FINAL

751 49 16
                                    

NARRA ALEX

Todas aquellas conversaciones con amigos, todos esos sermones de colegas, los reproches de sus padres, todos los problemas y enredos, todo lo malo que sucedió desde que nos conocimos, no pesan ni un gramo en comparación con todo lo que nos amamos, todo lo bonito que despertó en mí, como su presencia apago mis oscuros instintos, como me hizo creer que ser feliz y no solo a momentos es posible.

Veo como se desvanece su mirada radiante, sus ojos luminosos, su sonrisa genuina, el aroma a chocolate y coco de su cabello largo, su dulce voz, el sonido de sus carcajadas, el calor de su cuerpo.

Mi amor, no quiero una vida sin ti... ¡No!

Entreabro los ojos y la fuerte luz me deslumbra, Rebekah 

Es su nombre lo único que da vueltas en mi cabeza, me levanto de golpe y sin aire, hago a un lado las sábanas blancas... su cuerpo desnudo tendido sobre la cama me dé vuelve el alma al cuerpo, me acerco y la en vuelvo en mis brazos.

-  Mi amor...- le susurro al oído, se remueve a mi lado... se da vuelta, me abraza y deja pequeños besos en mi pecho, levanto su rostro y me mira con una sonrisa preciosa y los ojitos chinos.

- ¿Es posible ser tan feliz? - dice besando mi barbilla, mi cuello.

- Lo es, lo único que nos hace falta para ser plenos es...

- Nuestro peque. - completa la frase, me hace tan feliz que lo quiera tanto como yo.

- nunca lo vi tan feliz como cuando nos casamos...

 - Deberíamos llevarle un regalo.- dice levantando la cabeza de mi pecho y mirándome fijamente.

- ¿otro? no cariño ya tenemos demasiadas cosas para él. - se sube a horcajadas sobre mí.

- ¿estás seguro? - ríe y se inclina para besarme...- Alex... te amo.

- dígame licenciado por favor, reímos

Los últimos días de la luna de miel los pasamos en la playa, jugando, comiendo, bebiendo, bailando, haciéndonos el amor como si no hubiera un mañana, no podría pedir más en la vida, tengo una familia, mi propio hogar, profesión y un legado para mis hijos, la mujer que amo final mente esta sana y salva junto a mí.

Se acomoda en el asiento del avión, delante de nosotros va una pareja con tres niños, dos de ellos peleando e insultándose, mientras sus padres intentan separarlos y el tercero riéndose del show.

- quiero tener muchos hijos. - dice ella riendo disimuladamente, volteo a verle, le daré todos los hijos que quiera con todo el gusto del mundo.

- no debiste decir eso...

- ¿por?

- ve al baño de hombres... 

- no, no necesito ir...- me mira inocente, hasta que lo comprende.

- pero señor Mancini, ¿esto es alguna clase de fantasía sexual? - pregunta. Se levanta, arregla su vestido y se va directo a donde le dije... me levanto del asiento sereno y voy por ella.

Sr. ManciniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora