Capítulo 9 Playa

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Eyén

Suena el despertador y me levanto como mi cuerpo me lo permite a estas horas, me pongo un bikini celeste con un vestido de hilo blanco pegado de playa ¡es hermoso! finalmente me hago una trenza ya que con el mar se me pone el pelo super maltratado de la sal.

Estoy en el jardín terminando de desayunar tranquilamente cuando escucho el timbre de la puerta, voy hacia la cocina para saludar a Daila cuando la veo junto a mi madre venir hacia mi hablando.

-Buenos días hija -dice mi madre mientras va a prepararse su café caliente de todas las mañanas.

-Buenos días Eyi -repite Daila con una gran sonrisa al verme.

-Buenos días Daila, cojo el bolso con mis cosas y nos vamos, no tardo nada -digo mientras subo las escaleras rápidamente.

No sé si os habréis dado cuenta, que supongo que si, pero siempre soy la que llego tarde a todos lados y me tienen que esperar. Si alguna vez llego a tiempo a algo, va a ser muy raro.

-Hija ¿ quién os va a llevar?- pregunta mi madre mientras lee la revista de hoy.

-Nos va a llevar la madre de Daila mamá, luego nos vemos cuando llegue-digo caminando hacia la puerta.

-Tened cuidado y cualquier cosa que necesitéis me hablas -dice preocupada ya que nunca había salido con amigos siendo la primera vez que me ve salir acompañada.

-Tranquila mamá, yo te hablo si pasa algo, venga vámonos Daila.

-Que lo paséis bien chicas -dice mi madre despidiéndonos desde la puerta.

La madre de Daila nos espera metida en el coche, metemos los bolsos en el maletero y nos vamos para la playa, los amigos de ella ya están allí esperándonos.

Llegamos a una zona de la playa donde hay varias sombrillas clavadas en la arena, al llegar nos saludan Ethan, Leo y Mau (un chico del grupo de Daila que lo conocí el otro día en el parque y con quien estuve hablando un poco) Pero...y ¿Alex? ¿ donde está? Haber me da igual pero me dijo Daila que vendría y no está con ellos, me parece super raro. Después de saludar a todos, ponemos las toallas en el suelo y me quito el vestido de hilo junto a mi cosas, Daila me copia y se va al agua con Ethan, sin embargo, yo me voy a quedar un ratito hablando con Mau.

-Y... ¿tienes algo por ahí? -salta Mau de repente haciendo que me impresione su pregunta- de relación amorosa me refiero.

-No...yo -iba a responder cuando de inmediato Mau me interrumpe captando mi atención.

-Mira quien viene por ahí.

Me giro y veo a Alex venir hacia nosotros, trae un bañador azul marcando sus definidos abdominales. Había ido a comprar latas y bebidas para comer, cada paso que da mi cuerpo se tensa al saber que está aquí y mis nervios aumenta incalculablemente, no tengo ni idea de que porque me pongo así.

-Por fin llegas maricón, me estaba muriendo de sed -exclama mientras se dispone a coger una lata de la bolsa térmica.

-Hola pijita -dice entre carcajeos suaves (al parecer le ha gustado el nombre)

-Hola imbécil -contesto poniendo los ojos en blanco.

Después de estar un rato mirando el móvil y escuchando al imbécil decir tonterías sobre chicas y motos, viene Daila corriendo hacia nosotros trayendo toda la arena hacia nosotros.

-Chicos no me seáis muermos, veniros al agua que hace muchísima calor -nos ordena mientras nos mira a cada uno.

-Eso es lo que iba a hacer ahora mismo -comenta Mau mientras se va corriendo al agua.

Me levanto de la toalla la cual esta impregnada de arena, me suelto el pelo ligeramente y voy junto a Daila hacia donde está Ethan y Mau jugando a la pelota. Cuando vamos, me doy cuenta de que Alex viene con Leo detrás nuestra.

-Chicas el agua está buenísima -salta Ethan al vernos entrar encogiéndonos de la sensación de frío de nuestro cuerpo.

Mientras jugamos a pasarnos la pelota, me encuentro muy cómoda disfrutando con ellos, siento una enorme felicidad al ver que tengo amigos después de tanto tiempo. Años atrás, se aprovechaban de mí haciéndome creer que tenía amigos pero luego me dejaban sola cuando más los necesitaba, pero con ellos es algo distinto.

Aunque reconozco que también me siento así de bien al ver que Alex también está hablando conmigo y riéndonos, es una sensación muy extraña.

No sé que me está pasando, pero cuando estoy cerca de él siento una conexión muy raro con el.

El mar con nosotros imbécil (disponible libro físico en Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora