Capítulo 5 La presentación

45 3 0
                                    

Eyén

Llegamos a la parada, nos bajamos del autobús y me quedo enamorada de este lugar, el paseo marítimo se encuentra lleno de gente ya que las vistas de los atardeceres son las mejores que recomiendan el pueblo. Mientras me hago fotos para instagram y disfruto del precioso atardecer, voy siguiendo a Daila ya que ella sabe en qué lugar están sus amigos. Estoy muy nerviosa por la situación ya que no sé cómo son sus amigos y no estoy acostumbrada a hablar con gente que no sea de mi entorno familiar o con Sabrina, una chica del club de lectura de mi antiguo instituto.

-Tía no estés así de nerviosa, te van a tratar bien además estás conmigo no van a decirte nada -me dice como si me hubiese notado que estaba nerviosa.

-Estoy bien, tranquila -comento insegura de tal afirmación.

Después de un rato andando por el paseo, hemos llegado a un parque donde hay un grupo de jóvenes con la música alta y botellas de alcohol por todos lados (supongo que serán sus amigos). Son todos de la misma forma que Daila, de estilos diferentes al mío sin duda alguna. Cuando llegamos a los bancos del parque, empiezan a saludarla muy felices pero sin embargo yo me quedo mirando a todos un poco incómoda.

-Chicos, os presento a mi amiga Eyén, acaba de mudarse y no conoce a nadie, así que se vendrá con nosotros- anuncia Daila haciendo que la vergüenza se apodere de mí.

Veo como vienen los chicos a saludarme sintiendo como tarde o temprano mis piernas van a caer de los nervios.

-Hola soy Ethan, encantado de conocerte - saluda un chico alto apuesto que fijo es el tipo que desea todas las chicas del pueblo.

Al rato, después de haber hablado con todos me doy cuenta de que hay un chico sentado en el banco mirándome sin apartar la vista de mí ¿quién es ese chico que me está mirando?, rubio con los ojos verdes y tatuajes por todo su musculoso cuerpo ¡Hay que decir que es muy guapo!

Ya son las ocho de la tarde, en media hora tenemos que coger el autobús y no encuentro a Daila por ningún lado. Encima mi madre llamándome histérica para que volviera ya a casa ¡no sé qué hacer ahora mismo! Sin duda me acabo de meter en un buen lio.

Voy hacia la entrada del parque ya que los amigos de Daila me han dicho que Daila está con Ethan en la entrada, pero me quedo sorprendida ya que al lado de la entrada veo al chico misterioso esperando a Ethan (es su mejor amigo). Cuando paso por delante suya escucho su voz grave dirigiéndose a mí de forma burlona.

-Encantado "pijita" -dice vacilándome pero capto su intención de molestarme.

Se me tensa todo el cuerpo al escuchar esa palabra. Lo detesto ya que no me veo así, voy normal no como algunos de aquí que parecen que no han pisado un centro comercial en su vida. Me giro y no puedo evitar contestarle a tal burrada.

-¿Perdona? ¿Por qué me llamas así? -pregunto cabreada.

-Aish! se ha molestado la "pijita", yo solo estaba presentándome, soy Alex -responde alzándome la mano para que lo saludara pero no iba a caer en su inútil juego.

-¿Eres un imbécil, a que si? -suelto esperando la respuesta.

-Pijita...- dice acercándose a mí.

-¡Imbécil!-exclamo mientras voy hacia la entrada en busca de Daila si no quiero ser asesinada por mi angélica madre.

Cuando llego a la puerta del parque, Daila esta hablando con Ethan (se ve que tienen algo por ahí). Pero cuando me ven vienen hacia mí y el chico misterioso aparece detrás mía haciendo que me sobresalte.

-Daila tenemos que coger el autobús, no vamos a llegar ¡vámonos por favor! -informo de la situación ya que parece que se ha olvidado de la hora.

-Tenía pensado quedarme un poco más, pero no te voy a dejar sola Eyi -responde Daila mientras toca mi hombro izquierdo.

-Tranquila Daila, la llevo yo a casa-dice Alex poniéndome nerviosa.

-Gracias Alex, por cierto, él es Alex y ella es...-antes de que Daila continuase Alex salta.

-Ella es pijita- dice soltando una carcajada.

-¡Que pesado!-comento mirando a Daila.

-Perdón pijita (de verdad que pesado)

-Ya veo que se conocen muy bien -salta Daila al ver la alta tensión entre nosotros dos.

Me despido de Daila y Ethan y nos dirigimos a hacia su coche. Es el momento más tenso que he vivido en mi vida, nunca me había acompañado ningún chico a mi casa y menos en coche ya que no tenía amigos ni novio. Suena un poco triste en esta perspectiva, pero nunca me ha importado lo que piensen los demás.

El mar con nosotros imbécil (disponible libro físico en Amazon)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora