Lealtad

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Los efectos del sedante fueron pasando, entre abrió los ópticos y luego pestañeo varias veces...le vinieron al procesador trozos de recuerdos de lo que había pasado antes, ¿Como había llegado a esa guarida o negocio de Lockdown? ¿Un exclavo de un Predacon? Parecía un sueño ...en cuanto distinguió que no estaba en la base se recostó de golpe.
Estaba sobre una litera 3 veces más grande que la suya, en una habitación grandisima, más grande que toda la base de Prime. Entonces se dio cuenta de que no era un sueño lo que había vivido.

Fue a la puerta con bastante agobio e intentó abrir pero obviamente le fue imposible. Estaba en una habitación de un predacon en las tierras Predacon, y para colmo era un exclavo, no podía creerlo. Intentó llamar a la base, pero tenía anulado el mecanismo...malditos Predacons.

Desde fuera escuchó como tecleaban la puerta, sintió terror. Y volvía a ver a su captor, tenia a Predaking en su cara otra vez, que horror.

- ¡Déjame salir! - Fue lo primero que le vino al procesador.

- Hola, Magnus. Tengo unas cuantas cosas que decirte. En primer lugar, no vas a salir de aquí hasta que yo lo decida, segundo vas a reconocerme como tu Rey y amo. Tercero, como exclavo mío que eres vas a hacerme todas las cosas que te pida y sin dudar, si no quieres faltar al respeto a tu Rey. Cuarto, vamos a hacerte Predacon, no físicamente claro eso sería imposible pero si actuaras y te sentirás como uno. Última cosa, quiero tener descendencia contigo.

Estaba desorbitado escuchando todo esto, su pesadilla sólo acababa de comenzar, solo pudo soltar un grito con todas sus fuerzas e intentar tumbar al Predacon para salir corriendo. Pero no podía, Predaking le devolvió otro golpe que lo sacó volando metros para atrás. No tenía fuerza, el sedante no se había ido por completo, aun estaba débil.

Predaking se acercó y lo levantó por el cuello.

- Primera norma, no atacaras a tu Rey - le habló seriamente.

- No me hables tu a mi de normas, bestia - le escupió.

Apretó más su cuello, ahogando un poco a Magnus, luego lo echó a la litera y puso un servo en el para evitar que se levantará.

- ¿Por qué me haces esto? ¿Que te he hecho yo? - le preguntó.

- Te elegí y punto, eres tu el que estás haciendo las cosas difíciles. No pretendo hacerte daño pero me lo pones difícil. Relájate - lo soltó.

Magnus se sentó, estaba muy incómodo, no haría esas cosas que le había pedido. Solo quería salir de allí.

. . . . . . .

Se encontraba todo el séquito de Predacons en la sala más grande de todo el reino, al fondo estaba el trono de Predaking, Magnus pudo distinguir que sería la sala real. Lo llevaron hasta allí encadenado por seguridad de que no escapará, no se fiaban de él más era una orden de Predaking. Allí los demás bots lo miraban, había todo tipo de expresiones, algunos se extrañaban de porque había un autobot en la corte, otros lo miraban con asco, ya que antiguamente los autobots los desterraron...
Magnus intentaba no mirarlos, miraba al suelo avergonzado de estar entre tanta bestia.

Predaking apareció y se sentó, después vino un Predacon bastante antiguo, de armadura oscura y rayada, había vivido bastantes batallas y le era muy fiel a Predaking. Algo le susurró al Rey y después se dirigió hacía Magnus. Al llegar frente a este lo llevó al medio del círculo que se había formado entre todos los que se encontraban allí.

- Ultra Magnus, el nuevo autobot que nuestro Rey ha decidido quedarse, ha de rendir lealtad a su majestad Predaking.

Esto alteró a el azulado, no iba a permitir que procedieran. Bastante coraje saco.

- ¡No! No he dado mi permiso, no voy a rendir lealtad a nadie, mi líder es Sentinel Zeta Prime y nadie más - miró con odio a Predaking.

Hubo murmullos, ahora todas las miradas eran hacía magnus, el gran Predacon respiró fuerte, no se espero una interrupción y menos viniendo de alguien tan débil como un autobot.

Predaking se levantó lentamente, levantó los brazos en señal de calma y que dejasen de hablar, cuando hubo silencio se acercó a Magnus y el Predacon de armadura oscura de apartó a un lado.

Lo agarró del cuello y presionó hacía abajo para arrodillarlo, el azul se quejó, estaba muy avergonzado más todas esas miradas en él...

- No tienes palabra aquí, ni apoyo, ni escapatoria. Eres mío, eres mi prisionero y mi exclavo y lo primero que vas a hacer ahora es reconocerme como tu amo y Rey - lo miró dominante desde su posición.

Magnus notó muy tenso el ambiente, realmente no tenía nada que hacer, iba a perder de todas formas o quizá lo matarían. Lo haría pero en su interior siempre sería Prime su líder.

- Yo...reconozco al Rey Predaking como mi ...Rey y ...amo - bajó la cabeza, no quería ver nada quería morir por dentro, su orgullo estaba herido.

Predaking le levantó, quedó unos segundos mirándolo fijamente y después le pegó un zarpazo en el chasis, Ultra Magnus cayó hacia atrás, algunas risas se escucharon. ¿Porque había hecho eso? ¿Había hecho algo mal? Se toco donde le dolía y cayó en la cuenta de que había arañado su insignia autobot, la pintura de esa zona había desaparecido también. Era como una seña de que era suyo. No le gustó para nada, volvió a mirarle de mala manera, pero se ahorraría las palabras, por su propio bien.

- ¡Llevaoslo a mis aposentos! - se dio la vuelta hacía su trono.

No tuvo tiempo para ver más, un Predacon ya lo estaba arrastrando de vuelta a la habitación de antes. Ahora sabía que estaba en la habitación del Rey.

Yo, ¿tu Reina?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora