Sr. Mancini

TODO PERECE Y SOLO EL BIEN PERMANECE

Los resultados evidentemente fueron positivos, todos rezaron para ello porque ya no quedaba tiempo, a primera hora tanto donante como la receptora de medula fueron ingresados a quirófano, Beck insistía en ir por su propio pie... se encontraba con una vibra o energía tan renovada, hasta parecía que no necesitaba aquella cirugía. 

Pero según los estudios estaba empeorando a una velocidad impresionante... mientras eran preparados para la cirugía el medico de Beck desanimado por una disputa en la que se encontró poco antes con sus colegas porque les parecía inútil realizar el trasplante, se apersono a hablar con la familia, entre los cuales se encontraba James.

- quiero ser honesto con ustedes, como médicos haremos siempre todo lo que este en nuestras manos para hacer bien nuestro trabajo, pero ustedes no son ajenos a mi.- el era primo de la madre de Beck.- ella presenta desde ayer lo que nosotros conocemos como lucidez terminal, a empeorado drásticamente en los últimos días, ustedes lo presenciaron... Llegó al punto en que ya no podía comer, bañarse ni vestirse sola al avanzar la enfermedad apenas recibía a alguien... de la nada, comenzó a hablar con su madre, se acordaba de cosas que le sucedieron cuando apenas tenía un par de años, ella siempre tuvo una personalidad muy fuerte, pero estaba perdiendo su esencia. Y, en los últimos días, volvió.

- que quieres decir, ella esta optimista, se sentía bien, termino consolándome a mí con mucho cariño, dijo que todo estaría bien...- interrumpe el padre de Beck exaltado con los ojos llorosos.

-Ha habido términos de diferentes idiomas y épocas para describir este mismo fenómeno inexplicable hasta hoy para la ciencia, mejora de la muerte, último adiós, iluminación antes de la muerte, pero es nada más eso un fenómeno, entrare al quirófano de la mano de dios, porque a este punto depende más de el que de nosotros, en el estado en el que se encuentra es una cirugía de alto riesgo.- James se para enfurecido y toma al doctor por el cuello de su bata, mide alrededor de 10 o 15 cm más alto que el, mucho más fornido, se notaba en el rostro lo cabreado que estaba de escucharlo, el medico temblaba ante tanta intimidación.

- pero que diablos te sucede, vienes aquí con toda tu negatividad, eres médico, los doctores no van de la mano de dios, es mas no creen en dios, ni en nada más que la ciencia así que entra ahí a mano de tus puñeteros conocimientos, has el maldito trasplante y sálvala...- escupió con rabia soltando el agarre de golpe, los padres de Beck se abrazaron desconsolados, igual que Daniela y John.

- están listos. - dijo la enfermera cuando los ojos de Beck se terminaban de cerrar...

- te vez preciosa.- dijo Alex cerrando la puerta detrás de él, Beck llevaba puesto un vestido beige en tela de seda que remarcaba su delicada figura, la habitación se encontraba iluminada únicamente por la luna llena.

- gracias licenciado.- murmuro ella sonrojada...

- ¿intentas seducirme en el hospital? - la molesta.

- es una fantasía que no tenia, pero ya pase el tiempo suficiente aquí para que me nazca la curiosidad.

Camino sereno y firme hasta ella, aparto su cabello rizado de su cuello y dejo un pequeño beso en el...- hueles tan bien como siempre, es el propio aroma de tu cuerpo, es tan dulce y frágil.

Ella lo observaba con los ojos grandes y brillantes... subió los brazos hasta en volverlos en su cuello y atraerlo hacia ella, juntaron sus labios mientras por la mente de Beck rondaban los recuerdos de todo lo que vivieron.

- Beck, quisiera tener palabras para explicar lo mucho que te amo, desde la primera vez que te vi, en principio sentí que lo que sentía por ti no era correcto, pero no todo debe ser visto con morbosidad, me enamoraste con la luz que irradia tu ser, si tuviera la oportunidad de vivir una larga vida, la viviría solo si pudiera compartirla contigo. - le susurro el al oído.- si tu no estas yo...- ella lo calla con un beso y le susurra contra los labios.

- todo va a estar bien,,,

juntaron sus labios en un beso tan apasionado y que parecía que era uno solo, Alex la cargo y recostó con cuidado en la cama... no quería lastimarla se le notaba en el rostro lo dudoso que se sentía.

- te necesito. - musito ella tirando de él, soltó una pequeña sonrisa, sus manos la recorrieron con delicadeza y a la vez con deseo...- te amo. - soltaron ambos antes de entregarse uno al otro, nada dura para siempre pero el amor que se tuvieron permanecería en sus mentes y corazones por toda la eternidad o por lo menos en la mente y el corazón de alguno de ellos.