón por eso– al levantar la mirada ya está lista para irse, eso me entristece, da un par de pasos hasta llegar a mi–
- No, nada de eso, niña linda– me sorprende cuando se sienta en mi regazo–
- Rick ¿me amas?–
- Más de lo que crees–
- Quédate conmigo–
- Pero tienes trabajo ¿quieres que te acompañe?–
- No, tonto, aquí en Inglaterra– Ríe y yo por el contrario estoy que el corazón se me deshace de la emoción– Por favor–
- Niña linda...–
- Es que...yo te extraño, y que horrible saber que estarás con tu...novia– se levanta–  Es egoísta, perdóname, no debí pedirte eso. Solo hablaron mis celos– Se quita el cabello de los hombros– Que tonta–
Roja como un tomate se dirige a la puerta.
- Oye– se detiene, se gira– Si eres muy tonta–
Sonríe y se va. Me dejo caer en la cama. Niña linda me tiene loco. ¿Que me quede? Me lo pide otra vez y lo hago.
Me levanto para ducharme, a pesar que no quiero quitarme su aroma de encima, piso algo,  es un celular, por la foto de las mascotas de Oliver es obvio que no es mío si no de ella. Lo recojo para ir a entregárselo. Espero paciente el elevador, cuando se abre en el recibidor puedo ver a Niña linda charlar con sus guardaespaldas, no pretendo alarmarla, así que la sigo apresurando El Paso, veo su auto estacionado afuera y para mi mala suerte bajar de ahí un Alemán como de 1.90, extremadamente horrible con un estúpido traje que se le ve ridículo ¿y ese pendejo bronceado qué? Parece actor porno con bajo presupuesto. 
Niña linda sale primero, sus guardaespaldas me ven, tragan en seco. El señor soy un amor de persona me saluda, levanto mi mano con educación, pero Dios que educadamente quiero partirle la cara. Advierte a Niña linda, paso las puertas de cristal, los guardaespaldas se meten al auto, las mejillas de Eleanor se ponen rojas.
- Olvidaste esto en mi habitación, niña linda– le extiendo su móvil–
- Gracias– susurra– te veo en casa– se mete al auto evidentemente nerviosa–
- Bueno, cuarenta minutos debe ser un récord para un anciano de tu edad ¿no? Pastillas azules ¿cierto?–
- no te ves tan jovencito–
- tengo 32 ¿y tú?– miren el hijo de puta contestón de mierda, Niño pendejo ¿no que muy amable?- ¿samael y el otro saben?–
Su sube antes que le quite ese acento con el asfalto. Si este imbécil pretende quitarme mi lugar, está muy equivocado, a mi nadie me quita a mi niña linda, suficiente con ese ruso.
Al regresar a mi departamento me doy cuenta que me he cogido a un matrimonio sin que entre ellos sepan. DIOS.
Me ducho, no tengo trabajo aquí así que estoy comenzando a aburrirme, al único que puedo ir a molestar a estas horas es a Samael, después de tanto de ser amigos sé perfectamente que su horario de clase es el mismo desde toda su vida como profesor, una vez le pusieron una clase extra y exigió a Eleanor hablar con Alexander o con quien pudiera retirarle esa clase amenazando de no cumplirlo renunciar. Así que conduzco hasta Cambridge, Ciudad Universitaria donde me puedo sentir en Hogwarts. Llego Justo a tiempo para ese "descanso " que se da entre clase, subo hasta su cubículo pero no hay nadie más que una joven.
- ¿y Samael?–
- ¿el Profesor Ryman? Ah si, no tarda en venir–
Entro y me siento en la cómoda silla del escocés–
- ¿eres su nueva secretaria?–Asiente– ¿es un gruñón verdad?– sonríe nerviosa– Y te aseguro no lo has visto enojado–
- Yo creo que si–
- Créeme no– La puerta se abre dejando ver a Samael y a Dorian entrar hablando en ese idioma raro que tienen con café en las manos–
- ¿y tú qué haces aquí?—
- Investigando si no te follas a tu secretaria–
- No seas grosero— mira a la joven– una disculpa. ¿Por qué no te tomas un descanso?—
- Si profesor Ryman–
Me levanto cuando ella lo hace como gesto de caballero, cuando se va Samael me mira mal.
- ¿qué?–
- ¿es sorprendente que no lo haga, cierto? La chica en bonita, pero como no es pelirroja– Dorian se sienta en una de las sillas de enfrente– Es invisible–
- Ella está aquí, gracias a Ell. Yo no la escogí, hace como cinco años no escojo a mis auxiliares–
- ¿cuántos años tiene Lio?–
Samael gira sus ojos.
- ¿qué haces aquí?–
- Estaba aburrido–
- ¿y vienes a molestarme en mi hora de descanso?– se siente junto a Dorian– ¿ya desayunaste?– mira su reloj– es más de medio día–
A una bella rusa.
- No, ¿qué tienes?– abro sus cajones encontrándome con papeles y plumas–
- Mi desayuno fue una línea y este café–
Desapruebo lo que dice– Eleanor nos obliga a todos tomar el desayuno–
Es verdad.
- ¿sigue enojada con ustedes? Debí ir–
- No, tiene que aguantarme, tenemos dos hijos–
- conmigo uno–
La puerta es golpeada un par de veces, la puerta se abre. Eleanor. Viene con otro atuendo.
- Preciosa–
- No me hagas tirarte el café encima– Samael amenaza a su hermano– ¿qué te dijo el profesor?–
- seré suplente mientras hago mi posgrado–
- ¿te felicito?–
- Ajam– Samael se pone de pie para felicitar a Eleanor dandole un abrazo y varios besos. Eleanor ríe– Pero no sé enseñar–
- Samael tampoco y míralo– Dorian comenta dándole un sorbo a su café– si no pregúntenle a Oliver–
- Voy a ignorarte– Samael se siente de nuevo y Eleanor en sus piernas–
- Fui al Club, toda la gente hablan de ustedes. Una mitad los sexualizan, la otra dicen que son pésimos hombres que deberían ser expulsados –
- Son unas mierdas– Suelto–
- No van a expulsar a la segunda familia que más aporta a ese club–
- El fin de semana tienes una competencia ¿no?– Dorian hace que tengamos su atención–
- Si, pero no creo asistir, tengo que hacer unas cosas con Pável–
- ¿trabajo?–
Niega
- cosas personales– le quita el café a Samael para darle un sorbo, al escocés se le nota la cara de molestia y comparto el sentimiento–
- ¿se pueden saber cuáles?–
- No, cosas entre él y yo. No puedo hablar sobre nosotros con él y viceversa–
El humor de Samael a cambiado notoriamente. Si supiera que la vi con el Alemán, si supiera que me acosté con ella...seguro me rompe la cara.
- ¿ya decidieron la iglesia donde se casarán?–
Veo a mis supuestos amigos mirar a Dorian con ganas de asesinarlo. ¿Se van a casar?–
- ¿van a  retomar los planes de casarse y no fui invitado?– Me ofendo–
- Obvio te íbamos a invitar– me ofendo aún más porque no debería ser un invitado, debería ser parte de la boda–
- Las invitaciones aún se envían – Añade Samael–
- Pero yo soy tu padrino–
- Yo soy su hermano–
Me ofendo más.
- No sabía si ibas a poder venir así que...–
- ¿me descartaste como padrino? Wow–
- Henry se ofreció a ser uno. Si no te hubieras ido tanto tiempo...–
- Mejor cállate– agarro uno de los libros que tiene sobre el escritorio– ¿y cuándo se casan?–
- Marzo– Eleanor contesta–
- No te enojes, puedes arreglar una divertida despedida de soltero–
- Eso le toca a tu padrino– estoy indignado, ofendido. Se supone soy su mejor amigo, debía ser yo– Y ni me invites si tienes una, que no voy a ir–
- Richard–
- Richard– lo imito– ¿qué les costaba hacerme una puta llamada?– reclamo–
- Estabas ocupado– Eleanor le da otro sorbo al café–
- Si Claro,¿y cómo se lo pediste?¿y cómo es que aceptaste, Ell?–
- Ella me lo pidió–
- Maricón–
- Fue divertido, tuvimos una mini crisis y para que la crisis dejara de ser una le pedí matrimonio–
-necesito algo que me asegure que jamás me dejará. Ya que tenemos títulos, divorciarnos sería una larga lista de requisitos–
- Y porque nos amamos– Eleanor niega divertida
- Si, queda implícito–
- Bueno, creí que lo que se planeó antes era lo que harían cuando fuera momento–
- Cambio de planes– Eleanor deja el vaso en el escritorio y se para– Voy a buscar a Oli, lo dejé en los libros de fantasía pero seguro ya está leyendo cómo armar un reactor arc–
- Ahí se nota que no es hijo de ustedes. Maria odia leer y yo lo amo–
- Ojalá tuviéramos esos problemas con Lio- Eleanor suspira– Me iré en tren con él, los veo después–
- ¿con la escolta?–
- No, hoy quiero ser normal. Siento algo raro hoy ¿ustedes no?–
Samael y yo nos miramos.
