03

740 49 20
                                    

Obligado estoy llegando a sesiones de rehabilitación, y es que aunque diga no necesitarla, yo mismo sé que si, los doctores no creen que necesita tanto tiempo, por lo que sólo llegaré un mes más.
No he ido a trabajar, por lo que me quedo en casa recibiendo trabajos de postgrado, al menos no me siento tan inútil. Eleanor no está en casa, así que es bastante aburrido, Oliver no tiene mucho regresó de Rusia tras estar ahí quince días, aveces me acompaña, pero otras simplemente se va a jugar.
La puerta del estudio se abre impregnando el lugar a eses de caballo o de cualquier otro animal, en todos los años que he estado aquí, jamás creí sentir ese olor dentro del palacio, alzo la mirada para ver un sucio Richard entrar manchando toda la alfombra de espero sea fango y eso no era todo, si no que traiga consigo un maldito borrego bebé en los brazos. No puedo creerlo.
-  Richard, saca ese animal de aquí o lo saco por la ventana– divertido se acerca a mi—
- Es el más pequeño, le hacen bullying, se parece a ti– se burla–
- Sabes que apoyo tu proyecto de la granja y todo eso, pero no la traigas aquí–
- solo tócalo y me voy–
Lo miro y después al animal, era bastante tierno, me levanto, si quería que Richard mejorara, debía apoyarlo en cada una de sus locuras, especialmente esta si es que la usa como terapia.
- ¿acaba de nacer?–
- No, tiene como una semana, ayer comencé a darle con biberón la leche, no quiero que muera–
- Se llama selección na...– cierro la boca– Que bueno, es bastante lindo–
Richard ríe
- Debes creer que soy una marica–
- hacemos cosas peores– me sacudo las manos– Apestas– 
- Deberías ir conmigo algún día–
- Creí que te gustaba estar ahí solo–
Niega dejando al borrego en el suelo, niega sacando de su chaqueta unos cigarrillos, se levanta el sombrero y lo enciende–
- No tanto, si te gusta más, podemos ir con los caballos– me invita del tabaco pero yo niego–
- De niño una vaca me persiguió, Uno de los chicos del orfanato me la soltó– Recordar aquello ahora me da risa— y después mi padre me golpeó porque creyó que yo lo había hecho–
me palmea el brazo
- De haber crecido contigo, hubiera roto muchas caras, Sam–
- Tal vez vaya contigo alguna vez ¿no has pensando en recibir alguna obra?– lo miro hacer una mueca y después soltar humo–
- No tengo tiempo–
Asiento, ver a Richard tan apago después de tanto tiempo me preocupa ¿por qué no puede superar Siria?
Somos interrumpidos por Oliver y el lobo de Eleanor, al cual se le pararon las orejas al ver al borrego, por un momento creo que se lo va a devorar, pero mi hijo lo hecha y cierra la puerta .
- oye Lio, ¿no es tierno?— Richard toma al animal en brazos para enseñárselo a nuestro hijo, deja el cigarrillo en el escritorio para acercarse a él–
- Es asqueroso y apestas, Richard– 
- Oliver– Lo reprendo de inmediato–
- ¿qué? Hay excremento por toda la alfombra, es asqueroso–
- toca al borrego, es suave– insisto–
- que asco, prefiero no hacerlo– camina al pequeño escritorio que le pertenecía para buscar sobre este una libreta y un lápiz–   En lugar de estar de granjero debería estar callando a su estúpido bebé–
Cuando me ve acercarme huye, no entiendo ahora porqué a los dos nos detesta. Richard no ha demostrado dejar de quererlo por el bebé, así que no tendría porqué comportarse así con él.
- Lo siento, Rick, lo castigaré–
- No te preocupes, creo que dejé de ser su papá divertido hace mucho– vuelve a dejar el animal en el suelo–
La puerta se vuelve a abrir dejando entrar a Eleanor y a Pável, a Eleanor se le prenden los ojos al ver al pequeño animal, corre casi a él, se hinca y se lo lleva a los brazos.
- Awwww que bonito, mira jefe–
- Si, lo es–
- ¿quieres tocarlo?–
- prefiero no hacerlo–
- Aburrido– Eleanor lo acaricia un par de veces más antes mirar a Richard – ¿por qué está aquí?–
- Los demás no dejan que se le alimente–
- Ay pobrecito, deberíamos enseñárselo a Narcisse– Le propone– Si no puede regresar con lo demás, podemos tenerlo atrás, en la cocina. Hasta que sea fuerte– Lo sigue acariciando–
- Es un animal sucio, Isabell–
- Es bonito, Pável, y aparte, Es de Rick, no podemos echarlo y ya–
- Mientras no se lo coma tu lobo–
Eleanor se levanta sacudiendo sus manos y pantalones.
