Promesas

1.4K 100 7
                                    

- abre la puerta Beck...

- No...

- vamos, hace frio aquí a fuera.

- la abriré cuando te vayas...

- abrela, solo hablaremos

- a si y tu que piensas, ¿que nací ayer?

- Mi amor, estas exagerando solo hablaremos...

- No quiero hablar, tu lo que buscas es un poco de rasca y gana a ver si consigues el premio. - suelto soltandome de su agarre este me mira incrédulo y cuando pienso que podría soltar a discutir, se tira a reír... Se acerca de nuevo e intenta tomar mi rostro, me apartó, tengo un dolor de espalda por el frío que siento que me parto en dos.

- ¿por qué no te rindes? sabes... me parese que entre tu matrimonio y tu noviazgo tienes ya bastante que resolver, ¿que piensas? que vaz a poder con una amante también, por que eso es lo que llegaría a ser yo verdad...

- Beck ¿podemos hablarlo adentro como adultos? - me pide. - mira como estas temblando. - dice intentando pasar su mano por mi hombro desnudo, siento un cosquilleo al contacto con su mano fría.

- vale, pero como intentes algo más...

- vale, vale... si me paso de listo has lo que quieras conmigo, destrozame, armame, desarmame yo estoy a tu disposición. - dice mirándome a los ojos.

¿Realmente voy a rendirme? Es que esos ojos me desnudan hasta el alma, intento abrir mi bolso pero se me cae de las manos, este lo levanta y me lo entrega ¿por que demonios esta tan relajado? debe pensar que voy a caer redondita en sus mentiras, pero ya no más... Entramos y cierra la puerta detrás de mí.

¡No! Este es el mismo hombre que me dejó tirada en un baño para irse a darle explicaciones a su novia.

- Mi amor...- me susurra al oído, su voz ligeramente ronca me pone, ¡ay! santo cielo como me pone.

- se que no eres adivino, pero no es difícil de darse cuenta, me estoy cansando de todo esto... ¿Quien es esa chica? Parece una adolescente ¿Que pasa con Katherin? ¿Que pasa con nosotros? - toma mi mano y me lleva al sofá, me ayuda a sentarme y a acomodar mi vestido, se sienta frente a mi.

- comencemos por Katherin, íbamos a divirciarnos... Lo concidere después de que ella insistiera mucho por ti, por mi, no hay nada que yo desee mas que estar contigo pero me tuve que negar, le queda poco tiempo y si seguimos casados cuando ella ya no esté, será más sencillo que la custodia de mi hijo sea solo mía, su madre podría en loquecer y querer quitármelo o cualquier cosa podría pasar... se que es todo muy complicado y que te dejo a ti en medio de todo solo por que te amo, pero creo que nuestro amor lo vale ¿tu no lo crees así? - dice intentando mantener su mirada en mi. - esa chica no es nadie importante, es mi alumna en la universidad, nunca pensé en salir con ella, ella claramente se hacia ideas, pero nunca le di pie a ello, pase todos estos años esperándote inconscientemente, cuando fuimos a la playa me sentí impotente, creí a verte perdido, estabas decidida a casarte y me rendí, en medio de mi dolor y locura, caí... Nos encontramos en un bar, una cosa llevo a la otra y tras algunos días de aguantar sus incinuaciones y exigencias tome en cuanta el que ella quería una relación y yo... Yo solo quería olvidar...

- la usaste. - murmuró, siento náuseas de solo escuchar tanto enredo, solo de ver que hay lados de Alex que no conozco, he pensado muchas cosas de él, pero saber que es capas de esta clase de cosas me sorprende y asusta a la vez, se pone de pie y se sienta junto a mi, levanta mi rostro y me mira fijamente, hay un destello de seguridad en el, pero uno mas grande de miedo.

- no voy a decirte que no... Así fue, pero ya se acabó, ella no es una niña, tiene tu edad y sabía perfectamente en lo que se estaba metiendo, se acabó lo prometo... Lo único que quiero en la vida es acabar con toda esta mierda y poder hacer mi vida contigo.- dice dejando caer su mano sobre mi brazo. - estas congelandote.- dice poniéndose de pie, se quita el saco y lo pasa alrededor de mis hombros.- mi amor, dime algo. - pide poniéndose de cucliyas frente a mi. - ya no soporto mas esta distancia, te necesito. - dice acariciando mis manos. - ¿que tengo que hacer? Solo dime... Me arrodillare ante ti y suplicare tu perdón si es necesario, solo dime...

- que dices, solo quiero que me prometas que se acabo, no mas enredos, no mas mentiras, haremos las cosas bien, pero a la más mínima mentira, se acabó, no voy a seguir dando vueltas en este círculo. - traga grueso.

- lo prometo, mi amor... Haré lo que sea para que estemos bien, haré...

- Callate y bésame. - ordenó, sonríe ligeramente sus labios saben a champán, quiero embriagarme en ellos, un poco más, y un poco más, sigue siendo insuficiente, se inclina sobre mi, recostandome en el sofá, me deja los labios. Me mira a los ojos, por poco y puedo oír lo que piensa, sonrió y obtiene mi aprobación, me levanta y carga en sus brazos río y aferrandome a su cuello me adueñó de sus besos, juego con el mordiendo su labio inferior ligeramente, llegamos arriba. - es la última puerta. - le susurro al oído, rozo mis labios con el lóbulo de su oído y juego con el, siento los latidos de su corazón desenfrenados, me recuerda sobre la cama y se quita la camisa tan rápido como puede, apoya sus rodillas en el borde de la cama y besa mis piernas.

- me has hecho tanta falta. - dice.

- y tu a mi, mi amor...- susurro encongiendome ante la sensación que me causa el contanto de sus labios con mi piel, gruñe y levanta la vista...

- lo siento. - dice y sin mas toma el vestido por los lados sueltos de la aventura y tira tan fuerte que se abre por completo.

- ¡Alex! - chillo. - era un Vera wang. - musito, este ríe fijando su vista en mis senos desnudos, se quita el cinturón y se deja la bragueta abierta.

- te conseguiré diez veras lo que sean. - besa mi abdomen. - hummm. - los ruidos que salen de él mientras recorre mi cuerpo me ponen tanto que siento que si se tarda un poco más, tendré que hacérmelo yo misma, llega a mi boca y me besa desesperado, loco... Cón una de sus mano baja mi ropa interior, pero se esfuerza por no dejar de besarme.

Siento la punta de mienbro rozar mi punto débil.- haa. - gimo y arqueo mi espalda involuntariamente, juega con migo rozandome con su voluminosidad de arriba hacia abajo, me renuevo debajo suyo temblando de placer.

- Alex...

- tranquila mi amor, tenemos toda la noche. - dice besando mi cuello.

- No, no... Yo te necesito ahora. - suplico, intentando que suba un poco más, se agacha un poco y juguetea con su boca besando y mordisquiando mis pesones.

- Alex. - suplico y finalmente entra lento, dejándome sin aliento, empieza a balancearse de adentro hacia fuera subiendo el ritmo de sus movimientos, haciéndome delirar, grito en cada embestida.

No recordaba cuanto lo necesitaba.

Sr. ManciniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora