Deseo (1) ✔️

31| La culpa

31| La culpa

|Alexa

Mis ojos no dejaban de derramar lágrimas.

No puedo creer lo que he hecho, miré mis manos y el arma que estaba en ellas.

—¡Alexa, vamos! —sentí que gritaron detrás de mí, pero yo seguía sin reaccionar.

¿Qué hice?

—¿Qué pasa? —frente a mí vi la imagen distorsionada de Christopher.

—Yo... yo—sentía mí garganta seca y rasposa, como si hubiese tragado un puñado de arena.

—Alexa, él es un delincuente, lo que hiciste fue lo correcto—Asentí, pero todavía esa extraña sensación estaba en mi pecho.

—¡Ya vamos! —gritaron desde el otro lado de la calle.

Christopher tomó mi mano y nos alejamos de ahí. Miré por última vez el cuerpo del Cuervo que yacía tirado a un lado del descampado, un extraño escalofrío tocó la punta de mi columna.

Christopher y yo subimos a su moto, Scarlett se fue con María y Harper en su auto, Meredith subió a la motocicleta de Nicholas y Johan se fue en la suya.

Arrancamos y nos fuimos lejos de ese lugar, todos tomamos caminos diferentes por si alguien nos estuviera siguiendo.

Cerré los ojos y me permití por un momento relajarme, la cabeza estaba apunto de estallar, me ardían los ojos por el contacto con la droga, me dolían los brazos, las piernas y un terrible sentimiento de que había hecho algo malo me recorría el cuerpo. Me puse a pensar en lo que sucedió, en cómo fue que una ida a pagar una deuda terminó en una pelea y... una muerte.

Al ver a Christopher pelearse con ese hombre, los nervios se dispararon, no podía dejar que le pasara algo. Vi como el Cuervo le propinaba un golpe y corría hasta donde estaba su arma, Christopher intentó seguirlo, pero fue tarde, el Cuervo le apuntó y estuvo apunto de disparar, de no ser porque yo me adelante.

Con el arma que había robado dentro del lugar antes de escapar, disparé sin pensarlo, la bala se introdujo en su pecho saliendo por su espalda, perdiéndose en algún parte de la calle. El cuerpo del Cuervo cayó al suelo inerte, con sus ojos abiertos, vimos como debajo de él salía un hilo de sangre que corría hasta perderse en la tierra. Rodney y Joe, al ver que su jefe había caído, decidieron escapar sin mirar atrás, mientras que nosotros hicimos lo mismo.

Abrí los ojos.

Maté a ese hombre. Había asesinado a una persona.

Abracé a Christopher y enterré mi cabeza en su espalda. Sé que lo que hice estuvo bien, él era un asesino, pero no dejaba de sentirme mal. Al fin y al cabo él era un ser humano y quitarle la vida de esa manera no fue lo correcto.

Christopher manejaba sin medir la velocidad, pasaba las calles esquivando los autos yendo a... No tengo ni la menor idea, pero entre más lejos esté de este lugar, es mejor. La policía ya debió encontrar el cuerpo del narcotraficante, ya debieron ver que alguien lo asesinó, de seguro en sus mentes deben estar pensando que fue alguno de sus subordinados que lo traicionó, pero la realidad es que fue una chica de dieciséis años que jamás en su vida ha tocado una pistola y esta fue la primera vez.

El calor que emanaba el arma, la cual estaba en mi cintura, quemaba mi piel. Ese era el recuerdo de que si, lo hice, yo maté a ese hombre.

¿Y si saben que soy yo?