En las buenas y en las malas II

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- Necesita el trasplante lo antes posible, si hay amigos, gente que la conozca y quiera ayudarle, tendrían que llamarlos a que pasen a hacerse la prueba de compatibilidad lo antes posible...

- doctor, todos nosotros ya nos hicimos la prueba, sus amigos y compañeros de trabajo también, todos... hemos buscado gente por nuestra cuenta y usted sabe que...

- me haré la prueba.- interrumpo al padre de Beck...  el medico asiente y la enfermera me pide que lo acompañe, entramos en el laboratorio y me pide que tome asiento.-¿ buscaron en las listas de compatibilidad? - pregunto mientras se pone unos guantes.

- por su puesto, hay un par de donantes que podrían ser compatibles, una mujer turca, nos comunicamos con ella pero reciente mente se caso y su esposo la quito de las listas de donantes, los padres de Rebeka viajaron a pedirles que la ayudaran, pero el hombre ni siquiera les permitió hablar con ella, el otro es un joven de veintidós años que lastimosamente sufrió un accidente de transito y ya no se lo puede considerar como un donante apto.- inserta la aguja en mi brazo y procede a sacar sangre.- usted es familiar de...

- no, no soy...- nos soy nada, como decir que soy el hombre que la ama y daría su vida por ella.- su famiiar.

- vale, le tomaran sus datos por la ventanilla del frente, después esperen el resultado en la sala de espera por favor.- pide, me pongo de pie.

- ¿que sucederá si no recibe el trasplante a tiempo?

- no piense en eso...- pide.- esperemos que todo salga bien, suelo visitarlas por las noches cuando esta internada, es una mujer fuerte, abre la puerta para que salga y Jhon este esperando fuera.

- me haré la prueba.- se dirige a la enfermera, me mira y antes de entrar.- habla con sus padres, ya salieron de verla.- me avisa.

¡joder! dios, quitame lo que sea pero no a las únicas dos personas que amo de verdad, hazme lo que quieras a mi, pero no a ellos.

- Alex.- me llama su padre al verme llegar a la sala de espera, me acerco.

- lamento presentarme así, tengo la idea de que no me quieran aquí y entiendo bien por que, pero no me iré... no hay nada que quiera mas en el mundo que a mi hijo y a su hija, yo le daría mi corazón si lo necesitara... siento mi rostro humedecerse, el padre de Beck se pone de pie y me abraza dándome palmadas en la espalda.-

- ve a verla, esta despierta, hablaremos después hijo.- dice mirándome a los ojos, se ve mucho mayor de lo que lo recordaba, mas delgado y...- es por allá.- señala la puerta de en frente, asiento y entro con cuidado.

NARRA BECK

Hace mucho que no me detenía a ver el naranja destiñéndose alrededor del sol... cuando este ya se va, es casi como si se expandiera para juntarse con otros colores y al final llegar a mezclarse por completo con la oscuridad, cierro mis ojos despacio y cada vez que los abro hay menos de ese naranja cálido y se siente un poco mas el frio en la humedad de mi rostro.

La puerta se abre despacio, procuro mantener mi vista en la ventana, no quiero que papá me vea llorar de nuevo...

- Beck...

- no...- volteo a verlo incrédula, ella me lo prometió.- no.- susurro, camina despacio hasta llegar al pie de la cama, quiero ser fuerte pero teniéndolo cerca, teniéndolo frente a mi, me desmorono, se sienta al borde de la cama y toma mi mano con delicadeza, baja la cabeza cerrando los ojos con fuerza, trae la camisa arrugada y el cabello despeinado.





Sr. ManciniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora