Retirada enemiga

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Abrió los ópticos, molesto se centró en aclarar la visión para reconocer al que lo volvía a hacer despertar por sus constantes gritos amenazadores. Se trataba del Rey, quien quería a toda costa frenar la batalla;

- ¡Ya despierta maldito decepticon! ¡Vas a detener esta guerra ahora mismo, arrodillarte ante mi y largarte como perdedor antes de que yo mismo decida acabarte! Si no es por Prime, tu estabas muerto en este instante. - en cuanto Megatron abrió los ópticos lo agarró por el cuello y lo mandó de cara al suelo.

Megatron soltó un gruñido, se intentó levantar pero Predaking puso el pie en su espalda evitandolo, quedó arrodillado ante él. Prime se encontraba a unos pasos del Predacon, de brazos cruzados, máscara de batalla aún puesta y con una mirada fría, por último, atrás en la pared se podía ver a Ultra Magnus.

- ¡¡¡ FRENALO YA !!! - Rugió Predaking.

- Solo con una condición...- dijo en voz baja pero cortante, no cedería sin obtener nada a cambio.

- ¡Escupe, hijo de Unicrón! - no lo soportaba, siempre había algo más.

- Prime se queda conmigo, no discutiré sobre ello.

Predaking rugió, iba a patearle el trasero pero Optimus lo frenó;

- Acepto, me quedaré contigo, solamente porque es mejor vigilarte de cerca que dejarte suelto, me quieres a mí, no la Matrix, sabes que ahora soy fuerte y no dudaré en calmar tu egoísmo, Megatron - habló seriamente.

- Si es decisión tuya, que así sea Optimus, cualquier cosa no dudes en contactarme. Tu has acudido a salvar mi reino, yo acudiré en lo que necesites, cuenta conmigo - lo miró y asintió.

- Levanta y acaba esto de una vez - Optimus lo levantó firme del hombro y se lo llevó.

Yo me encargo, en cuanto esto acabe me lo llevo de aquí. - desaparecieron por los oscuros pasillos.

Predaking se encontraba de espaldas, metido en aquella celda con rejas de energón electricamente cargado que ahora no funcionaba por su previa desactivación al liberar al decepticon, dando la espalda a un callado Magnus, pasada toda la adrenalina estaba algo cohibído, sabía que venía una dura discusión;

- Te dije que no peleases, no me desobedeciste una vez, ¡¡Si no dos!!, te puse a salvo y te escapaste... - no iba a gritar, no perdería el control pues sabía que tenía toda la razón.

Hubo silencio, Predaking seguía dandole la espalda, ninguno cedía.

- Ven aqui - habló claro el Rey.

Dudó, suspiró sin hacer ruído, se separó de la pared y fue lento hasta el enorme Predacon, se quedó detrás, esperó lo peor ...

- No eres ni capáz de darme la cara...- Él mismo se dió la vuelta para sorpresa del azúl, lo abrazó suavemente, a Magnus se le corto la respiración, abrío los ópticos. Eso, se lo esperaba menos aún.

- Tienes la spark crecida cariño, estás a mis cuidados, no quiero perder a ninguno de los dos. - acarició su casco, su mirada alta, se perdía en la pared.

Una lágrima se escapó por el metal del rostro de Magnus, Predaking era demasiado impredecible, su manera de actuar lo debilitó, sabía amar si era con el bot indicado.

- Vamos Magnus, tengo que asegurarme de que Megatron y los suyos abandonan y desaparecen de este reino. - agarró del servo al autobot y lo arrastró a paso firme para que lo siguiese.

Subieron hacía arriba y miraron por un ventanal muy grande, era cierto, Megatron se retiraba malherido acompañado de Optimus, ya no había fuego volando por lo alto, ni ruidos de choques y golpes por el metal juntandose violentamente, ni armas que se viesen levantadas dispuestas a herir o a acabar al bot de bando contrario, pero si quedó el rastro de lo que pasó, cuerpos sin vida y energon, mucho energon. Predaking calmó la luz de su spark, bajo la intensidad pues ya no estaría alerta, la guerra había cesado por fín, quedó pensativo, Megatron no le daba confianza y sentía lastima por Optimus.

Se elevó por los aires, tras saltar por el ventanal y transformarse en su modo bestia, rugío indicando el fín del horror que estaba viviendo su raza, miniciclos después femmes, younglings, sparklings y predacons viejos o enfermos salían de las guaridas y contemplaban el desastre que quedó en el reino. Ahora tenían que trabajar juntos, en cuidar los que quedaron heridos, reconstrucción de la fortaleza dañada, más la tediosa limpieza de cuerpos y energon que yacía por doquier.
El reino Predacon estaba a salvo pero severamente dañado.

Yo, ¿tu Reina?Where stories live. Discover now