Ocupada

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Entro a clase distraída, enviando mensaje tras mensaje a Lana, tenemos menos clases juntas que antes, Hamil agita la mano desde atrás del salón y me recibe junto a otras amigas del salón.

- hola. - beso su mejilla y a las demás.

- he toca entregar el trabajo, revísenlo. - voltea su computadora, lo revisamos con calma hasta que oímos un carraspeo.

- es genial, lo mejoraste mucho. - sonrió y volteo, mis mejillas enrojecen cuando veo a Alex vestido informalmente en clase, por primera vez.

- buenos días jóvenes y señoritas. - saludamos y este continua, sacó mi cuaderno para tomar apuntes y procuro mantener mi mirada clavada allí. - bueno estamos empezando un nuevo año y la verdad estoy muy complacido con ustedes siguen mejorando su rendimiento y los felicito por eso, porfavor voy a empezar a llamar a los jefes de grupo a dejar sus trabajos vale. - dice, dándose vuelta, toma asiento y abre su computador, empieza a llamar, Hamil se apresura a guardar el trabajo en el pendrive.

- Y... Beck Holland. - dice haciéndome levantar la vista de golpe, yo no soy la jefa de grupo está vez.

- no importa, llevalo tu. - susurra Hamil, tomó el pendrive y voy detrás de los demás hacia su escritorio, si importa.

- disculpe licenciado.- levanta la vista y mi corazón late como si corriera a toda velocidad. - creo que hay una equivocación, la líder de mi grupo es Hamil. - aclaro.

- aquí tengo tu nombre.- dice seco.

- debe ser un error, no puedo tomar el crédito. - respondo y sin decir nada más dejo el pendrive sobre su escritorio, doy medía vuelta y camino de regreso.

- Por qué le hablaste así, en serio no importaba. - dice ella cuando me siento.

- si que importa, el jefe de grupo siempre lleva cinco puntos mas es tu esfuerzo amiga. - sonrió.

Alex da su clase, intento prestar atención pero me cuesta cuando también lucho por no prestarle atención, la hora termina y soy la primera en salir... paso junto a la dirección para bajar al estacionamiento, sin querer chocó contra una señora haciéndole tirar su bolso.

- oh... Lo siento. - me disculpo rápido y me agachó a recoger sus cosas.

- no te preocupes, gracias. - dice tomando su bolso de vuelta.- de casualidad sabes ¿donde puedo encontrar al Licenciado Mancini?

- ¿qué? - por qué lo busca.

- El licenciado Mancini...

- ah... si, debe estar saliendo de su clase en el salón D por aquel pasillo.- señaló.

- Gracias. - dice y se va.

Siento algo malo, algo como un presentimiento de algo malo.

***

- ¡¡¡Beck!!!

- Cali... - lo abrazo y salta a mis brazos. - pequeñajo, ya me iba donde estabas. - suelto abrazándola.

- estudiando, estás viendo al mejor de la clase. - dice presumido, sacó una cajita de mi bolso y se la entrego.

- son para Abril. - susurro y le guiño un ojo, se sonroja y me abraza. - Anda ve a dárselos.- este me abraza mas fuerte y se va corriendo.

- Ya me voy Sahara.- me despido.

- vale, Becky... nos vemos mañana. - sonríe, es la fiesta de la fundación, asiento y salgo de allí directo al coche, conduzco cansada a casa, he tratado de ocuparme más para no pensar tanto en las cosas que me hieren, para no pensar en Alex, lo suficiente mente ocupada para no sentir.

Paso junto al ex departamento de Ángel, totalmente vacío.

Meto la llave en mi puerta y escucho voces y risas adentro, entró sigilosa y me encuentro a mi madre, Daniela y Alex riendo en el comedor, comiendo y viendo Ars magazine. ¡genial!

- ¿mamá?

Salta a abrazarme aún que su barriguita apenas se lo permite.

- mi niña me encontré con Alex y lo traje a casa, cocinamos...

- mamá quisiera conversar contigo un minuto... - pido.

- Beck, si no te molesta, podríamos antes hablar tu y yo...

- ¿hice mal? - pregunta mi madre.

- no mamá, tranquila. - beso su mejilla y camino a mi habitación seguida de él, Daniela se limita a observar la escena.

cierra la puerta detrás de él.

- no debí a ver venido... no le causes un disgusto a tu madre por mi culpa.- dice.

- ¿eso era todo? - preguntó.- claro, harías bien en retirarte. - me Mantengo firme aún que me arden los ojos y se me encoge el estómago.

- te amo. - murmura, niego con la cabeza, camina a mi, toma mi rostro y me besa sin pedir permiso, sin previo aviso, sin mi consentimiento. me arde el corazón pero lo empujó.

- ¿que haces?

- lo que siento...- tocan la puerta.

- Becky, cariño ya nos vamos, regresaré mañana vale, te quiero. - dice mi madre detrás de la puerta.

- vale mamá, te quiero, cuidate.- suelto...- con la voz temblorosa, se escucha los pasos y finalmente la puerta.

- sería mejor si te vas también. - suelto dándole la espalda.

- mi amor, mi vida... - susurra acercandose y abrazándome por la espalda, mi cuerpo tiembla con su contacto y no lo resisto más, terminó llorando de nuevo.

Sr. ManciniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora