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RICHARD
Nuestro matrimonio es ilegal, siendo solo un símbolo.
En America estoy casado con niña linda pero no es valido, por ello, se hizo un contrato respecto a la relación, documento de alta importancia para los Volkov, pues hay derechos y obligaciones. Pável y yo lo hemos firmado como si fuera nuestra acta de matrimonio mientras que Samael firmó las debidas capitulaciones matrimoniales.
En todos los documentos ella se beneficia, y no es algo que no supiéramos, fueron formados por sus abogados.
- señor Greene, lo ideal era haber traído a su representante–
- yo no voy a firmar nada–
El abogado de niña linda la mira, está con mala cara, no dice nada. Pável ni siquiera tuvo la decencia de presentarse. Eleanor se enfureció tanto que hoy por la mañana no encontré a Samael y ni a la pelirroja.
- En el apartado 22, se habla respecto a la terminación de la relación sentimental y sexual – Pasa unas hojas– puede leer en el inciso B sus derechos. Al ser la señorita quien pidió el divorcio, no tiene obligaciones–
- Dije que no–
- Reconsidérelo– comienza– De Gracias que no se está terminando el contrato por cláusulas de adulterio–
- Sí, porque no he sido infiel– la miro— Pável y yo estábamos discutiendo y ella se metió. Esa es la verdad—
- el contrato Volkov, al ser usted víctima de la separación, le confiere gratos derechos. Dinero, protección...usted tiene hijos con la señorita y eso no lo separa totalmente de la familia—
- No– Insisto–
- Somételo a las cláusulas que a Samael y termina con esto ya– Eleanor gruñe irritada–
- Señor, vaya a las sección 40 por favor. Terminación por infidelidad–  pasa varias hojas, carraspea– Señor, en estos momentos usted pierde todo derecho que le otorgaba este contrato. Fírmelo–
- yo no hice nada–
- Su firma es mera formalidad, y para que todo sea legal, de no hacerlo, las leyes Volkov hará que cumpla sus obligaciones. Si lo firma, su vida no correrá peligro. Firmada la terminación por ambos, es el perdón otorgado por su ex esposa–
- No–
- Continua– Eleanor no me mira—
- Señor. Ante una separación usted pierde todo derecho respecto a los hijos y está obligado a los siguiente...–
Unos gritos nos alarman dando nuestra atención a la puerta del estudio.
El abogado está armado y no duda en ponerse a al defensiva, me levanto como Eleanor.
Las puertas se abren mostrando a la escolta de niña linda levantando los brazos y retrocediendo, dándole paso a Pável arrastrando a la pelirroja del cabello.
Maldito animal.
- ¿llegué tarde?–
- ¿qué diablos haces?– Lo cuestiona molesta, Anastacia intenta huir pero él la sostiene con fuerza. Observo la escena, Pável tiene las manos llenas de sangre y Ana escupe el mismo líquido carmesí pegando gritos de dolor sin dejar de luchar para escapar–
- A mi nadie me agarra de los huevos, y a mi nadie me viene a cargar falsos– Espeta– Conmigo te equivocas, Isabell. Me criaron para ser un hombre leal y honorable– se fastidia ante las quejas de la mujer pero no la suelta–
- Cálmate...–
- Jamás te he dado motivos para que pienses que soy un maldito traidor. He sido leal a ti desde el momento que te conocí– sigue– Yo no soy un hombre cualquiera, soy un Zaitsev, y por tanto no me meto con zorras pobretonas– levanta a la fuerza a la herida mujer– Me casé contigo, tú estás a mi nivel, y no voy a perder a mi mujer de raza por esta que se mete en sábanas de un casado–
- Yo no soy de nadie, que te queda claro ¡ahora lárgate!– le espeta–
- ¡eres mía!– Vocifera– Yo te cuido, yo te venero y yo te follo. Y no voy a permitir que te sigan dañando- Comienza a buscar en su bolsillo, lo he visto, el seguro del arma suena, alzo la mano en dirección del abogado– Debí hacer esto hace tanto tiempo, pero por tratar de ser bueno ¡aquí estamos!– Desenfunda la hoja afilada– Que te quede claro, el que me estorba lo borro del puto mapa, el que me aleje de ti ¡lo mato!–
- Esa mujer tiene un objetivo...apártate, Pável– Eleanor habla pero las palabras sobran para el furioso hombre–
- Muerta la perra la rabia se acaba, jefa–
No lo voy a detener, porque tiene razón.
Le jala del cabello descubriéndole el cuello, donde pasa con fuerza la navaja, abriéndole una herida que expulsa gran cantidad de sangre. Suelta el cuerpo sin vida con asco.
- y tú– Me mira– Firma–
Sus ojos azules ahora están negros. Cruza el cadaver en dirección mía, no le temo al loco asesino.
- Ni en tus sueños–
- ¡Pável basta!– Se detiene ante la severa orden– Ven aquí ¡ahora!–
Obedece como un cachorro–
- Tú limpiarás la maldita alfombra– lo reprende arrebatándole la navaja– ¡llévense esta mierda! Daniels, llévate a Richard–
No me opongo, si me salvó de un divorcio está bien. Además, no es que sea muy sensato enfrentarme a un mafioso ruso con el demonio adentro.
Espero horas en el salón de televisión, y ni siquiera sé qué espero. ¿Qué limpien el desastre de Pável? Tal vez.
- Hola– Apago el sonido cuando la veo entrar.
- ¿y tu novio asesino endemoniado? –
- Limpiando la alfombra con un cepillo de dientes– Se sienta alado mío– ¿no querrás hacer algo así para que te crea verdad?–
- Yo no estaba...–
- Me lo contó todo–
- ¿y a él si le crees y a mi no?–
Suspira
- De haber sabido que debía darte un sacrificio humano lo hubiera hecho–
- No le creo a ninguno de los dos– Gira sus ojos– Pero tiene razón, si se los perdoné a ustedes, también a él–
- ¿pero que dices?–
- Richard– Ss levanta irritada– te niegas a firmar el divorcio...–
- ¿y qué él se quede contigo? Sobre mi cadaver–
- Sabes lo que creo, creo que ustedes no me aman, no me quieren y ni me estiman–
Niego parándome
- No puedes estar más que equivocada–
Se aparta el cabello.
- No, Los tres juegan y el trofeo de su juego soy yo. Ustedes ya no están interesados en mi, si no en ser el ganador. Una competencia que a mi ya me hartó–
- Bueno si tú de decidieras por uno, no estaríamos en este maldito lío–
- O mejor por ninguno, porque me tienen harta–
- ¿segura?–
- ¡si!–
- Pues te vas a tener que aguantar, Porque yo no voy a rendirme hasta que solo me ames a mi. Te quiero a ti, y toda mi atención en mi, te quiero amándome como yo te amo– confieso– a mi y a nadie más. Lo sé, muy tarde, pero así lo quiero–
- Tal vez si nos divorciamos...–
- No empieces–
- Ya no hicimos mucho daño, Richard. Sam y yo nos divorciamos...–
- ¿ustedes qué?–
- ¿en qué momento?–
- Si no quería a las buenas y de manera legal...– se encoge de hombros– legalmente él iba a ganar y yo ya no lo quiero en mi vida–
- ¿lo obligaste?-
- sí, esta mañana antes que se fuera–
Asiento, se lo merece.
- Si ya no estará Ana para ayudarlo ¿quién lo hará ahora?—
- ¿crees que me importa?– niega– No quiero nada con él y ni con ustedes–
- Solo estás enojada–
- Lo que digas. Hoy vuelven los niños–
- Bien, espero que todo vuelva a la normalidad– me acerco y obviamente me evade–
- Yo tengo que salir–
- Te acompaño–
- No gracias–
La sigo
- ¿y a dónde vas?–
- A estar lejos de ustedes–
- ¡genial va Richard!– Sila baja las escaleras poniéndose una chaqueta–
- No, él no va—
- Que tonto, como iba a ir a la despedida de casada– resopla–
- No quisieron firmar–
- Sí, mi escolta me contó el chisme. Pável me da miedo–
- ¿vas a ir o no?– Lo regaña–
- Ya voy–
- Niña linda espera– La vuelvo a seguir hasta la entrada– ¡Eleanor! ¿A dónde vas?–
Se gira a medias escaleras con los brazos abiertos dejándolos caer.
- A ser libre–
Me deja con un puto signo de " cargando" en la frente.
A las 3 de la mañana entiendo lo dicho. La espero como siempre.
Viene ahogada con sus amigos y hermanos.
Maria, Piero, Sarah y los trillizos.
Sergei trata que se mantengan de pie, se le ve fastidiado.
- ¡amorcito!–
Me señala.
- Chicos, les presento a mi esposo–
Da su atención atrás de mi, volteo para ver Pável.
- ¡amorcito!–
El ruso se regresa por donde venía.
- ese no es tan amistoso–
- Ahí se los dejo–
Levanta las manos antes de largarse.
- Hay que ir al lago– Sila comienza a desvestirse–
- ¡si!– todos le celebraban.
Miro a otra parte cuando comienzan a desvestirse y caminar desnudos a la puerta que da al lago.
No sé qué decir. Al salir siento el frío de Inglaterra y estos están tan ebrios que no se inmutan. Los sigo a lo lejos para supervisarlos y ninguno se muera.
Saltan del muelle, se ahogan con el frío.
Me voy a la caja de controles para prender las luces del área.
4:30 y ya se bebieron quien sabe cuántas cervezas, me obligan a tomarme algunas. Resulta totalmente incómodo que se paseen desnudos. Estoy sentado en una cubeta en la esquina.
- ¿no entras?– Eleanor me salpica de agua–
- No, desde aquí te cuido– 
Nada a la escalera de la izquierda.
- aquí están los boca...– Daniels se ahoga con su propia saliva, es normal viendo a su jefa completamente desnuda y mojada. Giro en el asiento. El tipo la mira y no lo culpo.
- Gracias– toma una galleta de la bandeja–
- Daniels, que no se te despierte nada– advierto–
- Muy tarde, señor– Me entrega la bandeja huyendo del lugar. También a mi ya se me despertó todo. No ayuda que se me siente en las piernas mojándome la ropa...y otras cosas pero eso es mi culpa y no poder controlar el deseo que le tengo a mi esposa–
- No deberías comer tanto. Puedes vomitarlo–
- tengo mucha hambre– Sonríe, lo hago también, no solo bebió, si no que estoy casi seguro que su apetito es por alguna otra sustancia– ¿te gusta la vista?–
- Ahora sé que tus hermanos están perfectamente circuncidados, y porqué Silas es el pasivo–
Suelta una carcajada.
- hablaba de mi–
- Eres hermosa–
...............

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