- Tal vez heredaste lo gitana– La molesto–
- No, es que como que...– se encoge de hombros– Ya me voy– besa a Sam, le limpia el tenue labial que le ha quedado en los labios, yo a pesar de haberme duchado puedo sentirla aún en mi.
- con cuidado, mándame ubicación, van los dos solos– Samael le besa la mano–
- No te preocupes– se despide de nosotros con la mano, ella le sonríe para después irse–
El escocés suspira, mira el vaso. ¿En qué pensará?
- ¿van a cenar?– Nos cuestiona–
- Tengo que llevar a María a comprar ropa, nada le queda ya–
- Pues yo si– Asiento–
- Bueno ya quítate tengo que trabajar hasta mi siguiente clase–
- allá hay otro escritorio–
Señalo la pequeña mesa con un viejo computador.
Dorian se va palmeándole la espalda a Samael, después de varias insistencias termina en el pequeño escritorio y yo en su cómoda sillla. Estoy molesto.
- ¿ya no te vas hoy?-
- No– Abro un libro que está en los libreros tras de mi sin pararme, está en italiano. Aburrido leo a cómo creo que es con un acento marcado–Cómo siempre, comienza a corregirme. - Si si ya cállate–
Suspira–
- ¿estás enojada verdad? oye, creímos que cuando volvieras ya estaríamos casados–
- Yo iba a ser tu padrino. Esto me hace pensar que como en ese momento estaban peleando, yo fui el plato de segunda mesa–
Niega mientras escribe
- No fue así, todo se planeó en enero, es muy rápido– Cambia de página– Lo siento–
- ¿y que no puede haber otro padrino? ¿ No sabes qué? No te voy a rogar, vete a la mierda–
se ríe, me molesto más– yo merezco ser tu padrino, acomodarte la corbata y darte una bofetada de ser necesaria– Reclamo–
- Rick, saldrás en todas las fotos del álbum si quieres–
- No, es una tontería, una deshonra–Su gesto divertido se acaba al instante, se toca las sienes mientras cierra los ojos en una evidente mueca de dolor– ¿estás bien?– preocupado dejo el libro en el escritorio–
- Si, no es nada, solo estrés– le resta importancia sacudiendo su mano que tiene una pluma, se talla la frente y sigue escribiendo–
- ¿has ido a tus citas?¿y medicamentos?–
- Las citas son los únicos ratos que Eleanor parece seguir amándome, no me pierdo ninguna– me mira– No es nada– vuelve a los libros–
- debes decirlo–
- No es nada– repite irritado–
- ¿qué si sí? Puede haber algo malo–
- todo está mal en mi– pasa la hoja molesto– La mitad de mis órganos no son míos y aveces no...– Se corta– Estoy bien–
No insisto, él debe decidir en qué momento decirme lo que le agobia
A las seis de la tarde llegamos a casa, Samael no se puede estacionar en donde siempre debido a qué hay unos cinco autos desconocidos, uno de ellos ocupando su lugar. No se pueden ignorar los tipos armados en trajes de combate. Nos bajamos, no nos dicen nada, solo nos observan entrar al palacio, cuento 22 hombres. 
Adentro solo hay cuatro, al menos en el recibidor. Alfred nos guía hasta uno de los salones de estar, en las puertas hay tres tipos custodiándola.  A estos los recuerdo, son los tipos que una vez nos secuestraron.

MY BUNNYWhere stories live. Discover now