Fanboy: Draco Malfoy convence a Harry Potter de casarse con el

Capítulo 33: Viktor y Nudillos de bronce:

  ¡Harry está perdido! Si lo encuentra, por favor regrese con Draco

Viktor Krum respiró Quidditch. Era su cosa favorita en todo el mundo. Había decidido a una edad temprana que iba a ser un famoso jugador de Quidditch. Estaba a punto de entrar en su cuarto año en Durmstrang. Esperaba estar en un equipo profesional en su sexto año. Ya tenía entrenadores viniendo a los juegos de su escuela y viéndolo jugar. ¡Lo iba a lograr! Acudió a todos los partidos que pudo tener en sus manos. Tuvo suerte de que sus padres lo complacieran con su pasión. El juego Vultures vs. Finches fue el evento del verano. Había venido desde Bulgaria para verlo. ¡Esperaba conseguir algunos autógrafos para su colección! Mientras caminaba, vio a un niño mirando a su alrededor. Lo vio ir y venir antes de permanecer en el mismo lugar durante diez minutos.
“¿Necesitas ayuda?” Los ojos más verdes que jamás había visto se centraron en él. El chico lo miró aliviado antes de decir “¡por favor! Perdí a mi familia y no sé a dónde ir para encontrarlos”. Viktor le dio al niño más pequeño una palmada en el hombro y dijo: “¡Te ayudaré a encontrarlos!” Estaba agradecido de tener un amuleto de traductor puesto o de lo contrario habría tenido problemas para expresar su punto de vista.
“Mi nombre es Víctor”. Le dijo al chico. Tenía una cicatriz de forma curiosa esparcida por la frente hasta la parte inferior del ojo. Era bastante bonito de ver.
“¡Mi nombre es Harry!” Dijo, dándole a Viktor una sonrisa.
“¿Estás emocionado por el juego?” Harry lo miró antes de responder “no, creo que el Quidditch es un adormecedor”. Viktor sintió que se le abría la boca. “¿Qué? Pero si el Quidditch es lo mejor!” “Estoy aquí por los bocadillos". Harry continuó, como si no acabara de decir tal blasfemia. “¡Harry! ¡El Quidditch es el mejor deporte del mundo! ¡Tiene tantas cualidades emocionantes!” Harry solo puso los ojos en blanco. “Creo que ver cómo se seca la pintura es más emocionante”. Viktor no podía creer lo que veía.
“Viktor, ¿quién es tu amigo?” Su madre preguntó, su mirada interesada. La mayoría de sus amigos formaban parte de su equipo de Quidditch, por lo que era poco probable que viera una cara nueva.
“Madre, este es Harry. Perdió a su familia y me ofrecí a ayudarlo a encontrarlos. También odia el Quidditch”. Su madre se echó a reír. La traición, pensó con furia.
“Está bien, enviaré a tu padre para que te ayude a buscar”. Ella lo llamó y él se acercó, dándole a Harry la misma mirada curiosa. Después de una rápida explicación, partieron en busca de su familia.

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Harry estaba agradecido de que Viktor y el Sr. Krum lo estuvieran ayudando. Se ponía bastante nervioso en grandes multitudes y perder a Draco no ayudaba a su ansiedad.
“Entonces, Harry, ¿vas a la escuela británica?” El Sr. Krum le preguntó mientras miraba a su alrededor.
“¡Sí, señor! Voy a entrar en mi segundo año en el otoño”. Le dijo al hombre. “¡Ya veo! ¡Viktor está entrando en su cuarto año!”.
“¡Mis amigos Cedric y Tonks también estarán en cuarto año! Escuché a Tonks decir que iba a morir por toda la tarea, ¡así que buena suerte!”. Víctor parecía preocupado. “¡Tonks es un poco dramática, así que no me preocuparía demasiado!” Él continuó. Tonks también le había dicho que era alérgica a los idiotas. No sabía cómo era eso posible, pero Harry no iba a discutir con ella.
Hubo una conmoción repentina más adelante cuando la gente se abalanzó hacia atras.
“¡No me importa! ¡Harry está perdido y si no lo encontramos en dos segundos, voy a prender fuego a todo !”. Escuchó gritos familiares. Empujándose a través de la multitud, vio a Draco parado allí sosteniendo un puñado de fuegos artificiales. “¡Draco!” Harry gritó y corrió hacia adelante. Su amado lo atrapó y comenzó a hablar “¡Harry mi amor, estaba tan preocupado! ¿Estás bien? ¿Alguien intentó secuestrarte? ¡Dímelo y arrastraré sus cuerpos pataleantes hasta el Pantano!” Draco dijo apasionadamente. Harry lo abrazó con más fuerza y dijo “no, Viktor y su padre me ayudaron a encontrarte”. Sirius los levantó a ambos y dijo “¡oh cachorro! ¡Estaba muy preocupado! ¡Estoy tan contento de que estés bien!” Sirius fue empujado fuera del camino cuando el Sr. Severus le lanzó un montón de hechizos. “Bien, no estás herido. Déjame ver tu mano”. Harry extendió su mano y observó al Sr.
“Es un encantamiento de rastreo”. El hombre explicó mientras le daba palmaditas en la cabeza. Draco lo abrazó más cerca en respuesta y preguntó “¿Quién es Viktor?” Harry se giró y saludó a Viktor y a su padre. Ambos dieron un paso adelante y él les presentó a su familia.
“¡A Viktor le gusta el Quidditch tanto como a ti, Draco!”

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Draco no podía creer que Harry se hubiera perdido en su segunda cita. Culpó a Lord Black por caminar demasiado rápido. ¡El hombre actuaba como si alguien lo estuviera persiguiendo! Le dirigió otra mueca antes de volverse hacia la otra familia.
“Hola, gracias por ayudar a Harry. Mi nombre es Draco Malfoy, heredero de la familia Malfoy. También soy el prometido de Harry”. El les dijo. No dejaría que el otro chico tuviera ideas pretenciosas, especialmente cuando Harry se veía tan lindo hoy.
“Hola heredero Malfoy. Mi nombre es Viktor Krum, heredero de la familia Krum”. La familia Krum era de Bulgaria, gracias a Merlín. Probablemente nunca se verían después de hoy.
“Draco, ¿de dónde sacaste los fuegos artificiales?” Harry le preguntó. Alcanzó su bolso y lo sacudió.
“Herm me ayudó a empacar para hoy. Pensamos en todo. Incluso tomé prestados los nudillos de bronce de mamá para defenderte, cariño”. Se jactó.
“Draco, ¿sabes que los nudillos de bronce son ilegales?” Dijo su padrino. Le dio una mirada exasperada y respondió “solo en el lado muggle”. Lord Black soltó una carcajada y dijo: “También tengo un par conmigo. Eran de mi madre”. Draco los había visto. Tenían su nombre grabado en el interior con flores alrededor. Era prácticamente una tradición familiar negra recibir un par una vez que eras mayor de edad.
“¡Sirius, no lo animes!” Su padrino regañó a Lord Black.
“¡El juego está por comenzar!” Les recordó. Tomó la mano de Harry y lo condujo hacia las gradas, ignorando deliberadamente a Krum. No le gustaba lo amistoso que era con su prometido. Solo eran malos modales en este punto. Podía escuchar al locutor llamar a cada jugador de cada equipo. Mantuvo la mano de Harry y trató de concentrarse en el juego.
¡Fue inútil! Harry se veía absolutamente encantador a su lado. ¿Cómo podía apartar los ojos de él? Harry notó su mirada y le tendió un caramelo.
“¿Quieres uno Draco?” Esra tan lindo. Draco no pudo contener su suspiro de adoración. ¿A quién le importaba el Quidditch de todos modos?

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Sirius tendría que empezar a teñirse el pelo. Perder a Harry le había quitado diez años de vida. ¡Verlo caminar con otro chico había tomado otros diez años! Su ahijado iba a tener un harem a este paso. Si tan solo no fuera tan encantador. Aprobó que el pequeño Malfoy sacara a relucir sus nudillos de bronce. Había que ser firme a la hora de ahuyentar a los pretendientes. Casi hizo que Sirius lo considerara una pareja apropiada para su precioso cachorro. ¡Eso fue hasta que lo vio haciéndole ojos durante todo el juego! El chico no había visto un solo gol hecho porque estaba demasiado ocupado babeando por Harry. ¡Justo en frente de él!
“Sirius, estás pensando demasiado alto”. Severus le murmuró.
“¿Los ves? No he visto parpadear al hijo de Cissy en diez minutos”. Susurró de vuelta.
“Bueno, Harry se ve bastante lindo hoy”. Severus ni siquiera levantó la vista de su diario de pociones mientras respondía.
“¡Lo sé! Debería haberle hecho usar una manta sobre su atuendo”. Sirius siseó. Severus se inclinó hacia adelante y movió su frente.
“Es junio, se habría desmayado por un golpe de calor. Ahora deja de ser un padre helicóptero y disfruta del juego”. Sirius no sabía qué era un helicóptero pero escuchó a su amante de todos modos.
El juego finalmente había terminado y Sirius no podía esperar para acompañar a Harry de regreso a Grimmauld.
“Sirius, ¿podemos comprar helado?” preguntó Harry mientras se abanicaba la cara. No podía negarle nada a su ahijado, así que se pusieron en fila para el bocadillo frío.
“¡Hola de nuevo Harry!” Dijo el chico Krum detrás de ellos. Estaba solo.
“¡Hola Víctor! ¿Disfrutaste el juego?” Su ahijado le preguntó al otro chico.
“¡Sí! ¿Viste ese último gol? ¡Mi corazón estaba acelerado!” Krum dijo, sus manos moviéndose por la emoción.
“¡No! ¡Estaba contando cuántos caramelos se comió la persona a nuestro lado!” Harry respondió de vuelta.
“¡Harry! ¿Cómo pudiste ignorar un juego tan increíble?” Krum gimió, agarrándose el pecho.
“Pensé que el juego también era bastante aburrido, Krum. ¿Quizás te entretienes fácilmente?” Sirius estaba animando en silencio al pequeño Malfoy mientras le daba la espalda a Krum.
“¿Sí? ¿Es un crimen que pueda disfrutar de las cosas simples que ofrece la vida?” Krum respondió fácilmente. Sirius observó el rostro de Draco mientras entrecerraba los ojos. Oh no, reconoció esa mirada. Era la misma mirada que Cissy le había dado a esa chica de quinto año que invitó a salir a Lucius en su juventud. Alguien estaba a punto de arrancarse el pelo.
“¡Siguiente!” Agradeció la interrupción. Pidieron su helado para llevar y se dieron la vuelta para finalmente irse a casa.
“¡Fue un placer conocerte Viktor! ¡Buena suerte en tu cuarto año!” Harry saludó al chico Krum. Krum le hizo una reverencia elegante y dijo: “¡Yo también fui muy afortunado de conocerte, Harry! ¡Por favor, siéntete libre de escribirme, si tienes la oportunidad!” Compartió una mirada con Severus y desaparecieron antes de que Draco pudiera romperle la cara.