Deseo (1) ✔️

20| Fiesta en la hermandad (1)

20| Fiesta en la hermandad (1)

|Christopher

Miré una vez más el celular sonriendo ante los mensajes que estaban ahí. Tomé el último trago de alcohol que había en el vaso rojo y lo tiré a la basura, caminé esquivando los cuerpos sudorosos que estaban bailando por toda la casa y me acerqué hasta Johan, él estaba muy bien acompañado de dos rubias, las cuales él tenía tomadas de la cintura mientras que ellas bailaban.

—Chris, te presento a las gemelas Davis. Amelia y Amanda—él le dio la vuelta a cada una—Son estudiantes de segundo semestre de enfermería—ellas asintieron a lo que él decía, ¿acaso no hablan?—Ellas me cuidaran cuando esté enfermo, ¿verdad señoritas?

—Solo si te portas bien—dijo... No sé cual, con una estruendosa voz chillona. La otra solo asintió a lo que su hermana decía.

Mientras Johan hablaba de un partido de beer pong yo caminé hasta el barril de cerveza y agarré otro vaso para servirme un poco más.

—¿Qué dices?—preguntó él y yo lo miré dudoso—el partido, imbécil.

—Oh, si, será divertido.

Dos grupos se colocaron a cada lado de la mesa, conmigo estaba Johan, las gemelas mudas y otro más. Del otro lado, varios chicos que no conocía. Johan fue el primero en tirar la pelota, esta rebotó en el vaso, pero no entró. La siguiente le tocó a una chica que no conocía del otro equipo, ella tiró la pelota, pero no llegó ni a tocar el vaso rojo.

—Qué malos que son—dijo uno que estaba en el equipo contrario.

Yo alcé mi cerveza para darle la razón al moreno.

Mi turno tocó y agarré la pequeña pelota, sin pensarlo la tiré y esta cayó directo al vaso salpicando de la bebida que ahí había a los otros.

—¡Eso es!—Johan chocó los cinco conmigo—a beber mamaguevos.

—¿Mama... Qué?—le pregunté por la extraña palabra.

—Una palabra nueva que aprendí por ahí—él se encogió de hombros—se la escuché a una chica de mi salón y me gusto, al parecer significa "hijo de puta" pero más jodido, o algo así—Johan torció los labios y los ojos pensando si había dicho ben el significado de la palabra.

Dejé de hablar con Johan cuando el tipo del otro equipo encestó la pelota en una de nuestras bebidas, yo miré a mí amigo y este agarró el vaso para beberlo de golpe. Seguimos jugando hasta que ya no quedaron vasos en el equipo contrario, por lo cual nos declaramos ganadores de esta ronda.

Pero no quise jugar más, estaba lo suficientemente mareado como para beber otro trago más. Lo que ahora mismo necesito es ir a mear.

Caminé buscando un baño, uno donde no estuvieran follando, pero parecía imposible ¡A la mierda! Salí de la casa sintiendo el frío de la noche y caminé directo hacía los árboles que estaban al lado de esta, bajé la cremallera y saqué a Superchris.

¡Joder!

¿Hay placer más grande que mear cuando tienes muchas ganas?

Yo creo que no.

Mientras sacaba todo el líquido que había ingerido esta noche, mi vista se fue hacía la entrada de la casa. Cada vez llegaban más y más personas, no sé como esta fraternidad podía albergar a tanta gente, pero, mis ojos detectaron a tres extrañas chicas que bajaron de un auto destartalado.

Una de ellas morena, otra... O más bien otro, con unas prendas muy exageradas y ella, la pelirroja que hace unos minutos—u horas—estaba molestando. Las tres caminaron deprisa hacía el interior de la casa.