Capítulo 45 Cambio

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Alex

Después de un intenso día de clases, caigo en la cama rendido sin ganas de hacer nada, las clases son las mas aburridas que he visto en mi vida pero para lo que quiero hacer necesito estudiar aquí ya que es la única universidad de Cadaqués. Mientras descanso mis ojos del cansancio, veo como una visión se apodera de mi pensamiento repentinamente, la figura de Eyén hace que mi corazón se acelere sin control al verla frente a mi. Veo como mi mente me recuerda la imagen de Eyén en la cama del hospital, ese momento en el que mi vida cambio y perdí al amor de mi vida por no pensar y ser un gilipollas, en el momento en que la vi en aquella habitación fría y oscura atemorizada ante una pistola, los golpes en sus mejillas rosadas, me sentí tan culpable de no haberla podido proteger que decidí alejarme de ella y no volver a hacerle daño olvidando que ella me podría necesitar en aquel momento tan trágico. Me arrepiento ,pues si, pero no puedo retroceder y cambiar todo lo que hice en ese momento, ojalá pudiera hacerlo. Me despierto de la misma ansiedad de no poder tenerla junto a mi, de darme cuenta que solo había sido un sueño, siento como que no tengo a nadie a mi lado, solo a mi hermana porque mi tía no me hace caso pero lo que más duele es pensar que no la voy a poder tener nunca más junto a mi.

Le escribo a Ethan para ver si tiene refresco o para comprarlos antes de ir pero... se ve que lo tiene ya todo preparado. Al llegar a la casa, veo a todo el instituto en la casa ¿qué hace tanta gente aquí? ¿no éramos solo los dos y las chicas?

Me adentro en la casa en busca de Ethan, no entiendo nada, la gente bailan pegados uno al otro mientras se escuchan diferentes ritmos de músicas y canciones. Tras cinco minutos de búsqueda, veo como viene hacia mi con un chico alto moreno y un cuerpo perfecto agarrado a Eyén, mi corazón se rompe en pedazos al verlos juntos, mis ganas de llorar inunda mi cuerpo pero me controlo porque al final me lo merezco por el daño que le causé. Al verla los recuerdos en la cala aquella noche aparecen en mi mente fugazmente, los dos tumbados mirando las estrellas, el miedo de que el momento no fuera real y me despertase de aquel sueño se apoderaba de mi. Me quedo paralizado contemplándolos a los dos pero noto como Eyén me mira de reojo para que no me de cuenta de que me está mirando y aparece una gran sonrisa en su rostro al mirarle a los ojos de aquel chico, pero yo sé que no es capaz de mirarlo como me mira a mi porque sigue enamorada de mi como yo de ella.

Siento que la he perdido para siempre y todo a sido por mi culpa, de nadie más.

El mar con nosotros imbécil (disponible libro físico en Amazon)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