1.5K 115 2
                                    

NARRA BECK

Maldita, Maldita, Maldita sea....

- Entonces, ¿quien puede explicar esto en sus propias palabras? - pregunta, Esme levanta la mano, como siempre últimamente.

- Bueno, los contratos de asociación en participación son un sueño, por que son como trajes hechos a la medida, pero el primer paso siempre es poder identificar si la asociación en participación es tu figura ideal, porque la Asociación en Participación tiene cierta similitud con esquemas asociativos, como pudiera ser tener una sociedad, pero la gran diferencia es que la asociación en participación no tiene ni razón social ni personalidad jurídica, por lo que el asociante interviene en nombre propio.

- Excelente... así es jóvenes, espero que estén tomando apuntes, nos vemos en nuestra próxima clase.- dice... cierra el data, Esme se levanta, antes que todos ya lista con todo y sus cosas, corre al escritorio del "Licenciado" comentan algo y son los primeros en salir, sonriendo cómo un par de tontos enamorados ¡aaay! no me importa... puede ignorarme todo lo que quiera, no tiene por qué importarme, pero si merezco saber que hace aquí, por que precisamente tuvo que terminar trabajando aquí, salen todos de la clase y Lana me grita desde la puerta.

- ahora te alcanzo en la cafetería. - respondo empezando a guardar mis cosas, me siento decepcionada y furiosa, ¿es que hice tanto para nada? vendí mi departamento, me cambié de universidad... que mas tengo que hacer.

Algo vibra en el escritorio provocando un sonido chirriante, cargo mi maletin y me acerco a ver de que se trata...

- es su teléfono... - murmuró.

- si, lo olvidé. - dice haciéndome saltar para atrás del susto, lo toma y pretende irse sin decir nada más.

- oye tú...- digo, se detiene en el umbral de la puerta.- ¿por qué tuviste que venir a trabajar justo aqui? - cuestionó muriendo por dentro, pero intentando mantener la compostura.

- no sabía que no lo tenía permitido. - dice dándose la vuelta, entra de nuevo, pero no avanza mucho.

- sabes a lo que me refiero...

- No, no lo sé Rebekah, ah... espera tal vez te refieres al hecho de que en loqueciste... no me dejaste explicarte nada y simplemente desapareciste, pero no me culpes si las coincidencias de la vida me trajeron hasta aquí...

- Explicarme ¿que? no hay nada que explicar, yo puedo ser lo que quieras Alex... pero jamás seré la mujer que destruye hogares, jamás seré el motivo de un divorcio, jamás seré la otra, así que no importa por dónde lo veas tus explicaciones estan demás, por que no buscas otro lugar, yo me hice aún lado por una razón, deja de ser tan egoísta...

- ¿Egoísta? si dejar toda mi vida de lado por ti ¡me hace un puñetero egoísta! ¡BIEN! - levanta la voz y cierra la puerta detrás de él.

- vete Alex busca otro lugar para trabajar, dale a tu hijo la familia que merece. - respondo limpiandome una lagrima.- no te quiero cerca de mi.

- ¿ya no me quieres?

- eso no importa...

- no importa ¿que es lo que importa entonces?

- con tantas cosas malas que estan pasando en el mundo un par de corazones rotos que al final del día sanaran, son lo de menos...- respondo y acomodo mi maletin preparándome para huir, su presencia me perturba, no puedo estar cerca de él sin sentir cuanto lo necesito.

- a mi no me importa el mundo ahora mismo, me importas tú, solo tú...

- es por eso que eres un egoísta...- me aferro al tirante de mi bolso e intento dirigirme a la salida pero sujeta mi brazo.

- ¿Vas a decirme que ya no sientes nada por mi? dilo... dilo y desaparecere como tu lo hiciste.

- ya no siento nada por ti, tengo novio, me quiere... yo seguí con mi vida ¿¡entiendes!? - comienzo a exasperarme.

- no, por que si ya no sientes nada por mi, por que tiemblas así. - dice dejándome la cara como un tomate, tira de mi tratando de llevarme delante de él, pero mi equilibrio falla y chocó contra el pizarron... No lo hagas.

Se acerca hasta acorralarme.

- no te vez tan segura de a ver seguido con tu vida como dices. - me susurra al oído, sin reparo alguno su mano se apoya en mi cintura, ya veo por donde va esto, debí a verme puesto un vaquero... sus labios rozan mi cuello y cada milímetro de mi cuerpo se estremece.

- Alex...

- amo como mi nombre suena en tu boca Beck... no voy a creer que me olvidaste hasta que dejes de estar tan nerviosa.- musita, su mano se desliza lento por cintura hasta mi cadera y en seguida hasta mi pierna, el solo roce de sus dedos provoca una extraña explocion dentro de mi que no sentía hace algún tiempo, va metiendo su mano por debajo del vestido y en cuestión de segundos rosa mi punto débil, no tengo la fuerza ni de pedirle que pare, no tengo ni la fuera para respirar adecuadamente.

- Alex...- suplico aún que no se que es lo que estoy suplicando, presiona y mueve los dedos sobre la ropa interior,- Alex... ah.. - no puedo evitar gemir.

- me olvidaste ¿y aun así estas tan mojada? - besa mi cuello lento... podrían encontrarnos aquí, pero me importa un carajo, lo deseo.- dime... él puede hacerte sentir así. - toma mi mano y me hace girar, sin ningún cuidado alguno se pega a mi espalda haciéndome sentir su mienbro duro contra mi trasero, en vuelve una mano en mi cintura y lleva la otra hasta mis pechos, presionadolos sobre la ropa. - Dime Beck ¿ese niñato pijo puede hacerte sentir así? - besa mi cuello, mi piel se eriza más y más con el contacto de nuestros cuerpos, pero esto no está bien.

Sr. ManciniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora