Capítulo Veintisiete.

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Una hora más tarde y después de casi sacar humo de su cerebro, Jimin y Tae caminan a paso rápido hacia la oficina de Jeon Jungkook, quien anhela la cercanía del pequeño castaño para estrecharlo entre sus brazos.

Toc toc

—Adelante –sentado en el pequeño sofá de la oficina, Jk se acomoda viendo impacientemennte hacia la puerta la cual se abre de una manera muy brusca antes de dejar ver a un pequeño rubio seguido del castaño. Jeon frunce el ceño —¿Qué pasa, jóvenes? –tomando el papel de profesor, Jeon se levanta del sofá encaminandose hacia su escritorio.

—No es necesario ocultarse, profesor –le dice Jimin antes de tomar asiento en el sofá. Por la expresión, Jeon sabe que se trata de algo muy serio.

Taehyung ante la mirada confundida del mayor, se dirige hacia este pasando sus delgados brazos por el torso y esconde la cabeza en su pecho. Jeon, sintiendose más calmado, se permite abrazar de vuelta al menor, dejándose deleitar por el dulce olor del chico entre sus brazos.

—¿Qué pasa, mi amor?

—Yoongi...

—¿Qué pasa con él? –pregunta mirando hacia el rubio quien se veía un poco consternado —¿Jóven Park?

Asintiendo con nerviosismo, Jimin traga saliva antes de mirarle a los ojos —Y-Yoongi sabe de ustedes, profesor.

Taehyung siente al pelinegro tensarse entre sus brazos, su agarre en su cintura se hace más fuerte y su pecho se eleva con respiraciones pesadas. Mordiendo su labio inferior, levanta la cabeza enfrentando al mayor, quien le mira de una manera muy seria.

—Amor... –tienta un poco, recibiendo un pequeño apretón de cintura y un pequeño beso en la frente.

—No te preocupes... No se preocupen.

Después de ello, el silencio en la oficina se hace un poco eterno e incómodo. Jimin desde su lugar -en la orilla del sofá- observa con atención como el profesor más temido se convierte en una persona totalmente diferente entre los brazos de su mejor amigo, sorprendiendolo por completo.

Cuando entró a esa oficina sus nervios estaban a explotar, temía a cómo su profesor reaccionara ante tal acontecimiento. Se veía siendo regañado de maneras inimaginables, viendo a su amigo llorar por recibir tal regaño por parte de su amor, así como también se veía a él siendo expulsado.

Algo extremo a decir verdad.

Pero ante cualquier pronóstico, ahí estaban, su mejor amigo entre los fuertes brazos del profesor Jeon al mismo tiempo que este reparte pequeño besos en la frente y coronilla del castaño. Él por su parte, sigue sentado en el sofá esperando una posible solución por parte de Jeon.

Lamiendo sus labios, se levanta del sofá y se encamina lentamente hacia los otros dos.

—Pro-profesor –sin dejar de presionar sus labios en la frente del menor, Jeon levanta la mirada y la dirige hacia el pequeño rubio. Levanta una ceja —¿Hay- hay alguna solución para esto?

Sin pensarlo mucho, Jungkook asiente. Le da un poco de lastima ver de esa forma al alegre rubio, pues sus ojitos brillaban de tanto retener el llanto, sus labios abultados se encontraban lastimados de tanto que los mordisqueaba y el temblor en sus manos era inevitable de ver.

Tenía que ayudarlo, y no solo por el bienestar de él y su pequeño, sino también por sacar de esa relación al pequeño rubio, pues gracias a las innumerables veces que observaba a Tae cuando estaban en descanso de las clases, notaba como la sonrisa de Jimin desaparecía cuando Yoongi hacia presencia. 

Eso y de que Tae se ha encargado de contarle cuánto le desagrada el pelimenta.

Aun teniendo al castaño en sus brazos, Jeon extiende un brazo hacia el rubio y espera pacientemente a que este tome de su mano antes de darle un apretón a la regordeta mano y sonreírle apretadamente.

—Yo me encargo, pequeños.

—Yo me encargo, pequeños

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-AnnieLsTk.

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Tigrecito || KooktaeTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon