Fanboy: Draco Malfoy convence a Harry Potter de casarse con el

Capítulo 89 : Hacer pucheros y nieve

Los juegos del hambre se encuentran con una pelea de bolas de nieve.

Draco estaba acostado boca abajo en el sofá de la sala común de Slytherin. Podía escuchar a sus amigos hablar pero lo estaban ignorando. Suspiró ruidosamente antes de dejarse caer un poco. Hicieron una pausa antes de continuar su conversación. Suspiró aún más fuerte y Blaise gritó “¡No puedo soportarlo más! Draco, ¿qué pasa?” Rodó del sofá antes de levantarse de un salto.
“¡Estoy tan contento de que hayas preguntado!" Greg y Vince pusieron los ojos en blanco cuando Pansy dijo: “¡Te dije que siguieras ignorándolo!”
“Él está siendo tan molesto, ¿cómo podría hacerlo?” Blaise gritó y Theo siguió escribiendo en su cuaderno.
“Quiero tomarme fotos de compromiso con Harry y estoy tratando de averiguar qué debemos usar”. Les dijo y Theo dejó su pluma.
“Draco, pensé que tenías todo planeado desde que tenías nueve años”. Preguntó y todos asintieron con la cabeza. ¡Estos pobres tontos, ni siquiera comenzaron a entender cuánto estrés estaba bajo!
“Uf, nos está dando ese aspecto de soy mejor que tú”. Vince suspiró y Greg levantó la nariz en el aire.
“Ustedes no entienden por lo que estoy pasando. Quizás si tuvieras una joya absoluta como Harry, tendrías una idea de lo afortunado que soy”. Dijo Greg y Draco asintió con la cabeza.
“¡Exactamente! Nuestros atuendos tienen que lucir deslumbrantes ya que se los mostraremos a nuestros nietos”. Dejó de caminar para dejarse caer en el sofá. La entrada se abrió y Harry entró corriendo.
“¡Oh! Hola chicos". Harry les sonrió y Theo cayó dramáticamente de rodillas antes de deslizarse hacia Harry.
“¡Gracias a Merlín, estás aquí! Draco estaba siendo insufrible”. Theo dijo mientras sostenía la parte inferior de la camisa de Harry. Todos rieron excepto Draco. Se puso de pie y tiró de las manos de Theo de su prometido.
“Mantén tus manos quietas, Theo”. espetó antes de besar la frente de Harry.
“¿Sí, mi amor?” Dijo inocentemente y Harry rió.
“¡Está nevando, Draco!” Gritó alegremente y la sala común quedó en silencio.
“¿Potter dijo que estaba nevando?” Uno de los de tercer año sonrió brillantemente.
“¿Saben lo que significa?”
“¡Pelea de bolas de nieve de todas las casas!” Gritaron y todos se apresuraron a cambiarse.

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Ron se pegó al lado de Ginny. Ella puede ser su molesta hermana pequeña, pero era viciosa cuando se trataba de ganar. Estaba bastante seguro de que Gryffindor era uno de los que iba a ganar, teniendo tanto a Herm como a Ginny.
“Está bien, ¿todos conocen las reglas? ¡Una vez que te golpean, estás fuera! ¡Tenemos chocolate caliente y mantas de cortesía para los perdedores! ¡El último en pie gana la copa del muñeco de nieve!” El Sr. Malfoy levantó el trofeo. Era solo un muñeco de nieve de plástico pegado a un pedestal, pero todas las Casas lo querían.
“¡Está bien, niños! Si vemos algún tramposo o matón, ¡tendrá que sentarse en el rincón travieso con el profesor Snape! Te hará fregar calderos”. Snape estaba acurrucado, pero aún se veía amenazador mientras se paraba a un lado. Ron no podía creer que el hombre hubiera arrastrado la pila de calderos afuera. Sabía que no quería fregarlos en el clima helado.
“¡Pssst Ron!” Miró hacia arriba para ver a Harry saludándolo. Miró a su alrededor antes de acercarse corriendo.
“¡Solo quería decir buena suerte!” Le sonrió y Ron no pudo resistirse a alborotarle el cabello.
“¡Gracias, Harry! Tú también”. Corrió de regreso al lado de Ginny para poder usarla como escudo humano.
“¿Están todos listos?” preguntó el Sr. Malfoy y todos respondieron “¡Sí!” Agitó su varita en el aire antes de que las luces explotaran y todos estuvieran corriendo en diferentes direcciones. Solo necesitaba mantenerse fuera del camino de Draco y sería dorado. Se mantuvo cerca de Ginny y lograron sacar a veinte estudiantes en quince minutos.
“¡Vete, Ron! Eres de mala suerte”. Abrió la boca en señal de ofensa.
“¡Tu eres de mala suerte, Gin! ¡Mamá solía bañarte en agua bendita para evitar que los demonios te comieran cuando eras un bebé!” Él le susurró y ella le dio un puñetazo en el brazo.
“¿Oh sí? Al menos aprendí a ir al baño antes de los cinco años”. Ella gruñó de vuelta.
“¡Oye! ¡Acordamos que nunca hablaríamos de eso!” Terminaron luchando en la nieve, sin darse cuenta de que la persona se acercaba sigilosamente detrás de ellos.
“¡Hola chicos! No es nada personal”. Harry dijo alegremente antes de darles a ambos en la cara con nieve.
“¡Esto es tu culpa!” Ginny lo empujó mientras regresaba a buscar chocolate.
“¿Mi culpa? ¡ Tú eres el que estaba chillando como un alma en pena!” Ella se lanzó hacia él de nuevo mientras el Sr. Malfoy los animaba.