Capítulo Treinta y seis.

288 30 2
                                    

Dos semanas.

Habían pasado dos semanas desde la última vez que Jimin vio a Yoongi. Dos semanas desde que él estaba internado en un hospital privado haciéndose pasar por hijo de Jeon.

Lo último que recuerda era sentir mucho miedo ante Min antes de que este le hiciera resbalar y caer de picada por las escaleras. Después de ello, tres días según el doctor, había abierto los ojos en presencia de Tae y Jeon, quienes no dudaron en llamar al personal para que lo atendiera lo más rápido posible.

Durante el tiempo que seguía en revisión, Tae no le ha querido dar detalle de cómo se enteró de aquel accidente, por lo que, cuando pregunta, el castaño le responde con un simple:

-Para que te atiendan sin la supervisión de tus padres, Jungkookie se ha estado haciendo pasar por tu papá.

No le molesta. En absoluto, solo que sí le genera cierta incertidumbre saber acerca de sus padres y de Min, desde luego.

¿Dónde estarán?
¿No se extrañaran de que no he estado en casa?
¿Ni siquiera una llamada?

Con semblante triste, Jimin se sienta en la cómoda camilla antes de mirar hacia la gran ventana y fijar su vista hacia el exterior. Un hermoso día había llegado, con ello, los fuertes rayos de luz alumbraban la habitación y los lejanos cántaros de las aves se hacían escuchar.

Eran las siete de la mañana, por lo que alcanzó a ver en el reloj pegado en la pared, así que no le sorprendía ver en el gran sofá de la habitación, profundamente dormido a su mejor amigo sobre el gran cuerpo de su profesor, quien lo abrazaba protectoramente y fruncia el ceño cada tanto.

Se le hizo tierno.

Soltando un respiro profundo, Jimin se quita las sábanas de encima y hace el intento de levantarse cuando las ganas de ir al baño ya no son soportables. Trata de ser silencioso, sin embargo cuando intenta ponerse las pantunflas grises que el hospital le ofrecían, siente una leve presencia detrás de sí antes de que un fuerte brazo y un fornido pecho le hacen sustento para permanecer de pie.

-¡Oh! -exalta cuando se topa con la mirada somnolienta de su profesor -No quería despertarlos, una disculpa.

-Tae sigue durmiendo y yo soy de sueño ligero, así que no te preocupes -si de por sí la voz de Jeon le causa escalofríos, escucharlo recién despierto hacen que todos sus vellos se ericen de inmediato.

-Gr-gracias, solo iba al baño -murmura mientras es guiado por el mayor hacia el cuarto de baño, donde abre la puerta y lo deja frente al retrete antes de acariciar su hombro y salir de ahí con un suave cierre de puerta. Jimin sonríe antes de iniciar sus necesidades.

Le impresiona de manera inmensa el gran cambio de perspectiva que habia tenido a su profesor de literatura. Ya no le mete, ahora le tiene mucho respeto y gran agradecimiento por hacer feliz a su amigo, por todo el apoyo que le ha dado desde que se enteró de su (si se puede llamar aún así) relación con Yoongi y ahora con este accidente.

Presionando del botón para descargar los desechos, Jimin se encamina hacia el lavabo donde se mira frente al espejo y nota la venda alrededor de cabeza. La toca sintiendo la tela suave antes de tragar duro y mirarse fijamente. Suspira cuando nota lo cuan ojeroso y pálido que se ve, lo peor de todo es que no se reconoce. No veía ese brillo de la cual se caracterizaba, solo una ausente presencia sombría.

Quiere llorar.

Y lo hace.

Dos lágrimas caen sobre sus ahuecada mejillas antes de que la puerta se abra de golpe e interrumpa su ballata interna.

Mira a través del espejo el semblante preocupado de su mejor amigo, quien con los cabellos revueltos y ojos hinchados, se lanzan a abrazarlo y decirle que todo estará bien.

Al principio no entiende del todo, pero cuando siente las frías manos de su amigo limpiar las innumerables lágrimas en sus mejillas, sabe que no aguanta más no le queda de otra que resignarse entre los brazos acogedores de su amigo.

Oye a Jeon murmurar algo y a Tae responderle antes de ser guiado nuevamente a la habitación y sentarlo en la camilla. Tae sentado a su izquierda y Jeon en el derecho.

Cuando menos lo espera, dos pares de brazos lo aprisionan con mucho cariño, uno mas fuerte que el otro, pero ahí está presente ese sentimiento.

Y llora más.

Llora todo lo que tenía guardado en su interior. Llora de tristeza, frustración, miedo, alivio pero sobre todo, de felicidad y libertad.

Y sin ninguna palabra dicha por nadie, algo le dice que Yoongi ya no estará ahí atormentar sus días, tarde y noches, y eso hace que, entre lágrimas y los abrazos de ambos hombres, sonría. Sonrisa que se hace mucho más grande al presenciar, en medio de la gran ventana, aquella mariposa café que bien sabe de quién se trata.

-Gracias... Muchas gracias -le dice a la pequeña quien revolotea felizmente sus alas antes de emprender vuelo y desaparecer en el aire a la vista de Park.

-No tienes nada que agradecer -logra escuchar la voz entrecortada de su mejor amigo. Soltando una risa nasal, abraza con más fuerza los brazos que lo aprisionan en un cálido brazo.

Y por fin, después de mucho, se siente a salvo.

-4 A partir de aquí, los saltos en el tiempo serán notorios, así que ojito kekeke

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


-4
A partir de aquí, los saltos en el tiempo serán notorios, así que ojito kekeke.


-AnnieLsTk.

Tigrecito || KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora