Lady Killer II .- Perfeccionando a la Asesina

Trampa.

".- Saldré de mi posición y te atraparé-." Ofreció Damon, sonaba preocupado.

.- No, no lograrás parar mi caída y saldremos heridos los dos-.

".- No importa-." Respondió.

.- Quédate donde estás, es una orden Damon-. Pedí.- Bástian, te pido que lo detengas-.

".- Pero...-."

.- Esa es una orden también-.

Si iba a salir lastimada nadie más lo haría. El suelo se acercaba cada vez más y entonces tuve una idea. Cambié de forma para poder realizar la idea loca que tenía en mente. En la azotea de todos los edificios había un enorme contenedor de agua, los hice estallar y llamé al agua a mi encuentro.

Formé una capsula de agua a mi alrededor y congelé la mayoría de agua, dejando solo el centro el agua en su forma líquida, de manera que sirviera como un colchón ante mi inminente caída. Y por si fuera poco, coloqué un escudo de energía al rededor de la esfera de hielo donde me encontraba.

No pude evitar notar la coloración roja del agua que entraba en contacto con mi cuerpo; tenía múltiples heridas en el cuerpo.

".- Sobrevivirás-." Dijo Mark.

.- Lo haré-. Dije con un poco de confianza.

".- Quince metros-." Dijo Jaziel y justo cuando terminó de decirlo, sentí el impacto de mi caída contra el piso.

A pesar de todas las barreras que había puesto como seguridad, el impacto contra el piso fue desgarrador; escuché el estruendo del suelo al resquebrajarse del impacto, mi escudo de energía casi no sirvió y la esfera de hielo se estrelló y se hizo añicos. Cuando toqué el suelo, el impacto me sacó el aire de golpe.

Me puse de pie a tiempo de esquivar un latigazo.

Bien, mi caída había llamado mucho la atención.

.- Es hora del plan B, rápido y conciso-. Pedí.

Estaba rodeada por muchos hombres que al instante cambiaron su aspecto y mostraron su lado animal.

También escuché el salto de algunos otros que salían de los edificios; esos debían ser los chicos. Al menos eso esperaba.

Al instante, una lluvia de ataques me rodeo, los hombres no preguntaron razón, se limitaron a atacarme con todo lo que tenían. A pesar que había perdido mucha sangre, y que estaba en clara desventaja, pude deshacerme de cinco de ellos sin un solo rasguño.

Entonces, se empezaron a dispersar; los demás habían llegado.

Y pareciera que estábamos en el mismísimo Armagedón. Había gritos por doquier, y estábamos ganando.

Entonces, Damon salió de la nada y aterrizó justo a mi lado; y ambos éramos excelentes en nuestro trabajo. Él se veía bestial mientras asesinaba a toda alma viviente que se le cruzara en su camino, desgarraba sus cuerpos y los lanzaba por el cielo haciendo todo un espectáculo.

Yo rebanaba a todos los que se ponían en mi camino, o los golpeaba con mis shukos sin darles siquiera una oportunidad.

Su número fue disminuyendo con rapidez, y gracias al cielo nosotros no sufríamos bajas hasta el momento.

La lucha se estaba haciendo eterna, no había manera de terminar con ellos, pareciera que seguían y seguían saliendo de algún lado.

".- Mierda, esto me está agotando-." Dijo Mateo.

".- Es cierto, son demasiados-." Secundó Peter.

".- Tengo un plan-." Dijo Mark "-.Aunque no les gustará-." Estaba sin aliento también.