- Es lindo, Richard–
- De hecho, quería pedirte si puedes comprar más alimento y fórmula–
- Si, mándame la lista de lo que necesitas y lo compraré—
- ah, y la camioneta, te mandaré el modelo que acaba de salir–
- Está bien–
- o mejor que trabaje y se la gane– Pável espeta. Sé el juego de Richard, pedirle cosas a Eleanor como un esposo mantenido era ideal para hacer enojar al ruso.
-oye– Eleanor lo mira, el ruso se cruza de brazos– Hablaré con la agencia, Richard–
Se hablan en ruso, por lo que no comprendo porqué a Pável le cambia la cara a una con ganas de asesinar a mi amigo– ¿qué haces Sam?–
Tomo aire, me giro al escritorio.
- Reviso trabajos y hago notas, nada más–
- ah, ¿no te interrumpo?
- para nada–
- Si, es que quería hablar con los tres– la miramos atentos, Eleanor podría quejarse de todo, pero menos de nuestra falta de atención–  yo...me hice unas 10 pruebas de embarazo y todas salieron positivas–
- Solo dime que no soy yo de nuevo– El comentario de Richard es totalmente inadecuado, si bien Eleanor no estaba mostrando efusividad, pero si una notable emoción en su cara, con sus palabras la hizo sentir mal cambiándole el gesto. Estoy creyendo que realmente ha dejado de amarla como una vez dijo que tanto hacía.
- No, no es tuyo. Hice cuentas y es de Sam–
- ¿y cómo sabes?– Pável roba su atención–
- Tengo dos meses y medio, y no me equivoco–Guardo toda mi emoción que hasta mi pecho duele. – Pero podemos hacer una prueba en unos meses y ya está–
No resisto estar en mi lugar, ¿un hijo con Eleonor? Era un sueño, la abrazo con todo el cuidado posible, creo que la felicidad que tengo ahora mismo en mi ser, jamás la había sentido hasta en la piel.  Mis ojos se niegan a cubrir lo que sentía, provocando que soltara una vergonzosa lágrima.
- No llores o voy a llorar yo– Eleanor me limpia la mejilla–
- ¿en serio Ell? ¿Un bebé ?–Asiente con una sonrisa – Y tú...es decir tú y yo...–
- Vamos a tener un bebé– termina, eso de escuchaba tan bien, tan mágico–
-ya logré embarazarte y ya no vas a dejarme– Ríe por mi ocurrencia— no sabes lo feliz que me has hecho– la beso una incontable cantidad de veces hasta cansarme– Te amo–
Ríe nerviosa.
- Sabes que igual yo– me acaricia el cabello con la dulzura de siempre mirándome con esos ojos tan bonitos–
- Felicidades, Samael– Pavel nos saca de nuestra burbuja, asiento sin que me quite ni un poco de mi emoción–
- Gracias–
- Es fabuloso, un mini Sam por ahí será divertido– Richard nos abraza, pero Ell no lo recibe, y debo admitir que tiene todo el derecho de molestarse por el comentario que hizo, si sigue siendo un cretino, terminará provocando que Eleanor en verdad deja de tomarlo en cuenta– Estoy muy feliz por ambos–
- Oye Sam– Eleanor llama mi atención sin darme la oportunidad de agradecerle a nuestro amigo, creo que se merece ser ignorado– Esta vez no te vayas– sonrío y niego–
- No no no, esta vez me quedo– la levanto con delicadeza para besarla– lo juro– me besa para después acariciar mi cara. Puedo ver en sus ojos como quiere a esta bebé como yo.– Hice Cita con la ginecóloga, si quieres ir...–
- Eso no se pregunta, mi vida– la interrumpo plantándole un beso
- será estupendo volver a ir a citas, niña linda, ahora seré yo quien grabe–
- No quiero incomodarte, Richard,estás ocupado, no te preocupes–
- ¿Qué?–Rick ríe incrédulo, creo que el mensaje estaba claro y eso lo había lastimado.
- Puedo ir si quieres, estoy libre...y bueno...me gustaría compartir al menos una vez esto contigo– Pável habla, es mi hijo, pero no puedo decidir eso por Eleanor, al fin de cuenta, ella lo sufrirá, pero ojalá se niegue–
- ¿en serio? Está bien– me mira– ¿no te molesta?–
Claro que si me molesta
- No, claro que no– la dejo en el suelo–
- Niña linda, yo si quiero ir– Richard insiste– Solo déjame ducharme, no me perdería algo así –
- Ya te dije que no te preocupes– Mira su reloj y suspira– además, ya la hora se acerca– me mira– ¿nos vemos en 5?– se despide con un beso al aire — y saca este animal de aquí– le ordena a nuestro amigo antes de salir junto con Pável–
- ¿en serio vas a dejar que ese idiota vaya y yo no?–
- yo tampoco quiero que vayas–
Me mira incrédulo.
- Auch–
- No cuando eres un maldito con Ell. No quieres más hijos con Eleanor, córtate la verga, pero no la hagas sentir mal– Guardo mis cosas y tomo mi celular– o simplemente lárgate si eres tan infeliz aquí–
- No dije nada malo–
Niego
- Sabes, por creer correcto todo lo que salía de mi boca, estoy compartiendo a mi esposa, te recomiendo no seas estúpido y pienses–
Richard me corta el Camino.
- ¿por la broma que dije? Era solo eso– Se mofa–
- Para ella no lo fue y tampoco para mi. Te lo repito, no te sientes bien aquí, vete–
Me vuelve a cortar El Paso
- No te enojes conmigo, y no puedo irme por muchas razones, y una de esas es Narcisse–
- Es pequeño y ni siquiera te quiere, puedo hacerme cargo de él. Vete sin cuidado, creo que nadie necesita de tu presencia en esta casa– no me dice nada, al menos no con palabras, pero sus ojos reflejaron lo cruel que había sido, me relajo– No es mi decisión quien va y quien no a sus citas, si ella no quiere que vayas, no puedo obligarla–
- Si hubiera sido mío, créeme, estaría feliz, tanto como tú ahora mismo. Perdón si los hice sentir mal, pero no me dejes fuera de esto ¿puedes hacer eso por mi? Quiero estar feliz con ustedes–
- Puedes ir en otra Cita–
- Sam no, quiero ir en esta, en la primera–
- si es porque va Pável, dudo Ell lo vaya a dejar plantado por tu gusto– Soy sincero, Richard chasquea la lengua molesto–
- No seas menso, por ustedes soporto a ese idiota, pero en verdad quiero ir Sam–
Lo miro y lo miro, es evidente que en verdad quiere pasarla con nosotros, creo que si lo pienso bien, podríamos arrepentirnos en un futuro.
- Véte a duchar, yo saco al animal, pero rápido– sonríe ampliamente, golpea mi brazo y sale del estudio de prisa. Me niego a ensuciarme, así que llamo a alguien del personal que me ayuda a sacar al animal. Richard no demora Ni quince minutos, pero me desespero, al verlo suelto aire. Salimos y me infarta ver a Eleanor recibir mimos de Pável, si soy celoso, seré un maldito loco como el de antes por tener a mi bebé.
- ¿nos vamos?– Eleanor asiente risueña hasta que ve a Richard–
- ¿te dejamos en alguna parte Richard? ¿No prefieres irte aparte?–
- No, niña linda, yo iré a la cita–
Eleanor niega abriendo la puerta del auto.
- lo siento, pero no te quiero ahí–
Lo único que le aplaudo a Pável, es aveces su prudencia, pues se mete al auto de piloto para no escuchar una discusión que no le compete.
- Niña linda, si es lo que dije, fue solo una broma–
Eleanor cierra la puerta.
- No, Rick, realmente es porque no te quiero hacer pasar por lo mismo y que estés incomodo, porque si tú lo estás, a mi me molesta, y esté bebé me tiene muy ilusionada como para tener que aguantarte. Mejor no vayas–
- No te enfades conmigo, quiero ser parte de esto...
- pero yo no– Gruñe– pero entiendo que para Sam si eres importante, así que él decide si vienes– con eso entra a la parte trasera del auto–
- Deberías comenzar a comportarte, o esto empeorará, anda ya súbete– 
- Iré adelante, así no se molesta más–
Él se lo había buscando. Al subirme al auto de Pável puedo sentir no solo su aroma, si no el de Eleanor impregnado por todas partes, supongo qué pasa mucho tiempo con él. Me mata la curiosidad por lo que hace cuando sale a " trabajar" especialmente en las tardes o noches, he sido paciente, quiero que ella misma me diga qué pasa, que hace, pero creo que estoy agotándome. Pero eso ya no es mi prioridad, mi hijo si, finalmente voy a tener un bebé solo de nosotros, con un poco de cada quién. La emoción se me desborda del alma, jamás creí que sin intención, quedaba embarazada, muchos tiempo lo intenté y jamás sucedió, pero ahora parecía un sueño, casi un milagro.
La atraigo hacia mi sin muchas ganas de apartarla desde ahora, es increíble, vamos a tener un bebé juntos. 
Cuando llegamos a la clínica, la ginecóloga se sorprende un poco cuando no solo nos ve a nosotros, si no también a Pável, sin embargo, no juzga ni siquiera con su mirada.
La doctora hace la revisión que hizo en las otras citas con Narcisse, nada del otro mundo, los nervios se me suben al ver como le pone gel en el vientre de Ell, eso significa que pronto escucharé a mi hijo.
- Tranquilo– Eleanor suelta una pequeña risita acariciando mi corta barba, beso su mano antes de besarle la frente–
Los latidos inundan la habitación y quiero desmayarme, miro la pantalla, no entiendo, pero al menos sé que está ahí por sus latidos.
- Felicidades, van a ser papás de nuevo, por su tamaño, tiene un mes de gestación–
Beso a Eleanor agradeciéndole, era la única que podía hacerme feliz de esta manera que hasta mis lágrimas no me dan permiso de salir.
- ¿ves? Te dije que todo a su tiempo, papi– susurra solo para mi limpiando el rostro de su llorón esposo– te amo– sonrío, que Eleanor diga esas palabras es muy hermoso, más aún cuando no acostumbra a hacerlo–
- Un momento– Los dos nos alarmamos al escuchar a la doctora, jala el monitor hacia ella y sigue pasando aquella máquina por el vientre de mi esposa–
- ¿pasa algo?– Richard se acerca a nosotros preocupado–
La doctora nos mira y niega, regresa el monitor  que antes no le habíamos puesto atención.
- Es que son dos– nos señala los dos bebés— ¡Felicidades! ¡Tendrán mellizos!–
- ¡eso es fabuloso!– Richard me toma de los hombros agitándome provocando más alegría en mi, me hace pararme y me abraza efusivo contagiándome  que terminamos brincando como cuando él ve el fútbol.
- ¡vamos a tener dos!–
- ¡Si!¡dos!– creo que ninguno  lo pasamos a creer, si alguien es mi mejor amigo, es este hombre que está gritando y saltando conmigo  con la misma felicidad que recorre por mi sangre —
- ¡Maldito hijo de perra!–
Atacamos a Eleanor con besos hasta hacerla reír. Richard nos da aire con su sombrero, de lo emocionados e impactados estamos acalorados.
Nos tranquilizamos observando la pantalla, y antes que pueda darme cuenta, los dos aplastamos nuestra hombría llorando.
Yo lo hago porque son mis hijos, mi sueño con Eleanor, ¿pero él?
- pero que maricas son–
- Cállate mejor– Richard amenaza al ruso limpiando con su camisa sus ojos– 
- Me alegra tanto ver la paternidad deseada– la doctora por alguna razón nos hace quebrarnos más. Obviamente que deseamos a estos bebés–
- No lloren, o en serio yo voy a llorar, si no es para tanto–
- ¿cómo vas a decir eso, niña linda?–  Richard le acaricia los cabellos– Esto es bastante irreal–
- Yo me conformaba con uno, ¿pero dos? Eso es fantástico– Insisto–
- Ell, dime ¿alguien de tu familia ha tenido embarazos múltiples?– La doctora cuestiona, Eleanor se levanta un poco, creo que la estamos sofocando, pero no no la agrada la idea de movernos.
- Ehm pues...no creo, hay muchos gemelos y cosas así en mi familia, pero dudo sea gracias a nosotros, mi familia cercana no ¿y qué hay de Sam? Él podría ¿no?–
La doctora niega
- No funciona así, tu esposo sólo podría heredarle ese gen a su hija de tenerlo, pero si tú lo heredaste de alguien, es la razón de tus mellizos. Pero si no es así, es simple suerte, muchas mujeres tienes embarazos múltiples sin tener antecedentes–
- No entiendo– Richard sincera–
- solo en las mujeres se presenta porque son las que ovulan–
- aaaaah–
- Ella es muy pequeña ¿podrá con dos bebés?– Pável se acerca, se veía preocupado, pero igual no me agradaba–
- Tal vez las molestias sean mayores, pero si Dios quiere nada se complicará y su embarazo será correcto. Solo tengan más consideración, esta vez su panza si crecerá– la doctora limpia a Eleanor– Trataremos que sea parto natural, pero si son muy grandes será por cesárea, pero no se alarmen, aún es muy pronto para saber eso. Esperemos unos cuantos meses más– Nos mirada divertidos para comenzar a anotar en un bloc de recetas médicas.
- ¿debe ir con más cuidado no?– Richard cuestiona–
- Así es, son dos bebés, más cuidado y más mimos– la doctora Sonríe– enviaré vitaminas–
- ¿y...están sanos?– pregunto aunque era bastante lógico si ella no mencionó nada malo–
- Muy sanos hasta ahora, los latidos son fuertes y llevan el ritmo de su gestación– Me explica amable– Díganme ¿cómo está el pequeño Narcisse?–
Richard y Eleanor se miran
- Es muy tierno y aveces dramático– Eleanor responde haciendo reír a la doctora—
- ¿y Oliver?¿ya sabe que tendrá nuevo hermano?–
- Va a volverse loco cuando se entere que serán dos – Comento, eso es un hecho–
- Ya debe ser todo un hombrecito–
Los tres asentimos con una sonrisa, un día me despertaré y Oliver será ya todo un adolescente, y antes que me dé cuenta, un hombre.
La doctora nos da la receta y sin mucho que hablar nos retiramos.
- Ya que van a ser dos, ¿podemos fingir que uno es mío?– Richard cuestiona girándose a nosotros –
- Te puedo prestar al que menos me agrade–
Eleanor me golpea el brazo– Solo es prestado–
- Bueno, espero a estos si les agrade siempre, porque Oliver ya no me quiere y Narcisse tampoco –
- Los dos te quieren– Eleanor saca del pantalón su celular, el cual vibraba por una llamada, vio rápidamente la pantalla, estiró su brazo hasta apoyar el aparato en el hombro de Pável, el ruso lo toma y para el coche. Desde aquí no puedo ver lo que hace con el móvil de mi esposa, pero antes que pueda cuestionarla respecto a ello, el rubio solo se baja del auto– ¿por qué dices que ya no lo hace?– Richard y yo la ignorábamos para seguir con la mirada a Pável hasta el punto de tener que girarnos para poder verlo. Solo hablaba por teléfono. - ¿qué les sucede?—
- ¿por qué le das tu celular?¿por qué contesta tus llamadas?– Richard ataca, lo apoyo-
- Si, creo que eso merece una explicación–
Ríe mientras niega
- Él sabe hablar, yo no– se encoge de hombros restándole importancia, la miramos esperando algo más, ella nos voltea a ver a cada quien por segundos– ¿qué?–
- Ell, a mi jamás me dejaste usar tu teléfono-
Me entre cierra los ojos–
- Que mentiroso— chasquea la lengua– Son cosas de trabajo que yo ahora no quiero atender para estar contigo–
Bueno, debo admitir que eso me agradó, sin embargo ¿qué es lo que consume tanto su tiempo?
- ¿y se puede saber que trabajo es? Rick y yo nos damos una idea pero queremos que nos digas– Vuelve a reír, pero esta vez más nerviosa, niega y nos da pequeñas palmadas en las piernas– seguimos esperando–
- oigan– Suspira molesta – ¿por qué no mejor se enfocan en sus asuntos y no en los míos? –
La imito demostrando lo tan maduro que puedo llegar a ser cuando algo me molesta.
-dijiste que serías diferente a toda tu familia, que nos tomarías en cuenta y bla bla– Richard suelta un argumento mucho mejor que el mío–
- Tú no tienes voz ni voto desde que te acuestas con quien sabe quienes– me mira– y respecto a ti...tengo mis razones– 
- ¿acostarme con quien sabe quién?– Richard se ofende– ¿según tú con quienes me acuesto?–
- tú sabrás–
- Que pendejada– se gira para mirar hacia la nada por la ventana totalmente indignado– 
- Te molestas porque es la verdad–
- Si, es verdad, ¿cómo te enteraste?– Richard la mira cruzándose de brazos– ¿me espías?–
- No gastaría recursos en ti–
- Bien, entonces jamás sabrás con quienes me acuesto–
- Solo usa casco porque no queremos que nos contagies de algo–
- Siempre lo hago, no te preocupes–
Se retan con la mirada, ¿Richard infiel? Por favor, es el tipo más entregado de la historia, podrá ser un hombre que se calienta con la mínima imagen porno que se le pone enfrente, pero jamás infiel. 
- ahg, gracias a Dios me embaracé, así no vuelto a tener nada contigo, jamás–
- Ni le hagas, que te embarazo antes que estos bebés tengan tres meses–
- ¿qué te hace pensar que lo tendré?–
Richard asiente
- Le digo a tu abuelo que atentas contra nuestra familia. ¿Cómo ves? – Eleanor chilla molesta–
- Pues ya veremos, igual ya no es que eso te vaya a servir más tiempo, porque ahorita...– Eleanor lo molesta, Richard suelta una carcajada–
- muy bien sabes que mi verga se pone lo bastante dura, y eso que estando contigo–
- Pues si, pero ni así dejo de fingir–  Richard la mira y después a mi como si yo supiera si es cierto o no–
- Tú no haces eso–
- Si tú lo dices– Eleanor finge quitar pelusa del pantalón de mi amigo. La duda me llena ¿lo hará conmigo? ¿O lo hizo alguna vez conmigo? Nah, lo dudo mucho, conozco muy bien a Eleanor, y la verdad es que soy el único hombre que en verdad puede satisfacerla como es y como a ella le gusta–
- No es verdad–  afirma– lo sabría–
Eleanor gime alarmándome un poco, es bastante fuerte como para que salieran del auto, miro a todos lados y efectivamente se escucharon, pues Pável sin dejar de hablar se gira para saber lo que sucedía. Ahora que lo escucho, si se escuchan igual a los que hace durante el sexo.
- shhh ya— Le tapo la boca– te entendimos–
Sonríe lamiendo mi palma, retiro mi mano–
- el que jamás volverá a tener algo contigo soy yo, aunque me lo pidas– Richard sentencia indignado–
- No haces falta precoz–
- Este precoz te embarazó– 
- solo de eso sirvió–
- No entiendo porqué se insultan si saben que a los dos les gusta cogerse– suspiro– ya dejen de decirse cosas que no son ciertas–
- Bueno controla a tu amigo, es irritante, no sé para qué lo traes– me reclama–
- ¿y tú por qué traes a ese imbécil?– Richard señala a Pável provocando un gruñido en mi joven mujer–
- Imbécil tú–
- cuándo te des cuenta que él es nuestro puto problema, viviremos en paz– la señala, señalar a Eleanor era como burlarse del diablo, Ell odia con su alma ser apuntada, y si a mi nunca me lo permitió, dudo que a Richard, menos a cómo están ahora. La mano de mi mejor amigo es golpeada–
- Aquí el problema eres tú, y ya cállate o juro dejarte aquí–
Richard se acomoda el sombrero y asiente.
- No te preocupes, yo solito me bajo, Eleanor–
Eleanor se estira por encima de él y abre la puerta.
- pues lárgate, pero ya–
- Pues a la mierda–
- Pues a la mierda–
Richard se Baja, me quedo ahí como niño presenciando la pelea de sus padres, no sé si hablar o que carajos, solo cierro mis ojos al oír y sentir El Fuerte azote de la puerta, que obviamente se hizo con toda la intención, de milagro el cristal no se rompió o la puerta se descolgó. Estábamos a la mitad de la carretera, el transporte próximo paraba a unos tres kilómetros, por lo que llegar hasta ahí le llegaría la noche y lo peor de todo, ya no tendría como irse, además, podían matarlo, no podía dejarlo irse solo.
- Sam– Antes de poder salir Eleanor me habla serena, la miro y ella a mi– Si sales de este auto, tú también te quedas– 
Primero pienso que es una broma, pero recuerden JAMÁS SEÑALES A ELEANOR, así que ahora estoy entre dejar a mi estupido mejor amigo en la nada, o discutir con mi esposa que tendrá mis bebés. Trago saliva nervioso ante su furiosa mirada. Ni de preguntarle si lo deja subir porque obvio será una negativa.
Pável nos distrae unos segundo cuándo sube.
- ¿qué hace?– cuestiona al ver a Richard caminar sin prisa–
- Sam y él irán caminando–
Ay no
- Oye pero...–
Me ignora pasándose al asiento de enfrente por entre los sofás.
Se hablan en ruso, ya no estoy aquí al parecer. Bueno, si lo pienso bien, Richard se puede morir y Eleanor está segura con el ruso, y a pesar que va enojarse conmigo al punto de hasta insultarme, creo que puedo resolverlo, supongo he hecho cosas peores y me ha perdonado. Mis futuros hijos me ayudarán esta vez.
Bajó del auto y casi no me da tiempo de cerrar la puerta, pues este arranca de inmediato.
- ¡Americano estúpido!– Grito, into chiflar como Richard me ha enseñado, pero creo que lo he olvidado aquel acto tan vulgar porque ya no puedo hacerlo, de todas formas mi llago funciona porque se jira, al verme me enseñaba ambos dedos de en medio.
- ¡eres un pendejo!–
- ¡lo sé!–
Camino hasta él, al encontrarnos desaprueba que esté aquí.
- Niño idiota, vas a tener problemas con Ell–
- lo sé, pero no creo que se enoje mucho, no podía dejarte aquí solo– le golpeó el brazo para que comencemos a caminar, miro a mis zapatos, van a terminar un asco– Nos asaltarán a los dos por tus estupideces–
- Sé que amas a Eleanor, pero debes admitir que es quien se equivoca– no me mira y gracias al sombrero no puedo verle la cara–
- Oye, que vuelvas a ser el mujeriego sin educación te hace falta– le tiro el sombrero, me empuja y lo recoge– Un día quemaré esa cosa–
- el escuadrón con el que me refugié por una semana me lo devolvió, bueno, lo que quedó del equipo–
- bien, en lugar de usar un casco militar usabas un sombrero ¿y así querías vivir?–
- Esos cascos te aplastan el craneo–
- Ya veo, por eso llegaste más idiota, te hizo más pequeño el cerebro–
Se gira a mi
- ¿muy chistoso no?–
- No tienes que usarlo ¿o es terapia?– sereno mi voz, Richard suspira metiendo sus manos en la chaqueta.
- No realmente–
- Si no quieres decirme está bien. Pero no lo entiendo, lo entendería si quisieras esconder canas, pero no las tienes– 
- Tú primero las tendrás– me molesta desordenando mi cabello, debo admitir que a pesar de ser Richard el menos " Maduro" de los dos en varios aspecto, no puedo dejar de verlo como un hermano mayor, o hasta un padre. Podré ser más alto que él, quizá más fuerte, pero Richard siempre se pondría delante de mi.
No tarda en sacar su cajetilla de cigarrillos, le he regalado infinidad de estuches y sigue con esas arrugadas cajas con advertencias de cáncer o qué se te caerá el pene. Me invita uno y lo acepto– Lo uso solo para molestar . No es nada del otro mundo, y me veo más sexy–
- meh, Es cuestionable. Vamos a un burdel, yo te pago la que quieras, pero esta vez si te la coges ¿bien?– Niega– Sé de un lugar bastante bien, no seas aburrido, tal vez así la llama de Richard Greene vuelva a aparecer–
- Para el estado de Georgia estoy casado–
- ¿y estás en Georgia? A mi me parece que no–
Ríe
- Supongo que tienes razón, que diablo eres, se supone que ese era yo–
Cuando nuestros celulares al fin tienen señal, podemos llamar un auto. No es que sea un experto en lugares de citas, pero Dorian si lo es, así que lo llevo donde en mi soltería solía ir con mi hermano.
Conseguirle una buena mujer a Richard no es difícil, él mismo la escoge, el lugar ha cambiado, puedo asegurar que era más ruidoso ,sin tanta seguridad, sin un show tan entretenido y mujeres que debo admitir están hermosas. Espero a Richard en el pasillo de las habitaciones en una banca bastante cómoda de tela azul, tampoco habían de estas antes. Es suave, como terciopelo. Me limito a jugar con mi celular y a comer de las frutas que pedí. Eleanor no me ha mandando ningún mensaje, así que debe estar muy molesta conmigo, y me lo tengo un tanto merecido. Por el tiempo que estoy aquí, ya me cambié de posición como diez veces, terminando en la primera. Apoyado en mis rodillas me da la ventaja de no estar tan cerca de la pared y escuchar los ruidos que Richard esté haciendo con la prostituta y sobre todo, no ver a todas esas parejas entrar a las demás habitaciones.
Me siento alegre por Rick, si las cosas con Ell no están funcionando, lo mejor es que regrese a ser un mujeriego como cuando lo conocí.
En mi campo de visión aparecen unas costosas botas negras Gucci, y lo sé porque cuando aparecieron en el mercado, Eleanor decidió comprarse un par, y son bastante lindas, hasta de la planta donde está plasmada una serpiente. Estaban un poco sucias, así como los pantalones, la luz de color me imposibilita saber de qué específicamente. Me molesta que esté tan cerca, pero ahora que lo pienso, trago despacio la fresa de mi boca, ¿cuales eres las posibilidades que Elk estuviera en un lugar como este? Eran nulas, aún más por el horario. Alzo la mirada, y pues nulas no eran, creo que se me ha bajado la presión al verla, estoy seguro que hasta pálido estoy. Se me cae el celular y de inmediato lo recojo. Dios, sálvame de esta, SÁLVANOS.
- Hola...¿qué...qué haces aquí?–
Niega decepcionada, se dirige a la habitación con dos hombres y el hijo de Pável dónde está Richard, rezo por nosotros y porque otra vez solo haya recibido sexo oral y estén charlando de la vida con cerveza. Me levanto para detenerlos pero fui lento , y bueno, Richard no solo había recibido un oral, si no que Ell lo había atrapado con una mujer montándolo. Pero que vergüenza.
La joven se cubre, Richard hace lo mismo.
- ¡¿pero que mierda te sucede?– reclama, niego para que cierre el pico, es mejor aceptar que ser atrapado cogiendo con alguien más es un enorme error, me ve pero hace caos omiso, Eleanor se gira a mi, retrocedo y veo mis zapatos, es mejor que recibir una furiosa mirada, cuando ya no la siento alzo el rostro, la prostituta quiere irse pero Sergei la atrapa.
- Así que putas ¿no? Y lo peor de todo baratas–
Baratas no son, lo sé porque yo pagué esto–¡eres increíble!–
- ¡y tú una loca!¡¡me sigues!–
Eleanor pega una carcajada
- Por favor, cuando mi esposo no llega a casa ¡claro que si!– Exclama furiosa, bueno, eso debió sentirlo bien, se preocupa por él– Él no está para que lo arrastres a tu mierda– hasta a mi me baja de la nube donde lo puso , eso fue cruel–
Creo que debería aclarar que fui yo quien lo trajo aquí, eso hacen los amigos.
- Ell es que yo...
- ¡tú te callas!–
Bueno.
- ey, papá ¿no quiere salir? Lo puedo llevar al auto– Serkan se me acerca como si tuviera unos 90 años o fuera un discapacitado, su amabilidad es demasiada y que me llame " papá " no es cómodo–
- No, no quiero–
- No tienes derecho de hacer esto– Richard se pone de pie– Largo de aquí–
- Pues resuelta, Richard, que mientras tú y yo estemos casados, tengo derecho de todo. ¡Y tú deberías respetarme!–
- ¡estás loca!¡ tú hace mucho perdiste todo el respeto que te tenía!–
Eleanor asiente, se acerca a la asustada mujer.
- No los estaba siguiendo, solo me avisaron que unos idiotas pagaron con tarjeta de crédito– Richard y yo nos miraron un segundo, necesitamos contexto–¿y supongo a esta le pagaron en efectivo?–
Serkan comenzó a revisar toda la habitación desordenándola
- Solo vete Eleanor, creo que estás cruzando la línea–
- Yo no soy la que está desnuda en un burdel barato–
Serkan encuentra el efectivo que le habíamos dado a la mujer y se lo entrega a mi esposa.
- son unos imbéciles–
- Ellos me lo dieron, yo no se los pedí –
La prostituta miente con descaro–
- Mira Richard, vamos a dejar esto en claro. Eres un hombre casado, con familia, no puedes estar con putas– Richard intenta hablar pero lo calla– Con ninguna mujer ¿entiendes? Solo conmigo. Mujer que te toque...– Se encoge de hombros sacando de su chaqueta un arma. Bien, el tiempo se ha pasado volando y ahora mi esposa amenaza a una mujer de muerte.
Antes que pudiéramos reaccionar, se escucha un terrible disparo.
- ¡¿qué mierda te sucede?!– Richard exclama y yo solo siento celos ¿por mi mataría? Lo dudo.
- ¿crees que no iba en serio? No Tony, a mi me enoja que toquen lo que es mío– Guarda el arma y mira a los sujetos– ¿y ustedes que esperan? Saquen eso de aquí, pero ya–
Guardamos silencio, creo que Rick está bastante impresionado para hablar y yo bueno...no tengo nada que decir, solo me hago a un lado para que saquen el cuerpo. Eleanor le da unas ordenes a Serkan en ruso y este se marcha apenado.
- Ya vístete, Richard– Eleanor se gira sin mirarme, mi mejor amigo obedece rápidamente–
- ¿esto es tuyo?– Cuestiono después de unos minutos–
- Si, para hombres corrientes. Ustedes no deberían estar aquí. Les vieron la cara, idiotas– me regaña– ¿y tú con quién te acostaste?–
Yo niego rotundamente– Lo creía de ti, pero del " yo soy fiel" jamás– se vuelve a girar a Richard–
- ¿sabes qué? Quiero el maldito divorcio–
- Te lo doy si quieres,pero seguirás siendo mío. Y no voy a compartirte .Eres un imbécil por creer que dejaré otras te tengan–
- Ni si quiera me amas, ¿por qué me quieres cerca? ¿Para joderme?– Richard termina de ponerse la camisa–
- Si así lo quieres ver– se encoge de hombros– los espero en el auto–
Cuando quedamos solos, guardamos silencio, veo a Richard sentarse en la orilla de la cama y suspirar. No sé qué decir, sigo sorprendido al igual que él.
- Creí que no era celosa– suelto, Richard se pone el sombrero–
- celos– repite–Ella no me quiere lo suficiente para sentir celos–
- Rick, ¿no te dice algo esa sangre?– señalo– No seas tonto, Ell te quiere demasiado como pasa hacer esto–
- nah, alguna otra razón tendrá, ¿celos?Eso jamás. Mira lo que hizo, eso lo ocasionó ese maldito ruso–
- Pues...–
- ¡mató a una persona!– me interrumpe, creo que es de esperarse una alta cantidad de moralidad en un militar–

MY BUNNYWhere stories live. Discover now